Carmen Quintanilla Barba (Presidenta Nacional de AFAMMER)
Descubro aún hoy con cierto pasmo como Alcaldes democráticos declaman a los cuatro vientos la inconveniencia de hacer uso de las herramientas que el pueblo tiene para participar en las decisiones de los Consistorios Municipales, tal y como emana del Estado de Derecho y de nuestra normas fundamentales.
El ejemplo más adecuado para ilustrar esta afirmación, lo tenemos cercano en el tiempo: el Sr. Alcalde de Los Cortijos, D. Francisco Carrasco ha señalado con su dedo acusador a AFAMMER, comentando en varios periódicos provinciales (Lanza, 13/03/2005 y La Tribuna de Ciudad Real, 14/03/2005) que “la recogida y presentación de firmas que ha encabezado la presidenta local de Afammer, Carmen Barroso, en contra de este proyecto es una actitud irresponsable, que ha levantado una polémica innecesaria e injustificada entre los vecinos de los dos núcleos poblacionales, que componen el municipio.”
Este Señor se refiere a la postura de AFAMMER con respecto a la construcción de un nuevo centro de salud en su localidad, destruyendo el servicio que prestan los dos que existen en la actualidad, mucho más accesibles a la población principalmente mayor de esta localidad, que en la actualidad no necesitan desplazarse para recibir atención médica. Sin entrar a valorar los motivos que nos han llevado a solicitar que se valore la posibilidad de invertir en los centros antiguos, más cercanos a la población, para mejorar el servicio que ofrecen, nos asombran estas declaraciones a las que añade que es “inaceptable” que Afammer recoja firmas en contra de este proyecto.
Señor Carrasco: aquí lo realmente inaceptable es que Usted no asuma las reglas del juego democrático de un Estado de Derecho y que, en un arranque de mal genio haya querido echar tierra sobre la labor de una asociación que lo único que ha hecho es trasladarle a su Ayuntamiento la opinión de la mayoría de sus convecinos, haciendo uso de una herramienta totalmente lícita y que está a disposición de los ciudadanos para facilitar su participación en las decisiones que les afectan. Lejos de denostar públicamente a los que han mostrado una opinión contraria a la suya, debería haber dedicado su tiempo a escuchar a los ciudadanos, que algo tendrán que decir en este asunto.
Sí Señor Alcalde, AFAMMER ha puesto en conocimiento de su Consistorio el sentir de sus ciudadanos. Si hemos abierto una “polémica” que va a contribuir a una toma de decisión que satisfaga a sus votantes, bienvenida sea esta polémica, a la que yo llamaría participación ciudadana en estado puro, que en democracia, es la base del buen funcionamiento de cualquier estructura que se precie y la forma de conseguir verdaderos avances consensuados y satisfactorios para la mayoría.
Desde AFAMMER sentimos profundamente que Usted no haya valorado el gesto de sus ciudadanos, que haciendo un alarde de dinamismo y compromiso han decidido aportar su grano de arena al proceso de construcción de un nuevo centro de salud, haciéndole partícipe del deseo de su pueblo de contar con servicios más idóneos y adecuados para todos. Es una verdadera pena.