Entrevista realizada por J. Carlos Sanz.- ¿Y ahora qué hacemos? Es el interrogante que fermenta en las cabezas de aquellos que miran con estupor el derrumbe del marco de convivencia que hasta ahora habíamos conocido. La pregunta se la están haciendo en todas partes, también desde la esfera cultural donde el modelo hegemónico de una cultura mercantilizada e ideada como industria para ofrecer productos de consumo se va al garete.
En plena fiebre mutiladora de toda gestión cultural pensada para lo público, son muchos los que consideran que hemos de pasar de una cultura de producción a otra de cooperación. Esa es la premisa que sostiene Tony Puig, Especialista en Gestión Cultural y Marketing de Servicios Socioculturales, para quien nos encontramos bordeando “un abismo cultural fruto de una crisis civilizatoria sin precedentes”.
Puig cree que la actual crisis es en realidad el inicio de un cambio de paradigma, un proceso histórico que va a durar décadas y donde todo ha de repensarse en aras de obtener una nueva visión cuyas piedras angulares serán la creatividad, la cooperación y la transformación. En esta tentativa, la cultura ha de ser motor de cambio, catalizadora de movilización social y catapulta de una convivencia con mayor igualdad de oportunidades. Todo lo contrario de lo que está ocurriendo y que bajo la excusa de los recortes se está consintiendo por parte del poder político.
En una magistral conferencia que ofreció el pasado martes en el Museo Municipal de Puertollano, titulada ‘Cultura con los ciudadanos: creatividad en la cotidianidad’, este pionero de la gestión cultural en el ayuntamiento de Barcelona durante los albores democráticos cartografió al detalle el nuevo mapa de la cultura que nos ha de salvar de la catástrofe.
Una cultura basada en la ética, con un sentido marcado de la responsabilidad ciudadana, de naturaleza plenamente participativa y fundamentada en valores empáticos y creativos. Y en este territorio que Puig vislumbra no hay cabida para las políticas ni las industrias culturales tal y como hasta ahora se han venido realizando.
Asegura que se acabó la cultura amamantada en la teta de lo institucional porque los creativos han de posicionarse “salir de los espacios e ir donde está la gente”, abordar los problemas actuales y olvidarse de vivir sine die de lo público. Tanto de lo mismo debe suceder con los gestores culturales en los ayuntamientos pues cree que ha llegado el momento de que abandonen la poltrona de sus despachos, se sacudan esa visión hermética y se dediquen a crear para la ciudadanía, abrirse a una sociedad confundida por un cambio que les hace sentir vulnerables.
Insiste en la necesidad de ir implementando barrio por barrio -y en cualquier espacio cultural- nuevos valores como la cooperación. “Hemos de desmaterializar la cultura porque no es un producto” llega afirmar a modo de esquela mortuoria este propulsor de la Red de Centros Cívicos en Barcelona. Puig sabe de lo que habla, lleva un montón de años materializando esta metodología basada en una cultura de código abierto, ignorando la otra vertiente -precisamente la más legitimida por el poder- que amparada en la diversión y el espectáculo sólo persigue desactivar conciencias críticas entre la ciudadanía.
A su juicio, la sociedad actual ha emprendido una larga travesía “de un cambio civilizatorio fascinante”. Y el timón ha de llevarlo una cultura que priorice las experiencias no consumistas, que sirva para crear más ciudadanía y para impulsar una convivencia rebozada en igualdad, respeto y cooperación.
En la siguiente entrevista, Tony Puig nos desvela qué está pasando, señaliza hacia dónde hay que caminar desde el ámbito cultural y saca a relucir que en este calvario de confusión que estamos viviendo como sociedad “lo único que sabemos es la cultura que no queremos”.
«Esta crisis le va a sentar genial a la cultura»
Pregunta: Umberto Eco asegura que la cultura no está en crisis si no que es una crisis continua y por tanto condición necesaria para su desarrollo ¿La crisis le sienta mal a la cultura o por el contrario la espolea?
Tony Puig: Todo lo contrario; esta crisis le va a sentar genial a la cultura porque nos encontramos en un cambio civilizatorio. Es un proceso que va a durar de 75 a 100 años y saldremos bien si reinventamos otra cultura. La actual sociedad es hija del marco referencial constituido durante la Ilustración Francesa pero un mundo pensado para la razón se ha terminado. Los fascistas financieros, gracias a la especulación, derrumbaron todo lo que hicieron y por tanto hay que crear un mundo nuevo. ¿Cómo se crea esto? A través de la cultura y no de la tecnología; es decir, ésta última sirve para una idea que es una cultura que sea capaz de crear otras condiciones de vida. Esto lo necesitamos más que nunca.
Pregunta: Pero existe una cultura bajo el regazo de lo institucional, concebida como mero espectáculo y entretenimiento que sigue dando mucho juego. Además, tenemos un entramado llamado industria cultural y una finalidad mercantil como es la de diseñar producciones culturales ¿Todo esto tiene sus días contados?
Tony Puig: Todo eso es una ordinariez y por suerte apenas queda nada y espero que todavía quede menos. La cultura nunca debe ser una industria; ese modelo fue traído por Norteamérica a Europa y concibe la cultura como mero espectáculo. Sin embargo, cultura equivale a preguntarnos cómo queremos vivir mientras que lo anterior nos plantea cómo nos queremos divertir. No estoy en contra de esto pero pertenece a otra área, una ramificación de lo cultural que es interesante pero no tiene nada que ver. Cultura y diversión no se pueden mezclar.
«Del arte no se puede vivir únicamente del erario público y mucha gente, por desgracia, lo ha hecho todos estos años»
Pregunta: Aún así hay mucha gente que vive gracias a la industria cultural y que también están sufriendo las consecuencias de los recortes ¿Cómo lo ve?
Tony Puig: Pues que se aguanten porque hay mucha más gente que también están sufriendo dichos recortes. Deberían haber sido más inteligentes y no haberse metido de lleno en esta finalidad mercantil. Todos esos cantantes o artistas que sólo han ido a por el dinero hay que decirles que también están cayendo fábricas, trabajadores y que sufren como los demás. Tenían que haber hecho las cosas de otra manera porque del arte no se puede vivir únicamente del erario público y mucha gente, por desgracia, lo ha hecho todos estos años.
Del arte se puede vivir pero a través del mercado y si eres creativo tienes que entrar en esa fase y saber que tu arte, aparte de ser bueno, debe tener caché financiero. Muchos son artistas de tres al cuarto, han vivido increíblemente gracias a que lo público les ha pagado fortunas sólo para ellos y lo que nunca han hecho ha sido trabajar para la ciudadanía. Estoy encantando de que esta gente esté en el paro.
«Las políticas culturales son una mierda desde siempre»
Pregunta: ¿Y qué me dice de las políticas culturales que tanto se han venido defendiendo por las administraciones públicas en este país? Usted las critica por haber sido arrogantes, herméticas y grandilocuentes.
Tony Puig: Las políticas culturales son una mierda desde siempre. Tienen su origen en Francia, concretamente fueron ideadas por el Ministro de Cultura Jack Lang en los años 80 cuando al ocupar su cartera se encuentra con un ministerio burocratizado. Lang fue un tío inteligente pero sus seguidores no lo fueron y por ello se preguntó cómo quitarse el polvo de la burocracia. Y hace lo siguiente: busca artistas jóvenes, ligados al rock o a movimientos raros para que con una performance o un golpe de guitarra reclamen la caída simbólica de los museos y que también se mueran todos los burócratas.
Esto es genial como estrategia pero se continuó en España pensando que las políticas culturales tenían que subvencionar continuamente a los artistas, como si estuvieran inspirados por los dioses las 24 horas del día ¿Por qué esto ha de ser así y por ejemplo el estado no puede mantener a una señora que haya tenido un hijo de estraperlo?. Es decir, imitaron muy mal a Jack Lang. En los 90 entró de nuevo en el gobierno socialdemócrata de Miterrand, haciéndose cargo durante tres meses del Ministerio de Cultura ¿A quién puso en medio del ministerio y como gestores? A los inmigrantes y le salió bien la jugada. En cambio, en España todos los gestores culturales se han dedicado a amamantar a artistas endiosados sin más fundamento que ese. Es momento de repensarse las industrias y las políticas culturales.
Pregunta: Usted reclama el valor de la sociedad civil como motor de cambio en el nuevo paradigma que vivimos ¿Cómo construir una cultura más participativa y fundamentada en valores como la ética?
Tony Puig: La cultura siempre ha estado unida a la ética y no a la producción. Lo que hemos hacer durante un período de, como poco, diez años, es desmaterializar la cultura, preguntarnos cómo queremos vivir en nuestra ciudad los próximos quince años. Eso requiere de pensamiento, actitud, compromiso y se manifiesta a través de las distintas disciplinas artísticas. Necesitamos creativos que posean un gran trasfondo ético y de valores cívicos para que a través de la música, teatro, danza o cine difundan este mensaje y a ser posible que convivan con los ciudadanos directamente. Además, sería aconsejable que su obra la hagan semicocida pero no terminada para que la gente pueda participar de esa propuesta.
«El arte está en las ideas y los museos o centros culturales por sí mismos no sirven»
Pregunta: ¿Pero no hay ya una Agenda 21 de la Cultura que precisamente aboga por fortalecer la presencia ciudadana y mejorar el espectro de convivencia?
Tony Puig: Sí pero se dice en un par de párrafos de un documento que tiene otros mil. Todo eso es antiguo, huele a podredumbre y es el resultado de aquellos que vivieron bajo la tutela de las industrias y políticas culturales. Claro, cuando llega el paro masivo y el dinero empieza a escasear, todos estos caen en la desesperación.
La Agenda 21 de la Cultura tiene una parte buena pero se ha de repensar de nuevo. La clave está en reflexionar sobre lo siguiente: en los tiempos de transformación qué debe aportar la cultura; el arte está en las ideas y los museos o centros culturales por sí mismos no sirven. Es decir, las infraestructuras están ahí y se han de saber gestionar y adecuar al momento. Por ejemplo, actualmente soy asesor de la segunda marca Bilbao y el debate que ahora tenemos es saber si hay vida después del Museo Guggenheim.
«El movimiento del 15M es lo mejor que ha pasado en España en el terreno cultural desde los años 70»
Pregunta: Con la irrupción del movimiento 15M ¿Puede afirmarse que haya surgido una contracultura en España? ¿Tiene similitudes con la propuesta que usted defiende?
Tony Puig: El movimiento del 15M es lo mejor que ha pasado en España en el terreno cultural desde los años 70. Los indignados han abierto la cabeza a la gente, nos han hecho pensar de otra manera y no podemos pedirle más. Por eso, cuando se dice que el 15M no tiene objetivos yo les digo si les parece poco un gran logro como es hacerte pensar.
La verdadera cultura equivale a abrir la cabeza, a despertar. El 15M ha hecho explotar este país, abriéndonos la cabeza desde muchos terrenos, no sólo en ámbito político mostrando que la mayoría son productos prefabricados, autistas y que no sirven para la nueva época. El 15M nos dice que hemos de vivir de otra manera, que hemos de cooperar, que la palabra del futuro es cooperación. Creo que en los próximos años hay tres palabras claves y que van a sustentar la nueva arquitectura sociocultural: Creatividad, Cooperación y Transformación.
Buen trabajo, Pixie
Magnífica entrevista, buen entrevistador y buen entrevistado, y sobre todo, muchas líneas de pensamiento para reflexionar que de momento como el hablar o respirar es libre…
Gran entrevista, gracias a Tony por abrirnos las mentes un poco más.
Una verdadera lástima que los políticos -en este caso los responsables de cultura- sean tan superfluos, banales, incultos, etc, etc. Ni sabían quien era Toni, ni saben quien es nadie que tenga ideas. Además les importa un bledo. Sólo conocen a los de su partido ¡qué guay! y salvo raras excepciones son fans de Gran Hermano. ¡Qué llegue pronto el apocalipsis!
«Las políticas culturales son una mierda desde siempre. Tienen su origen en Francia, concretamente fueron ideadas por el Ministro de Cultura Jack Lang en los años 80 cuando al ocupar su cartera se encuentra con un ministerio burocratizado. Lang fue un tío inteligente pero sus seguidores no lo fueron y por ello se preguntó cómo quitarse el polvo de la burocracia. Y hace lo siguiente: busca artistas jóvenes, ligados al rock o a movimientos raros para que con una performance o un golpe de guitarra reclamen la caída simbólica de los museos y que también se mueran todos los burócratas.
Esto es genial como estrategia pero se continuó en España pensando que las políticas culturales tenían que subvencionar continuamente a los artistas, como si estuvieran inspirados por los dioses las 24 horas del día ¿Por qué esto ha de ser así y por ejemplo el estado no puede mantener a una señora que haya tenido un hijo de estraperlo?. Es decir, imitaron muy mal a Jack Lang. En los 90 entró de nuevo en el gobierno socialdemócrata de Miterrand, haciéndose cargo durante tres meses del Ministerio de Cultura ¿A quién puso en medio del ministerio y como gestores? A los inmigrantes y le salió bien la jugada. En cambio, en España todos los gestores culturales se han dedicado a amamantar a artistas endiosados sin más fundamento que ese. Es momento de repensarse las industrias y las políticas culturales».
No hay más preguntas, señoría
[…] Publicado por Blogmaster2 septiembre, 2015 Home Mi muro lleva unos días al rojo vivo y pone a mi alcance una serie de ideas, consejos y propuestas con la que un grupo de ciudadanos se ha puesto en marcha, a través de un grupo de Facebook, para salvar mi/nuestra ciudad. De ahí el nombre que han elegido para su grupo abierto: ‘SALVEMOS PUERTOLLANO’ . Con su inquietud ciudadana he recordado la visita a Puertollano del maestro y detonador de ideas sobre las ciudades y las personas: Toni Puig, al que invitamos desde el Ayuntamiento hace un par de años para ofrecer una interesante charla en el Museo Municipal sobre ciudad, ciudadanía, pasión y cultura. […]