Amnistía Internacional sale mañana a la calle en el campus de la UCLM, junto a la Biblioteca y la Facultad de Letras y a partir de las 17 horas de la tarde del miércoles, 24 de abril. Denuncian y visibilizan la grave violación de derechos humanos que padecen las mujeres egipcias, especialmente las que participan en las manifestaciones.
AI se moviliza en la sección española y en numerosas ciudades, incluidas las capitales de Castilla-La Mancha y los activistas de Ciudad Real han decidido actuar con los estudiantes universitarios para instan a las autoridades egipcias a que condenen todos los actos de acoso sexual y violencia de género, así como al cambio de actitud institucional que discriminan a la mujer.
Objetivos
Las autoridades egipcias deben introducir reformas legislativas, procesar a los responsables de estas agresiones y abordar las causas fundamentales, porque, hasta ahora, se ha hecho caso omiso de la difícil situación de las mujeres que han sufrido violencia sexual.
A menudo se echa la culpa a las víctimas por vestir “de forma indecente”, o por atreverse a estar presentes en espacios públicos para “hombres”.
Los testimonios espantosos recogidos tras las protestas en conmemoración del segundo aniversario de la “Revolución del 25 de enero” que derrocó al presidente Hosni Mubarak, han sacado a la luz la manera en que se han producido las violentas agresiones sexuales cometidas por turbas de hombres -duraban entre unos minutos y más de una hora.-, pero rara vez han atraído la atención pública.
La iniciativa Operación contra la Agresión y el Acoso Sexual (OpAntiSH) ha sido creada por una serie de personas y organizaciones en defensa de los derechos humanos de Egipto para combatir el acoso sexual contra las mujeres en las inmediaciones de la plaza de Tahrir. El día 25 de enero de 2013, este grupo recibió noticias de 19 casos de ataques violentos contra mujeres.
Pero no todo son apoyos. En un vídeo publicado en Internet el 6 de febrero, Abu Islam -propietario de la cadena de televisión Al Ummah- dijo que las mujeres participantes en las manifestaciones habían ido a la plaza de Tahrir porque querían que las violaran y que tales mujeres eran “demonios”. Sus comentarios provocaron una reacción generalizada de condena.
Testimonio
De repente se me echó encima una marea de gente. Estuve unos cinco minutos tirada en el suelo, mientras millones de manos me violaban […] En un segundo me quitaron la chaqueta y el sujetador, me tiraban de la camisa y los pantalones para sacármelos, había perdido la gafas en el tumulto […] Me pisaban, me tiraban del pelo […] No les veía ya la cara. No podía respirar; me ahogaba. Tiraban de mí y me empujaban en todas direcciones […] No podía ya caminar [… ] Estaba paralizada, tenía la mente en blanco y pensé que iba a morir». Dalia Abdel Wahab, agredida sexualmente en una marcha de protesta organizada por mujeres el 25 de enero 2013
Casi todas las muchachas y mujeres -independientemente de su edad, estatus social o forma de vestir- que han caminado por las calles o viajado en el transporte público de El Cairo han sufrido alguna forma de agresión sexual, verbal o física.
Esto no es una novedad. Durante años, en Egipto, activistas en defensa de los derechos de las mujeres y otros colectivos han instado a las autoridades a que reconozcan la gravedad del problema. En las calles, las manifestantes han sufrida una nueva oleada de violencia sexual con la que al parecer se pretendía que abandonaran las protestas.
Amnistía Internacional ha recogido los testimonios de activistas egipcias que luchan por la justicia y los derechos humanos: http://bit.ly/14IxEP2