Paqui Jiménez.- Mi querido amigo Rafa. ¡Cómo me cuesta escribirte sabiendo que no estás aquí! Hoy hace un mes que te marchaste en silencio, sin hacer ruido, casi sin enterarnos, pero el vacío tan enorme que nos dejas, difícilmente va a poder ser llenado por nada ni por nadie.
La tristeza y el dolor provocado por tu marcha, tratamos de mitigarla recordando tu vida, tus valores, tu alegría y fuerza contagiosa, y aun así nos resulta difícil aceptarlo.
Según van pasando los días los recuerdos se acumulan con mayor intensidad, y repasamos tantos y tantos momentos compartidos ¡Tienes tantos amigos!, en los distintos ámbitos de los que formabas parte activa, que te recuerdan con gran cariño, y yo quiero creer, que sigues a nuestro lado, que tu ausencia es sólo física, pero que tu espíritu está por aquí, cercano como siempre ¡no te rías! Porque seguro que me escuchas y me respondes, y así quiero seguir creyéndolo.
Rafa, amigo, han sido muchos los años que he tenido la suerte de compartir tu amistad, la Escuela, la ilusión porque fuera la Escuela del Niño/a, una Escuela abierta al medio y a todo tipo de niños. Escuela por la que has luchado hasta el final, y en tus últimos días tuvimos la ocasión de compartirlo nuevamente.
Tus alumnos, mis alumnos, lo recuerdan constantemente y no dejan de repetir que fuiste su mejor maestro. Juntos hemos compartido historias, experiencias, vivencias que nunca olvidaremos:
- Las sesiones de Educación Psicomotriz, tan interesantes para comprobar los avances del grupo y la riqueza que nos aportaba.
- Los primeros cursos de verano en la UNED con Marcelino Vacas.
- Los intercambios con ADARRA y NOVA ESCOLA GALEGA.
- La Historia del Gigante Camarón a través de la cual globalizamos todo un curso los aprendizajes.
- La formación a grupos por la región, conociendo a gente que empezaba con ilusión otra forma de entender la Educación.
- El teatro con el alumnado de 6º que luego representaban en Infantil.
- La recuperación de los juegos tradicionales en el patio.
- La limpieza de los patios, con grandes bolsas, recogiendo papeles.
- Los carnavales por el barrio.
- Los días de la PAZ, con tus canciones, globos, palomas.
- Los inicios de curso. La acogida de los diferentes grupos.
- Tu esfuerzo y trabajo con los niños diferentes. ¿recuerdas a María, Cristina, Alicia…? a tantos y tantos a los que a lo largo de tu vida diste lo mejor de ti.
Conociéndote estarás diciendo – ya está bien de “brillo” no ha sido para tanto -, pero todos sabemos que te debemos mucho, tanto a nivel personal, como maestro.
Por todo ello, gracias Rafa, gracias por ser mi amigo, y gracias porque contigo y de ti aprendí a ser mejor persona y mejor maestra.
Sigue con nosotros, ayudándonos y empujándonos a seguir tu camino, y para ello tenemos una capitana, Mª Carmen, tu Mª Carmen, que a pesar de estar destrozada por tu ausencia sigue adelante con tu legado ¡todo un ejemplo! Detrás de ella vamos los demás tratando de no defraudarte, y esperando el día en que volvamos a encontrarnos, para reír, cantar y soñar.
¡Te quiero Rafa!
Paqui Jiménez
Artículos como este se leen muy bien. Ojalá todos pasáramos por la vida ayudando a los demás.
No me llames extranjero, por que haya nacido
lejos,
o por que tenga otro nombre la tierra de donde vengo.
No me llames extranjero, por que fue distinto
el seno
o por que acunó mi infancia otro idioma de los cuentos.
No me llames extranjero si en el amor de
una madre,
tuvimos la misma luz en el canto y en el beso,
con que nos sueñan iguales las madres contra su pecho.
No me llames extranjero, ni pienses de donde
vengo,
mejor saber donde vamos, adonde nos lleva el tiempo.
No me llames extranjero, por que tu pan
y tu fuego,
calman mi hambre y frío, y me cobije tu techo
No me llames extranjero tu trigo es como
mi trigo
tu mano como la mía, tu fuego como mi fuego
y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.
Y me llamas extranjero por que me trajo
un camino,
por que nací en otro pueblo, por que conozco otros mares,
y zarpé un día de otro puerto, si siempre quedan iguales en
el
adiós los pañuelos, y las pupilas borrosas de los que dejamos
lejos. Los amigos que nos nombran y son iguales los besos
y el amor de la que sueña con el día del regreso.
No me llames extranjero, traemos el mismo
grito,
el mismo cansancio viejo que viene arrastrando el hombre
desde el fondo de los tiempos, cuando no existían fronteras,
antes que vinieran ellos, los que dividen y matan,
los que roban los que mienten los que venden nuestros sueños.
Los que inventaron un día, esta palabra, extranjero.
No me llames extranjero que es una palabra
triste,
es una palabra helada huele a olvido y a destierro
No me llames extranjero mira tu niño
y el mío
como corren de la mano hasta el final del sendero.
No me llames extranjero ellos no saben de
idiomas
de límites ni banderas, míralos se van al cielo
por una risa paloma que los reúne en el vuelo.
No me llames extranjero piensa en tu hermano
y el mío
el cuerpo lleno de balas besando de muerte el suelo
ellos no eran extranjeros se conocían de siempre
por la libertad eterna e igual de libres murieron.
No me llames extranjero, mírame bien
a los ojos,
mucho más allá del odio, del egoísmo y el miedo,
y verás que soy un hombre, no puedo ser extranjero.
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Poema con el que Rafael entró en el cielo.
Te conocí en la parroquia de S. Juan de Avila hace más de 25 años, parroquia donde se gestaron movimientos como el de Denensa de Cabañeros contra el campo de tiro que Narcís Serra y la OTAN nos querían poner…
Después fueron otras batallas con en contra de la OTAN, en contra de la guerra de Iraq, y otras muchas «batallas pacifistas» con marcado caracter antimilitarista y sobre todo social. En fin, seríe largo enumerar todas las «movidas» en las que compartiamos lugares comunes.
Tus «armas» eran tu palabra, tu canto, tu amistad, tu solidaridad y tu humanidad.
No quiero ser tedioso ni pesado, así que aprovechando las palabras emotivas de afecto y ternura de nuestra amiga común Paqui, solo te pido que sigan entre nosotros porque aunque no estés físicamente, lo están en espíritu y en tus canciones.
¡Saluda de mi parte a nuestro Labordeta y un fuerta abrazo!
Me gustó el escrito, el recuerdo, la amistad y proximidad que destilan estas palabras.
Comparto que Rafa sigue entre nosotros y seguirá mientras seamos capaces de recordarle y hacerle presente.
En la tertulia en la que quincenalmente coincidíamos, siguen flotando sus opiniones, preocupaciones, denuncias e intuiciones. También sus risas…
preciosooo loke se a escrito en esta paginaa