Dicha ceremonia, que será presentada por la periodista Olga Viza, se celebrará en el salón de actos del pabellón ferial de Ciudad Real el día 8 de mayo a partir de las 18 horas
También recibirán este título destacadas personalidades del cine y la comunicación del país como la actriz Concha Cuetos, el actor Emilio Gutiérrez Caba, el periodista José Ribagorda y el sociólogo Lorenzo Díaz
Una leyenda del fútbol y, para muchos, el mejor futbolista de todos los tiempos, Alfredo Di Stéfano, acompañado de destacadísimas personalidades del mundo del cine, la canción y la comunicación del país como el cineasta José Luis Cuerda, la cantante y actriz Mónica Molina, los actores Concha Cuetos y Emilio Gutiérrez Caba, y los comunicadores José Ribagorda y Lorenzo Díaz serán nombrados Embajadores del Vino en FENAVIN 2013, a celebrar del 7 al 9 de mayo en Ciudad Real.
Con este nombramiento como Embajadores del Vino, ceremonia que cumple su segunda edición, se pretende ligar a destacadas personalidades del país con las buenas bondades del vino español, como por ejemplo la de poder disfrutar de una vida más saludable.
El acto, que será presentado por Olga Viza, tendrá lugar en el salón de actos del pabellón ferial y de muestras de Ciudad Real el día 8 de mayo a las 18 horas. Precisamente la periodista catalana se deshace en elogios hacia los próximos galardonados, mención aparte para el presidente de honor de Real Madrid CF: «Alguno de ellos sabe de vino hasta los posos, otros proclaman su amor por él, otros no sólo saben y aman, lo hacen… Y luego está Alfredo Di Stéfano, «la mejor cosecha de la historia del fútbol mundial».
Todos los profesionales nominados destacan el privilegio que supone tal reconocimiento, así como el orgullo que supone poder transmitir las excelencias del vino tomado con moderación por todo el mundo. Tampoco se olvidan de alabar la valía profesional y vitivinícola de sus compañeros.
Mónica Molina destaca el «honor» que le merece este nombramiento, «estoy muy agradecida por ello y más aún por la categoría profesional del resto de los premiados, a quienes admiro y respeto aparte de conocer a algunos de ellos personalmente como a José Ribagorda, o José Luis Cuerda, con quien he trabajado». Molina no se considera una «experta» del sector «aunque sé apreciar un buen vino». Su elaboración, añade, es un proceso artesanal maravilloso, desde su nacimiento hasta el embotellado.
Por su parte, el periodista José Ribagorda, asegura que su primera tarea como embajador la dirigiría hacia los jóvenes, «hay que poner al vino de moda, es imprescindible imbuirles las bondades del consumo de un alimento saludable como éste, consumido con las lógicas y necesarias dosis de moderación».
«Turbación» es la palabra que, para Lorenzo Díaz, define su próximo nombramiento como embajador del vino por los personajes que le acompañarán, «me complace que un certamen de tanto éxito me premie, da legitimidad y reconocimiento, y que vaya en un lote de personajes del calibre de los otros premiados me turba». De ellos opina, con cariño, que son cálidos, entrañables, lúcidos, «podían servir como marca de España».
FENAVIN, inalterable
Ribagorda, que ha seguido muy de cerca FENAVIN en varias ediciones, señala que el incremento de compradores en esta edición dice mucho del asentamiento de una feria que es referencia absoluta para los amantes y profesionales del vino.
Olga Viza, pese a que aún no ha pisado la feria pero sí escuchado y visto noticias, ya la califica como la feria de la «envidia» ajena: «Va a resultar que el vino es imprescindible en nuestras vidas. Es curioso, la economía está avinagrada y el vino está inalterable».
Lorenzo Díaz, que no se ha perdido ninguna edición, apellida a FENAVIN como la ONU del vino, «es referencia de éxito en la gastronomía y cultura del vino, ha abierto mercados y sus ferias han dado cobijo a profesionales de todo el mundo». Si tuviera que escribir un libro sobre la Feria, Díaz pediría el prólogo a Caballero Bonald, «el Premio Cervantes 2013 visitó FENAVIN y se lo pasó muy bien», y lo comenzaría con la frase «confieso que he bebido».
Las debilidades de los embajadores
Olga Viza reconoce su pasión por el vino y apuesta por que, de una vez por todas, se «certifique» que no es una leyenda el hecho de que tomar un par de copas es una bendición para nuestro corazón. Entre sus tintos favoritos, algún Clio de Jumilla, un Maleolus de Ribera, o un riojano Marqués de Riscal. La cantante Mónica Molina se decanta por el que toman en casa, un tinto de una pequeña cosecha de Toledo. Ribagorda, por su parte, confiesa su debilidad por los elaborados con garnacha, «combinan muy bien con la caza», mientras que Lorenzo Díaz apunta hacia un Calvario con un buen gazpacho manchego.