La morada del hidalgo – Museo del Quijote y Biblioteca Cervantina

Estanislao Z. Navas.- Cuando llegamos a la entrada del Parque de Gasset nos encontramos con dos figuras que el “manco de Lepanto” elevó a los altares de la literatura universal: Don Quijote y Sancho Panza, los cuales nos invitan a que estando de regreso de una de sus aventuras, les acompañemos a visitar su dulce morada, una casa que acoge el Museo del Quijote y su Biblioteca Cervantina, actualmente también cerrado .al igual que ocurría con los Museos de Ciudad Real y de Elisa Cendrero-, en la recta final de su proceso de ampliación.

Inaugurado y abierto al público los días 2 y 3 de abril del año 2002, respectivamente, la remodelación que el edificio neomudéjar de época modernista de 1916 supondría para la casa, ubicada en la Ronda de Alarcos, 1, el inmueble que necesitaba el consistorio municipal para acoger la sede del museo en homenaje a nuestro simpar hidalgo.

Este proyecto arquitectónico propiciaría la urbanización exterior del edificio mencionado al observarse a la entrada del museo el grupo escultórico protagonizado por las esculturas del Ingenioso Hidalgo y su fiel escudero, obras ambas de Fernando Mayoral, y recuperándose los valores más destacados de este edificio, como la fachada de ladrillo visto, el zócalo de granito, las rejas y contraventanas de forja y las dos bóvedas de ladrillo del sótano, todo ello con la iluminación exterior correspondiente. Proyecto que en la actualidad, tras su ampliación ha mejorado ostensiblemente todo el emplazamiento y aumentado en superficie museística, tanto en su interior como en su exterior.

El proyecto que iniciara su andadura en el 2002, estaba estructurado de la siguiente forma:

1. Planta principal, donde se mostraban las siguientes dependencias:
   1. Vestíbulo, donde se exponen algunos grabados con motivos quijotescos y vitrinas con algunos libros cervantinos (como ejemplo, una edición francesa de “La Galatea”, 1724), dentro de la calidez de un espacio que da comienzo al recorrido audiovisual de este museo.
   2. Sala de exposiciones, en la que se muestran reproducciones de diez personajes de la obra del Quijote, de cuyos originales es autor Felipe García Coronado -y cuya morada es el Palacio de la Diputación Provincial de Ciudad Real, sito en la calle de Toledo número 17-. Personajes tales como Don Quijote, Sancho, el Ama, la Sobrina, Sanchica, el Cura, el Barbero, el Boyero, el Ventero y Ginesillo, que acompañan a la gran obra del maestro Palmero “Entierro de Don Quijote” (1928).
   3. Biblioteca cervantina, que viene a aglutinar un depósito bibliográfico compuesto de unos 3500 ejemplares sobre tema cervantino –con curiosidades como los veinte tomos de la genial novela de caballerías en braille, una miniatura de Callejas, una colección de cromos sobre el Quijote y ediciones en varios idiomas, entre ellos el japonés-, para lo cual se habilita una sala de consulta para unos 20 investigadores y una sala de digitalización y catalogación de documentos; y
2. Planta semisótano, donde se observa lo siguiente:
   1. La antesala, en la que se exponen diez cuadros sobre tema cervantino del pintor José Jiménez Aranda, uno de los mejores ilustradores del Quijote del siglo XIX
   2. La sala de proyecciones 1 conocida como “La primera impresión”, que nos muestra esencialmente un montaje sobre lo que sería el ambiente de una imprenta madrileña de principios del siglo XVII, para lo cual se evocan los recuerdos del final de la época de aprendiz de un maestro impresor, tiempo en el que precisamente coincidió con la primera impresión que se hizo del “Quijote”, en Madrid, en 1605. En dicha sala se contemplan tres espacios definidos claramente: la zona de utillaje, el tendedero y la librería.
      1. En el caso del utillaje, se muestran básicamente algunos elementos corpóreos propios de una imprenta de la época, piezas originales conservadas, o en su defecto, reproducciones realizadas a este fin, como por ejemplo una caja de tipos, con sus múltiples cajetines y algunos tipos sueltos, fundidos en plomo.
      2. En el tendedero, se instalaron unos cordeles como los utilizados para tender los pliegos una vez impresos –en los cuales se ponían los pliegos a secar, puesto que en aquella época se imprimía sobre papel húmedo- así como unos frascos de tinta, algunos pliegos de papel de barba, además de unos tampones de entirar de piel de perro. Se distinguen dos clases de pliegos, los llamados de “literatura de hilo y caña” (hojas impresas, que se vendían sueltas a muy bajo precio, mayormente copias de ciego, gozos y aleluyas, calendarios campesinos…) y otros pliegos correspondientes al Quijote. En este último caso, se utiliza el pliego correspondiente al prólogo –o a la portada- de la obra y otro en el que aparece las famosas palabras del inicio propiamente dicho.
      3. La librería, de la época en la que aparecen algunos libros colocados sin especial protagonismo, también presentaba en un atril un gran libro abierto con las páginas en blanco, sobre las cuales se proyectan distintas imágenes de libros de caballería.
   3. La sala de proyecciones 2, que constituye un breve montaje sobre “Don Quijote de la Mancha”, y que, mediante un diaporama titulado “Un paso por el Quijote” que nos traslada al espectador a los paisajes y escenarios de las aventuras del hidalgo caballero, combina la proyección de imágenes sobre una pantalla situada al fondo de la sala con elementos de escenografía estratégicamente situados en la misma. Estos elementos corpóreos irán adquiriendo más o menos protagonismo a medida que avance el espectáculo. Tal y como su título quiere indicar, no se trata de un espectáculo de intención didáctica o erudirta, sino que va destinado, por el contrario, a entretener y deleitar a un público general y heterogéneo; al igual que también pretende dar un “paseo” por alguno de los escenarios del Quijote, aunque casi siempre interpretados y transformados por la locura del protagonista y por un irreductible afán de aventuras, fruto de sus lecturas compulsivas. Además de la idea básica de transformación de la realidad ya mencionada, los ejes centrales del espectáculo son, por una parte, la pretensión de impartir justicia y el deseo de proteger al débil, y por otra, la amistad que fragua con Sancho -“el camino es amistad”, como diría él-.En esta exposición visual se observa que la realización se hace combinando los diversos elementos visuales, imágenes proyectadas, bien se trate de fotografías de objetos o paisajes reales, bien de reproducciones de grabados de época o incluso de dibujos realizados ex profeso, así como elementos escenográficos diversos. Se crea, en líneas generales y a menudo simultáneamente, la sensación de transformación de la realidad y la de viaje, un viaje a lo largo del cual tienen lugar ciertos acontecimientos cuidadosamente seleccionados.En cuanto a la locución –al margen de una cuidada banda sonora de música y efectos especiales- se utilizan, exclusivamente, pasajes, fragmentos y frases extraídos de la obra y que son leídos por una única voz masculina.Desde el primer instante el espectador comprenderá que se halla ante los bien marcados cauces conceptuales de que hablábamos más arriba. Además si bien en la concatenación de frases y acontecimientos se respetará un cierto orden cronológico con referencia al seguido en la obra, en el espectáculo que no se pretenderá seguirlo en todo momento rigurosamente.A medida que avance una lectura algo “sui generis” del Quijote (de ahí el párrafo inicial, el mismo archiconocido, con el que comienza la obra), y que lo único que se espera de él es que se deje llevar por una emoción estética provocada por la combinación de imágenes especialmente sugeribles con la insuperable prosa de Cervantes; emoción que discurrirá en todo momento por la proyección, los fragmentos seleccionados tenderán a ser más breves que al principio, dejando mayor margen para el goce visual y sonoro.

      En todo caso y en general, el tono de las frases se procura que sea eminentemente desenfadado. Si no abiertamente cómico, tal como Cervantes concibió la obra en su momento.

   4. Un salón de actos, con capacidad para noventa personas, que acogerá diversos actos relacionados con esta obra de la literatura universal, y
   5. La biblioteca del antiguo Casino, compuesta por unos mil quinientos libros de tema variado, entre los que se destacan los locales, el arte o la literatura.

Todo este contenido multimedia y expositivo quedará modificado y ampliado con el aumento de la superficie museística que se encuentra en su última fase de remodelación. Proyecto acometido financieramente y de forma conjunta entre la Junta de Comunidades y el Ayuntamiento de Ciudad Real que supondrá un coste cercano a los 20 millones de euros, mostrándose así un gran centro cultural, en el que se observarán las siguientes novedades:

1. El incremento de su superficie en un cincuenta por ciento más, ya que el nuevo edificio tendrá en torno a 1.800 m2, para lo cual se ha construido un edificio exento que se comunica con el inicial a través de un pasadizo subterráneo.
2. Esta ampliación supone la reproducción de un molino de viento como eje central de la zona ampliada, a lo que hay que añadir las mejoras realizadas en el equipamiento de la biblioteca, la sala para investigadores y el salón de actos. A estas novedades, también habrá que añadir la nueva zona de exposiciones cercana al molino, además de algunas “sorpresas” -tal y como señaló el Concejal de Cultura-, entre las que podrían apreciarse algunas portadas históricas y casi olvidadas de nuestra ciudad.
3. Por encima de esta zona ampliada, se expone al aire libre un conjunto de obras escultóricas que engalanan la zona verde que constituye un nexo de unión con el cercano Parque de Gasset.

Finalmente, cabe señalar que, aunque el retraso para que se abran las puertas de este museo obedece sencillamente a una mejor dotación tanto en sus contenidos como en sus instalaciones, en estos momentos deseamos la cercana apertura de este templo del quijotismo y del cervantismo para deleite de una ciudadanía que está ansiosa no sólo por volver a transitar por las dependencias de la morada del hidalgo, sino también por las de otros centros museísticos que también se esperan ver prontamente abiertas sus puertas y los cuales aparecían en el comienzo de mi artículo.