El alcalde de Toledo dice que se trata de una feria anti-crisis en la que no caben las consideraciones sectarias
El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha destacado hoy en Ciudad Real la proyección de la Feria Nacional del Vino y su contribución a un sector como el vitivinícola, que es clave para la economía de la región, tanto que, según ha afirmado, tiene que ser uno de los principales motores de Castilla-La Mancha.
García-Page, que ha estado acompañado por el presidente de FENAVIN, Nemesio de Lara, ha puesto en valor la existencia del evento, al que le ha conferido una «referencia anti-crisis» porque nació en 1999, cuando era más que necesaria una apertura del sector, ha sabido crecer en tiempos de bonanza económica y en la actualidad, cuando la recesión atenaza los mercados y tantas cosas han desaparecido en la región, se puede seguir celebrando gracias a la decidida apuesta de la Diputación de Ciudad Real y de su presidente, Nemesio de Lara, cuyo paso por la política será recordado en el futuro, entre otras cosas, porque fue capaz de poner en marcha «contra viento y marea» una feria del vino consolidada a nivel nacional y de gran relevancia internacional en Castilla-La Mancha, donde «hay nada más y nada menos que 600.000 hectáreas de viñedo».
Ha asegurado, por otro lado, que FENAVIN es causa y consecuencia al mismo tiempo, porque no sería posible convertir Ciudad Real en la capital del vino sin que hubiera un sector potente detrás que genera mucho empleo y mueve parte de la industria que acredita la región. Por esta razón principalmente el alcalde de Toledo entiende que la Feria Nacional del Vino debe contar con todo el apoyo de las Administraciones Públicas. Ha añadido, a este respecto, que le gustaría que se dejara de lado «cualquier tipo de consideración sectaria».
El presidente de FENAVIN y de la Diputación de Ciudad Real, por su parte, ha agradecido la presencia del alcalde de Toledo, el día que la feria ha abierto sus puertas en su séptima edición a pesar de que su jornada de trabajo era hoy especialmente complicada. Ha resaltado que el 50 por ciento de las bodegas presentes son de Castilla-La Mancha y ha asegurado que el negocio y los contactos comerciales se están produciendo «de manera clara y eficaz».
Ha defendido De Lara, tras destacar la presencia de García-Page como un gesto inequívoco de apoyo al sector vitivinícola castellano-manchego, la complicidad de lo público hacia los viticultores, los productores, las cooperativas y los bodegueros en una provincia y en una región que constituyen el mayor viñedo del mundo