Manuel Valero.- Uno ya no tiene ídolos desde que a la imagen de cristo menguante de Ernesto Guevara se le fueron difuminando los perfiles. Si acaso, alguna admiración más o menos confesa hacia alguien cuya labor ha contribuido a hacer del mundo un lugar menos absurdo.
El presente, fugaz como una lágrima de San Lorenzo, mantiene, sin embargo, en el retablo mediático de la gran catedral de la Virtualidad, a los nuevos héroes de la Marvel que hoy constituyen los Nadal, Alonso, Iniesta, Lorenzo, Alejandro Sanz que, además, llevan el marchamo de España, como productos de calidad excelsa a la altura de bolsillos Bilberbeg. Son jóvenes, triunfadores y muy ricos. Son luchadores y como tal se les proyecta con el fin de desmodorrar a los chavales automatizados en conexión perpetua. No hay que acomodarse, hay que salir ahí fuera, ponerse el traje de faena y darse al sacrificio para llegar arriba. O al menos intentarlo. Pero no hay héroes ante Hacienda, el santo oficio que nos villaniza a todos en función de los posibles y los probables y lo deducible.Si hubiera un héroe de admiración global ante Hacienda que pagara religiosamente (o laicistamente) absolutamente hasta el último céntimo, no sé que facción sería la más numerosa, si la que le aplaudiera como un ejemplo a seguir porque no sólo consigue hazañas prodigiosas sino que es capaz de llegar hasta el delirio de todas las hazañas, pagar a Don Cristóbal; o aquella que lo incluiría directamente en la Historia Universal de la Gilipollez, versión pedestre de la otra, para nada infame, que relató Borges. No hay ninguno, al menos que se conozca entre los fulgurantes. Todos son tramposos, hipócritas, y simuladores de excelsitudes propias cuando con mayor o menor amabilidad se las ingenian, ellos o por delegación en otros, para escamotear dinero a la caja pública del pais, sí, sí, a esa caja que bien administrada (que esta es otra), sirve para pagar a los desempleados, construir escuelas, conceder becas y todos los servicios irrenunciables en cualquier país digno.
El presente, fugaz como una lágrima de San Lorenzo, mantiene, sin embargo, en el retablo mediático de la gran catedral de la Virtualidad, a los nuevos héroes de la Marvel que hoy constituyen los Nadal, Alonso, Iniesta, Lorenzo, Alejandro Sanz que, además, llevan el marchamo de España, como productos de calidad excelsa a la altura de bolsillos Bilberbeg. Son jóvenes, triunfadores y muy ricos. Son luchadores y como tal se les proyecta con el fin de desmodorrar a los chavales automatizados en conexión perpetua. No hay que acomodarse, hay que salir ahí fuera, ponerse el traje de faena y darse al sacrificio para llegar arriba. O al menos intentarlo. Pero no hay héroes ante Hacienda, el santo oficio que nos villaniza a todos en función de los posibles y los probables y lo deducible.Si hubiera un héroe de admiración global ante Hacienda que pagara religiosamente (o laicistamente) absolutamente hasta el último céntimo, no sé que facción sería la más numerosa, si la que le aplaudiera como un ejemplo a seguir porque no sólo consigue hazañas prodigiosas sino que es capaz de llegar hasta el delirio de todas las hazañas, pagar a Don Cristóbal; o aquella que lo incluiría directamente en la Historia Universal de la Gilipollez, versión pedestre de la otra, para nada infame, que relató Borges. No hay ninguno, al menos que se conozca entre los fulgurantes. Todos son tramposos, hipócritas, y simuladores de excelsitudes propias cuando con mayor o menor amabilidad se las ingenian, ellos o por delegación en otros, para escamotear dinero a la caja pública del pais, sí, sí, a esa caja que bien administrada (que esta es otra), sirve para pagar a los desempleados, construir escuelas, conceder becas y todos los servicios irrenunciables en cualquier país digno.
Incluso no es extraño que nuestros héroes, bajo la apariencia de humildes y estupendas personas, se retraten con niños, cual referencias de imitación obligada, mientras por otro lado, envían los cuartos a espuertas a paraísos fiscales o se domicilian en otro país diferente al suyo, mientras se ponen tiesos como un alambre cuando escuchan las notas del chunda-chunda… Hace bien Don Cristóbal en poner a nuestros cantantes y deportistas en fila de a uno y leerles la cartilla, afearles susicavrias triquiñuelas y sus mañas paradisíacas.
Alguno, para colmo hasta ha aprovechado las ventajas fiscales de los territorios nacionalistas en su propio país. Asi que primero que paguen y luego que hagan los prodigios que suelen hacer. Y sino que a los Nadal, Alonso, Iniesta, Messi, Sanz y la compaña de la ingeniería del trinque que los admire su señora mamá. Uno ya no tiene ídolos. Ni siquiera Lennon en coherencia con lo descrito, porque era llegar los laboristas al poder y salía pitando de la Gran Bretaña para pagar menos a su país y asi tener tiempo para componer canciones de amor universal. No way out: el hombre es su declaración de la Renta.
Chapó!! No se puede decir más claro….
Es fácil admirar a la gente que permanece inaccesible. Si quieres desmoronar a un ídolo, acércate a él.
No pagan los ídolos, pero es que, si podemos, tampoco pagamos nosotros. Solo hay que hacer un «deja vu» y recordar cuándo el autónomo de turno nos pregunta si queremos factura o nos vale con una nota.
En cualquier caso, si hay que pagar por leer un artículo como este, cuenta conmigo.
Un saludo.
De pagar, nada, yo en todo caso. una caña. o dos. Además articulo por articulo. A ver si nos reunimos pronto.
Es cierto D. Manuel, el hombre es aquello que engulle y su Renta son los restos que tritura, muchas veces de manera indigesta.Un abrazo
Bingo Don Manuel, lo borda al hacer la critica, que pena que con lo acertado que esta usted en lo de los deportistas, se le pase por alto que el escenario que se utiliza sirve de excusa al gobierno, para que los verdaderos defraudadores de este país ademas de deportistas cantantes y otros faranduleros, queden fuera de foco, políticos, empresarios, personas de claro linaje real etc. que ocasión se pierde usted de rematar tan acertado articulo
¿Fuera de foco Bárcenas, Blesa, Ferrán, los ERE;s y la gigantesca cloaca de la administración andaluza, Noos que salpica a la casa real, cajas de ahorro y sus consejos millonarios de admistración que tiznan hasta sindicatos de mucha o poca clase , el exministro Blanco y lo suyo, preferentes, prejubilaciones millonarias, aministias a banqueros de alto standing y toda una cultura del latrocinio con la que nos desayunamos todos los días en este país? ¿Fuera de foco? ¡¡Quienes estaban fuera de foco eran las grandes estrellas del deporte y de la musica y del cine, amigo amio, que van de enseña niños, de izquierdas con pedigrí y con la mano izquierda, precisamente, declaran que no tienen nada que declarar. Gracias por ayudarme a completar el artículo.
En ningún momento mi pretensión era la dejar a los deportistas fuera, y como dice eso de los niños que lloran pensando en España, pero que esconden la cartera cuando se trata de cumplir con ella, es algo no nuevo, pero no menos sorpresivo y lacerante, el articulo es un símbolo de como se deben describir los abusos de los que se creen estar por encima de todo y de todos y lo que pretendía no es ni mucho menos acabar su articulo, sino darle una visión ampliada de lo que me parece que esta sucediendo en España, y que los sufridos contribuyentes de nomina no nos merecemos muchas gracias por la claridad de su aseveración.
No las merece
Pero no me negaréis que la mejor de todos fue Lola Flores cuando dijo que ella creía que el IRPF era «un flis pa los mosquitos».
Es que, hasta para defraudar hay que tener arte.
HACIENDA… NO SOMOS TODOS Y SI NO QUE LES PREGUNTEN A LOS UDANGARINES, BÁRCENAS, ETC ETC ETC…
[…] Luis Mario Sobrino Simal.- Una pequeña historia a colación del artículo de Manuel Valero El hombre es su declaración de la Renta… […]
Si los cajones de las gestorías hablaran…..