La consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha afirmado que el objetivo de su departamento con el Plan de Inversión y Creación de Empleo (PICE) es “hacer a nuestras empresas mucho más competitivas y resolver los problemas estructurales que tiene el sector agroalimentario”.
Durante una entrevista esta mañana en el programa “Castilla-La Mancha Despierta”, de Castilla-La Mancha TV, Soriano ha detallado que el PICE quiere aportar soluciones en aspectos como la simplificación administrativa, la integración cooperativa, la concentración de la oferta, la mejora de la rentabilidad de las explotaciones agrarias, el rejuvenecimiento del campo o la reestructuración de cultivos como la viña o el olivar.
La titular de Agricultura ha expuesto la importancia de reducir los trámites burocráticos, tanto para animar a las empresas a instalarse en Castilla-La mancha como para que “los agricultores, ganaderos, industrias agroalimentarias y cooperativas realmente puedan dedicar el tiempo a su trabajo, que es mejorar las explotaciones y la comercialización de sus productos”.
Para ello la Consejería de Agricultura, ha indicado, está trabajando para que la mayor parte posible de los trámites se puedan realizar vía electrónica y que los plazos de los expedientes se reduzcan lo máximo posible.
Las cooperativas como motor de la economía rural
La consejera de Agricultura ha evidenciado que el sector agrario de Castilla-La Mancha está muy atomizado, lo que lleva a que sean muchos los agricultores y ganaderos que venden sus productos a pocos distribuidores muy concentrados, restándoles poder de negociación.
Por ello, ha insistido en que “para hacer a los productores mucho más fuertes en cadena agroalimentaria, es necesaria la integración comercial de las cooperativas”, de las que ha dicho además que juegan “un papel fundamental para el desarrollo de los municipios”.
Soriano ha explicado que los mercados requieren una organización con criterios más empresariales, ya que por ejemplo países de la importancia de China, en los que ha abierto importantes contactos la presidenta María Dolores Cospedal, cuentan con distribuidores que precisan “cifras y volúmenes importantes que las cooperativas pequeñas no tienen capacidad para atender”.
Seis ejes del PICE agroalimentario
El PICE, en la parte de la Consejería de Agricultura, cuenta con 36 medidas estructuradas en torno a 6 ejes que pretenden abarcar todas las posibilidades de desarrollo del sector agrario en particular y de la economía de las zonas rurales en su conjunto, para lo que cuenta con un presupuesto de 1.713 millones hasta el año 2020, compuesto de fondos propios de la Junta, de la UE y del Ministerio de Agricultura.
El primer eje es el ‘Crecimiento Sostenible’, con el que se quiere impulsar en las empresas la competitividad, la innovación y la sostenibilidad; el segundo, ‘Promoción Económica de los Espacios Naturales’, persigue la conservación, mejora, puesta en valor y aprovechamiento de los recursos naturales.
El tercero es la ‘Mejora de la Competitividad Agroalimentaria’, que cuenta con varias medidas de mejora de la capacidad de generación de valor añadido de la industria agroalimentaria y con una línea de trabajo para acelerar la integración cooperativa, al menos en su vertiente comercial.
El eje número cuatro es la ‘Dinamización Económica del Sector Agrario’, que se centra en corregir deficiencias estructurales que limitan la competitividad de las explotaciones agrarias. En el quinto, ‘Dinamización Económica del Medio Rural’, se trazan estrategias para la diversificación de actividades en las zonas rurales que fomenten la creación y consolidación de empresas que generen riqueza y ayuden a frenar el despoblamiento.
El sexto y último eje es la ‘Racionalización de la Acción Normativa y Administrativa’, con el que se pone el foco en reducir la carga burocrática y simplificar los procedimientos ante la Administración.