El senador socialista por Ciudad Real, Jesús Martín, recriminó esta tarde al Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sus palabras acerca del matrimonio homosexual y subrayó que tiene «un conflicto entre su fe y la razón de su cargo».
Martín intervino en la sesión de control parlamentario de la Cámara Alta y formuló una pregunta al propio Fernández Díaz en la que recordó sus declaraciones sobre el matrimonio homosexual. En dichas declaraciones apuntaba que «existen argumentos racionales que dicen que ese matrimonio (refiriéndose a los del mismo sexo) no debe tener la misma protección por parte de los poderes públicos que el matrimonio natural. La pervivencia de la especie, por ejemplo, no estaría garantizada».
En este punto y en un tono irónico, aseguró que «hacer esas declaraciones junto a un purpurado y a escasos metros del Vaticano, que como es sabido es el país con mayor índice de natalidad del mundo, no es estar muy afortunado ni en el lugar ni en la frase». A continuación, se dirigió al titular de la cartera del Interior y señaló que «usted, señor ministro, se ha confesado públicamente un converso. No a la manera de San Pablo, que se cayó súbitamente del caballo, sino más al estilo de San Agustín, porque ha rectificado en su camino a base de tiempo y experiencias».
El parlamentario del PSOE, dirigiéndose de nuevo al Ministro, sugirió que «el problema es usted» y citó el artículo 10 al que se suma el 14 de la Constitución Española: «La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la Ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social.»
A continuación, recordó que «como es público, usted juró cumplir y hacer cumplir la Constitución, y para justificar sus declaraciones apela a su moral», pero ésta no puede anteponerse a la Ley Fundamental.
Jesús Martín señaló que en el Derecho Canónico si se jura en falso se comete perjurio y añadió que en el Código Penal español el perjurio tiene el nombre de «falso testimonio».
Por todo ello, Martín recalcó que «oídas sus declaraciones, es obvio que usted ha cometido perjurio o falso testimonio, o las dos cosas por ser la misma porque usted tiene un conflicto entre su fe y la razón de su cargo».
El senador por Ciudad Real continuó indicando que «al contrario de los compañeros de su partido, que no se han caído del caballo, ni por el camino encontraron a San Agustín, yo no voy a pedirle la dimisión. Esa la dejo a merced de su conciencia. Pero permítame que apele a ella para denunciarle la hipocresía que esconde».
Jesús Martín concluyó apuntando con sarcasmo que «usted podría ser un aplaudido embajador ante la Santa Sede, pero no puede ser mi Ministro del Interior. Ese lo podría ser yo, porque en mi España y mi Constitución, usted suma y en la suya, yo resto».