El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha señalado esta mañana que está “absolutamente abierto y dispuesto a hablar con Cospedal y a llegar a un acuerdo sobre el estatus de los ex presidentes regionales, sobre la Ley del Gobierno o sobre lo que ella quiera”.
No obstante, ha aclarado que “para que podamos llegar a un acuerdo, nos tienen que dejar presentar enmiendas, porque además de sobre el estatus de los ex presidentes, nosotros queremos hablar también en la reforma de la Ley del Gobierno sobre las incompatibilidades de los miembros del Gobierno y sus familiares, sobre empresas públicas o sobre cómo y cuándo se presentan las declaraciones de bienes” de los altos cargos de la Junta.
García-Page se pronunciaba de esta manera en Toledo, a preguntas de los medios de comunicación, y reiteraba que “lo que no puede pretender Cospedal es aprobar una Ley en la que necesita los votos del PSOE imponiéndola de manera dictatorial y sin dejarnos presentar ninguna enmienda. Sabían que las enmiendas que íbamos a presentar no les iban a gustar”.
De hecho, Page reiteraba que “a mí me importa un pimiento los derechos que tengan los Presidentes del Gobierno, los que lo han sido o los ex presidentes de las comunidades autónomas, pero además de sobre, quiero debatir sobre otras cosas”. A continuación, aseguraba que “cuando se habla de la política y de la transparencia yo estoy dispuesto a ser el más radical y a hablar de todo; de las incompatibilidades, de los familiares de los políticos…”.
En otro orden de cosas, y también a preguntas de los medios de comunicación, el líder de los socialistas castellano-manchegos se refería al nuevo modelo sanitario anunciado por Cospedal el pasado 31 de Mayo, durante si discurso del Día de la Región, y aún no concretado ni aclarado.
En su opinión, Cospedal ha querido desde el principio hacer negocio con la Sanidad privatizándola, “y sigue queriendo hacer negocio, lo que ocurre es que las empresas que vienen a hacer negocio le han dicho que quizás no hay tanto negocio”.
En este sentido, añadía que “lo que están viendo ahora es de qué manera pueden hacer negocio, y a lo que van es a un modelo sanitario en el que, en el mismo edificio, haya una puerta para la sanidad privada y otra puerta para la sanidad pública”.
Para finalizar, García-Page describía de manera clara y rotunda cuál es el modelo que defiende, y lo resumía con un ejemplo: “Nosotros queremos una Sanidad en el que hasta la última radiografía que haya que hacer a un enfermo depende de la decisión de un médico, no de la de un gerente que es el responsable de una cuenta de explotación”.
