Daimiel Noticias.- La incertidumbre reinaba hasta las 8:00 horas del Viernes Santo, momento en el que el presidente de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Andrés Márquez Reguillos, anunciaba la suspensión de la procesión. 2013 iba a ser un año de estrenos para la cofradía que lucía nueva túnica de su titular y la imagen remodelada del Niño Jesús.
“Las inclemencias del tiempo nos han obligado a suspender la procesión de Nuestro Padre Jesús de Nazareno. Lo sentimos mucho”. De este modo, acongojado y casi sin poder mediar palabra, el presidente de “Los Moraos”, Andrés Márquez Reguillos, anunciaba a los cofrades que abarrotaban la Iglesia de Nuestra Señora de La Paz, que este Viernes Santo los pasos de la congregación más numerosa de Daimiel, con casi 5.000 hermanos en sus filas, no desfilarían por las calles de la localidad.
Este anuncio llegaba a las 8:00 de la mañana. Pero a las 6:30, horario fijado para que con el primer rayo de luz Jesús Nazareno saliese del templo al ritmo de “El Niño Perdido”, todo hacía presagiar lo peor. La procesión se aplazaba una hora más para ver si el agua acababa dando tregua a los nazarenos, y la situación mejoraba a las 7:30 horas. “Son nubes altas, pero parece que no traen mucha agua. Queremos salir”, comentaba a un círculo reducido de gente Márquez Reguillos. Sin embargo, horas después, los hermanos, que este año estrenaban la túnica de su titular, realizada por el bordador sevillano Francisco Carrera Iglesias, se veían obligados a dar marcha atrás.
No es la única novedad a la que se enfrentaban “Los Moraos” en la Semana Santa 2013. La imagen del Niño Jesús ha sido restaurada íntegramente por Esperanza Fernández Cañero. Sin olvidar que la sede canónica de la Cofradía, la Iglesia de Nuestra señora de la Paz, fue el lugar escogido a mediados de marzo por la 2 de TVE para retransmitir el inicio del septenario.
Paraguas, lamentos y algún que otro estado de malestar por el frío, la lluvia y la espera de los fieles, reinaban en las afueras de la iglesia. Allí, hermanos y daimieleños en general esperaban que tras la tradicional oración realizada siempre en estos casos en el interior de la iglesia, la imagen de Jesús de Nazareno se sacase hasta el petril. Se hizo esperar, pero unos 40 minutos después, cercanas ya las 9:00 de la mañana y con el cielo cada vez más oscuro, el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno salió del templo para que la Banda Municipal de Música le dedicara “El Niño Perdido”. Los lamentos, los malestares e incluso la lluvia, cesaron por un momento, ante una de las figuras más emblemática de la Semana Santa daimieleña.