Una veintena de universitarios participarán del 12 al 20 de agosto en el XI Curso Práctico de Arqueología de Campo “Cerro de las Cabezas” que impartirá la Asociación para la Investigación y el Desarrollo Cultural “Orisos” en colaboración con el Ayuntamiento de Valdepeñas y el Centro Asociado a la UNED “Lorenzo Luzuriaga”.
Los alumnos participantes están formándose en Geografía e Historia e Historia del Arte y Antropología, y durante este curso recibirán formación teórica y práctica de las tareas propias de una excavación arqueológica. El Teniente alcalde de Cultura y Turismo, Manuel López Rodríguez, quiso agradecer el esfuerzo de la Asociación Orisos y del Centro Asociado a la UNED y destacó la apuesta del Consistorio por la conservación del patrimonio a través de diversas actuaciones.
“Recientemente se han concluido las obras de recuperación de la Bodega Los llanos, estamos recuperando el patrimonio con la rehabilitación del edificio de la antigua comisaría de Policía Nacional y también se están llevando a cabo obras en la Iglesia del Santo Cristo”, recordó López Rodríguez, que quiso añadir durante su intervención que el Consistorio ayudará a financiar el alojamiento y seguro de los estudiantes que de forma altruista excavarán en el yacimiento arqueológico, que cuenta con 2.000 m² estudiados de las 14 hectáreas que lo componen.
Además, precisó que durante el anterior curso de excavación celebrado el pasado año se realizaron dos catas estratigráficas, excavación de niveles de ocupación de finales del siglo VI a. C. al III-II a. C., estratigrafía según los materiales encontrados desde finales del siglo VI al III-II a. C. y confirmación de la ampliación de la ciudad ibérica a finales del siglo VI comienzos del V a.C.
Por su parte, el presidente de Orisos, Pedro Jesús Jaramillo, explicó que este curso se ha consolidado a nivel universitario y tiene por objeto “poner en valor el yacimiento y realizar excavaciones, dando formación a los alumnos de la carrera de Historia que no cuentan en sus universidades con la posibilidad de realizar este tipo de arqueología de campo”. Se trata de unos trabajos que este año tendrán como temática las estructuras domésticas, que según el arqueólogo municipal y co-director del curso, Julián Vélez, “darán muchos materiales que nos permitirán saber cómo era la vida cotidiana. Porque al fin y al cabo en la vivienda es donde se refleja la vida de la cultura ibérica y de sus sociedades”.
Vélez, que manifestó que con este curso se pretende “mantener vivo el espíritu de la investigación”, quiso añadir que el curso abordará prácticas con procesos básicos de excavación, estudios de piezas, realización de inventarios o planometrías, además de clases teóricas en horario de tarde impartidas en el Centro Asociado a la UNED “Lorenzo Luzuriaga” por expertos en la materia. Además, como novedad este año los alumnos podrán realizar estudios sobre alguna de las áreas del yacimiento con el objetivo de poder publicarlos y dar a conocer los resultados de los trabajos.
Por último, el director del Centro Asociado a la UNED Valdepeñas, Salvador Galán, destacó la importancia de estas actividades para mejorar la formación y aumentar el interés de los alumnos universitarios. “Y esto es de destacar, han pasado más de 250 personas por estas excavaciones a lo largo de todos estos años, se han ido formando y se han enganchado a la arqueología en la mayoría de los casos”, aseguró.
Los interesados en participar en este curso arqueológico aún se pueden inscribir en a través de la web www.uned.es/ca-valdepenas o a través de www.asociacionorisos.blogspot.com.
El yacimiento
El Cerro de las Cabezas es un yacimiento arqueológico de origen íbero-oretano, situado a unos 8 km. al sur de Valdepeñas, se encuentra ubicado sobre un monte de aproximadamente 800 metros de altura, y abarca la zona comprendida entre la cima y la falda este, zona que ha sido ligeramente dañada por la construcción de la Autovía del Sur o A-4, que une Madrid con Andalucía.
El lugar estuvo habitado desde el siglo VI al II a. C. y la excavación se comenzó por la base del cerro. Se trata de una ciudad amurallada, de la que se conservan íntegramente los cimientos de las casas y los zócalos de la muralla exterior, hechos con grandes bloques de piedra que encajan perfectamente unos con otros. Por encima de los mismos se levantarían los muros propiamente dichos, hechos de adobe, que han desaparecido. En su interior, esta ciudad podría haber llegado a albergar a unas 4.000 ó 5.000 personas, lo que supondría el 1% de toda la población de la Península Ibérica de la época. La situación en su emplazamiento se debe a razones estratégicas por el control de la ruta entre el valle del Guadalquivir y la planicie de la Meseta Sur.