El Tren del Hidalgo ha realizado este sábado su segundo viaje del año desde Madrid hasta Alcázar de San Juan. Como ya ocurriera el pasado mes de marzo, con motivo del Concurso de Vinos de la Tierra del Quijote, y como también ocurrirá en noviembre, con las jornadas del Guiso de las Bodas de Camacho, hoy ha llegado a la estación de Alcázar, procedente de Chamartín, este tren tan especial para acercar a un numeroso grupo de turistas madrileños a la fiesta de los Moros y Cristianos.
Esta iniciativa turística ha sido posible gracias al convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y el Museo Nacional del Ferrocarril de Madrid, que fue presentado en la última edición de la Feria Internacional del Turismo (Fitur 2013).
El Tren del Hidalgo, que ha llegado a Alcázar a las once de la mañana y que regresa a Madrid a las diez de la noche, está formado por lujosos vagones-restaurante construidos entre los años 1926 y 1930 en talleres ingleses, franceses y españoles. Cuando dejaron de circular en los años ochenta, tras realizar algunos de ellos la ruta París-Calais-Londres, fueron adquiridos por Renfe a la Compagnie Internationale des Wagons-Lits (CIWL), y remodelados en Irún en 1991.
Durante el trayecto Madrid-Alcázar de San Juan, los pasajeros del Tren del Hidalgo tienen ocasión de disfrutar de la presencia de hidalgos, caballeros y demás personajes característicos de La Mancha cervantina.
Una vez en Alcázar, los viajeros, entre los que se encontraba una de las responsables de Turespaña, Beatriz Navarro Torres, realizaron una visita por la localidad conociendo la fiesta de Moros y Cristianos, el Mercado Medieval y parte del patrimonio histórico local, como los molinos del Cerro de San Antón o la Casa del Hidalgo.