La consejera de Agricultura del Gobierno regional, María Luisa Soriano, ha afirmado que la futura Ley de Caza de Castilla-La Mancha “permitirá al sector potenciar a nuestra comunidad como destino de turismo cinegético, con la creación de empleo y riqueza que conlleva”.
Soriano se ha reunido en Urda (Toledo) con representantes de la ‘European Landowners’ Organization”, organización europea con intereses en el sector de la caza, a los que ha detallado las ventajas de la región gracias a “su variedad paisajística, clima, orografía y diversidad de la fauna cinegética”.
La titular de Agricultura les ha explicado que el Gobierno de María Dolores Cospedal está ultimando la redacción de la nueva Ley de Caza, que reconoce la figura de titulares cinegéticos como profesionales, dándoles un mayor margen de libertad, al tiempo que avanza en las posibilidades de desarrollo turístico de la caza.
La consejera ha destacado que también permitirá “que los trámites a desarrollar en el reglamento para las autorizaciones administrativas y notificaciones sean más ágiles, eliminando trámites burocráticos innecesarios”.
Asimismo, ha sostenido que el objetivo de la nueva ley es mantener el equilibrio entre la conservación de la naturaleza y el desarrollo de una actividad económica generadora de empleo y desarrollo turístico, y ha recordado que en la actualidad la caza sostiene 6.500 puestos de trabajo fijo y 1,6 millones de jornale,s a la vez que genera unos 600 millones de euros al año.
Medidas a favor del sector cinegético
La Consejería de Agricultura ha incluido al sector de la caza dentro del Plan de Inversión y Creación de Empleo (PICE), con el fin de fomentar el empleo en el medio rural a través de la actividad cinegética en el período 2013-2020.
Además, en esta legislatura se han puesto en marcha diversas iniciativas en beneficio del sector, como la simplificación en la expedición de las licencias de caza; el impulso a la creación de la ‘licencia única’ de caza entre comunidades autónomas limítrofes; la divulgación sobre las oportunidades que ofrece la caza; la implantación de sistemas de innovación que revaloricen los productos cinegéticos y su comercialización, sobre todo la carne; el aumento de la oferta de formación; o la promoción de agrupaciones de empresas del sector que permitan concentrar la oferta de servicios al cazador, combinando alojamiento, actividades, atracciones culturales, comercios, artesanía, información al visitante, etc.