El alcalde de Alcázar de San Juan, Diego Ortega, ha instado a la secretaria general del PSOE local, Rosa Melchor, a “llamar al orden” al concejal José Fernando Sánchez Bódalo y a exigirle una disculpa pública por haberle insultado llamándole “facha” en el último Pleno municipal. En caso contrario, señaló que debería “exigirle la entrega de su acta de concejal” por semejante falta de respeto a la institución municipal y a todos los vecinos.
Diego Ortega considera “lamentable” este incidente que motivó que Sánchez Bódalo fuera expulsado del Pleno. “Como alcalde, tengo la obligación de mantener unas conductas de orden y respeto, y no se puede tolerar que un concejal llame ‘facha’ a otro, que en este caso ha sido a mí, pero haría lo mismo si hubiera sido a cualquier otro”, explicó, y añadió que “el Salón de Plenos es un lugar de representación pública para debatir y tomar acuerdos desde una actitud de responsabilidad y respeto”.
Según recordó Ortega, el concejal Sánchez Bódalo tuvo numerosas oportunidades de disculparse tras insultar de forma tan grave al alcalde, pero no lo hizo. “Lejos de rectificar, se ratificó en el insulto, como se puede ver perfectamente en los medios de comunicación que grabaron el Pleno; y cuando se marchó añadió que no tengo vergüenza”, relató. Además, una vez finalizado el Pleno, Sánchez Bódalo fue a buscar al alcalde a su despacho. “Yo creía que venía a disculparse personalmente, pero lo que hizo fue volver a decirme que soy un ‘facha’, y esto no se puede consentir”.
Para el alcalde, resulta evidente que Sánchez Bódalo “ha perdido los papeles, ha perdido el rumbo, está desesperado”, y afirmó que desde el inicio de la legislatura el socialista está siguiendo “una estrategia premeditada de convertir el Pleno en un número circense; busca ser protagonista porque ya no lo es y se hace notar; se siente incómodo porque ya no es el protagonista de la vida municipal”.
Diego Ortega se preguntó qué piensa el PSOE de Alcázar de esta actitud de Sánchez Bódalo y de la imagen que está dando de su propio partido entre los vecinos, tanto de la localidad como de fuera, ya que los “numeritos” del ex alcalde son conocidos también en las ciudades de alrededor. “Es una tristeza tener que dar explicaciones cuando la gente me pregunta por estas cosas”, y añadió que, pese a todo, “los vecinos son inteligentes y les importa más el desarrollo de Alcázar y la creación de riqueza”.
Ortega afirmó que “si Sánchez Bódalo tuviese una actitud coherente y responsable, lo que es improbable, habría presentado ya su dimisión; pero su orgullo no se lo permite, ya que tendría que dejar de ser vicepresidente de la Diputación y renunciar a su sueldo y a sus privilegios”. Por ello, pidió que sea Rosa Melchor, como jefa de Sánchez Bódalo, quien le exija una disculpa o su renuncia al acta de concejal. “De no ser así, Melchor será cómplice de la actitud de irresponsabilidad y falta de respeto a la institución municipal y a los vecinos de Alcázar de su compañero”.
Finalmente, el alcalde deseó que “no vuelva a ocurrir un hecho tan desagradable para todos los vecinos, que no se merecen tener a este tipo de representantes políticos”.