Eusebio Gª del Castillo Jerez.-Una docena de activistas se reunía esta noche en el Parque de Gasset para informar a los transeúntes sobre el tratamiento fitosanitario con fines preventivos al que se está sometiendo al arbolado de distintas zonas verdes de la ciudad. Equipados con trajes de protección y mascarillas, pretendían sensibilizar sobre los efectos nocivos para la salud y el entorno del Imidacloprid, un insecticida «moderadamente tóxico» y cuyo uso a partir de diciembre estará prohibido por la Unión Europea.
Estos ciudadanos explicaban que los efectos de la exposición de los humanos a estos productos químicos no son del todo conocidos. «Además, su acción a largo plazo en nuestro organismo provoca entre otras enfermedades, diversos tipos de cánceres, parkinson, alzheimer, esclerosis, pérdida de fertilidad o alergias». El Imidacloprid, en concreto, es un compuesto mortal para la abejas. Esto es lo que ha motivado su prohibición por la UE, ya que se ha asociado con el Síndrome de Despoblamiento de las Colmenas y la falta de polinización, lo que afecta a muchos cultivos. Asimismo, añadían que se trata de un producto tóxico para las aves, pues afecta al desarrollo de los huevos -en concreto al grosor de la cáscara- y acaba haciéndolos inviables. Ciudad Real cuenta con abundantes colonias de palomas y gorriones que podrían verse perjudicadas.
Por último, hacían refencia a la Directiva Europea que regula la utilización de plaguicidas; norma que advierte que el uso de plaguicidas puede ser particularmente peligroso en zonas muy sensibles, como son los espacios Natura 2000 protegidos en virtud de las Directivas 79/409/CEE y 92/43/CEE. En otros lugares, como parques y jardines públicos, campos de deportes y áreas de recreo, áreas escolares y de juego infantil, así como en las inmediaciones de centros de asistencia sanitaria, los riesgos deriva dos de la exposición a los plaguicidas son grandes. En esos lugares debe minimizarse o prohibirse la utilización de plaguicidas. Cuando se utilicen plaguicidas deben preverse medidas adecuadas de gestión del riesgo, así como concederse prioridad a los plaguicidas de bajo riesgo y a las medidas de control biológico.
Una de las vecinas de la zona expresaba su malestar, «¿Qué pasa con las fuentes del parque y los niños, o con los perros, que chupan cosas del suelo? Algunas personas mayores cogen hojas de un tilo del parque y no saben nada de esto». «Han puesto unos carteles pero no han informado como se debe a la población», comentaba indignadaCerca de la una de la madrugada aparecían una pequeña furgoneta ocupada por dos operarios y el tractor que transportaba el insecticida. Un grupo de unas veinte personas les cortaba el paso y, durante unos minutos, trataron de convencer a los trabajadores de que no fumigaran el parque. Finalmente, los operarios aparcaron los vehículos y decidieron esperar hasta que la reunión se disolviera.
El Parque de Gasset con productos cuestionados por la UE. El Parque del Pilar con aguas putrefactas y peces muertos. Árboles con alcorques rotos o con botas colgando. Riegos por aspersión en algunas zonas verdes, con aspersores mal direccionados que malgastan la tan preciada agua aunque no sea potable… y así unos cuantos «detalles más».
Me gustaría saber que piensa de todo esto la Concejalía de Sostenibilidad.
si no se hubiera quedado gente toda la noche podrían haberlo vuelto a intentar, EL PARQUE NECESITA QUE TE QUEDES TODA LA NOCHE, ESTEMOS QUIEN ESTEMOS EN DOS DÍAS EL PARQUE NO SE FUMIGA