Las dudas generadas acerca de Dani Pedrosa en los primeros GP’s de la temporada de MotoGP, donde fue batido sistemáticamente por el emergente Marc Márquez, empezaron a diluirse en la carrera de Jerez y acabaron por cerrarse del todo tras la prueba del domingo en el GP de Francia, donde bajo una pertinaz lluvia el eterno aspirante al trono de la máxima categoría, acalló todos y cada uno de los comentarios peyorativos sobre su motivación, estado de forma y ambiciones competitivas.
Dani, al ataque
El piloto de Castellar del Vallés, al que secularmente se ha tachado de tímido cuando la pista se moja, dio una lección de pilotaje bajo la lluvia emulando su primera victoria en esas condiciones en el pasado GP de Malasia, cuando también calló a sus detractores. Cierto es que la Honda del catalán tenía un brío escandaloso bajo las húmedas circunstancias, brío que casi se lo lleva fuera de pista en un par de errores que le costaron el liderato de la prueba en beneficio del voluntarioso Dovizioso, quien con la segunda Ducati, dominó el primer cuarto de carrera siempre que Dani se lo permitió; luego él mismo tuvo un par de latigazos y desapareció de un podium bien merecido pero débilmente trabajado. El caso es que Dani, que alcanza la bonita cifra de 24 victorias en GP´s, iguala al mítico Wayne Rainey y a Jorge Lorenzo, alcanzando el liderato del Mundial y postulándose, una vez más, como aspirante a un título que le resiste ya demasiado y que, de no conseguir, lo dejaría como el piloto con más victorias que no tiene en sus vitrinas ningún entorchado mundial en MotoGP/500cc.
El insolente debutante
Radiante en el podio y valorando su tercer lugar como una victoria, el debutante Márquez fue el otro gran protagonista de la jornada al efectuar una remontada de leyenda desde la octava plaza a la que se vio sumergido tras una pifia en la salida a pesar de su condición de “poleman”. El de Cervera fue propinando hachazos a sus rivales precedentes (Bautista, Bradl, Rossi, Hayden, Dovizioso…) y enmendando varios errores de fogosidad que casi lo llevan a la grava del circuito de Bugatti. Marc, al que le faltaron vueltas para dar cuenta de Carl Crutchlow, cuando la pista hubo secado lo suficiente para transmitir la enorme caballería de su Honda al cristalino asfalto, no ceja en su empeño de hacer caer a las “vacas sagradas” de la categoría y con cuatro podios en otras tantas carreras, victoria incluida, acecha a Pedrosa y, creemos, estimula sus recientes exhibiciones. Con Crutchlow en la segunda plaza, gracias a la consistencia de su Yamaha y una delicada conducción bajo lluvia, Lorenzo y Rossi poco pudieron hacer con unas motos mal regladas para pista húmeda o con neumáticos defectuosos, como se quejaba el mallorquín tras acabar en un más que modesto séptimo lugar tras Hayden y Bautista; Rossi terminó décimo segundo tras una caída a la que se superpuso con total profesionalidad y que levantó la admiración del comentarista televisivo, Ángel Nieto.
El post Gran Premio
Otra cosa, En las carreras no se marcan goles, y observar como el recién llegado a las labores de comentarista, Nico Abad, cantaba las bondades de la remontada de Márquez, daba un poco de vergüenza ajena porque, si bien una de sus misiones es transmitir al espectador la emoción que se palpa en la pista, hay una escala para esos adjetivos y ese tono de voz rayando en lo histérico y lo cierto es que debe aprender a evaluar cada situación y entonarla como es debido so pena de tener que echar una solicitud para el primer psiquiátrico cercano o poder recibir la visita de la benemérita acusándole de consumo de drogas psicotrópicas. Por fortuna los expilotos Nieto y Noyes ponen algo de cordura en una actividad difícil, bien es cierto, pero manifiestamente mejorable en un señor que valdrá para cantar los goles de Ronaldo o Messi, pero al que le faltan varias cocciones para agradarnos con sus retransmisiones.
Por primera vez en lo que va de año los españoles no efectuaron un triplete de vencedores en todas las categorías por culpa de una enganchada en Moto2 que acabó en caída de Espargaró y Rabat, permitiendo la victoria de Scott Redding cuando sacaron bandera roja ante de diluvio que, a esa hora, cayó sobre el circuito. Por fortuna, Maverick Viñales sí ganó su carrera, donde otros dos españoles, Rins y Salom le acompañaron en el podium. Viñales, Salom y Rins, por este orden, comandan la clasificación de Moto2. La siguiente cita nos lleva a Italia, Mugello, dentro de quince días. A ver si para entonces, el bueno de Nico Abad conoce las propiedades de la valeriana o, en su defecto, la tila.
Juanma Núñez
