La despiadada dictadura del #PPSOE de Castilla-La Mancha -ejercitada por activa desde el gobierno y por pasiva desde la oposición- trata de obtener, a pesar de todo, la simpatía y, por tanto, la legitimidad de la ciudadanía manchega porque ni siquiera el peor de los tiranos desea que su gobierno se fundamente en la violencia ni en la coacción. Veamos dos ejemplos de acercamiento al pueblo.
En primer lugar los concejales del PSOE, para ganarse la simpatía de las gentes, escenificaron una queja patética a las puertas del engendro de toneladas de cemento que en su día pretendió ser el gran auditorio de Ciudad Real. Ni cortos ni perezosos llamaron a los medios de comunicación provinciales -los pocos que quedan- propalando que ese “folleto electoral es el más caro de la historia”. Estos señores pseudosocialistas dejaron claro que jamás leyeron a Keynes, paladín de la socialdemocracia, quien afirmaba que es preciso promover la demanda acudiendo al gasto público (incluso sobrepasando la disponibilidad presupuestaria) ya que si los ingresos no se gastan se produce una reducción de la demanda de bienes y servicios y, por tanto, se destruye empleo. Deberían saber que el intento de construir un auditorio municipal por parte del PP es una política keynesiana de manual que habría hecho vomitar a Hayeck -uno de los mentores ideológicos del PP- y que la montaña de cemento generó muchos puestos de trabajo. Para un verdadero socialdemócrata es preferible fracasar en la construcción de una obra pública a no intentarlo. Con gestos similares queda en evidencia el sectarismo del PSOE que solo acepta políticas “sociales” si son ellos los que las aplican. ¡Demagogos!
Por otro lado el PP, para intentar lograr el beneplácito social, se descubre con proclamas mentirosas y absurdas como que “el PSOE incita a los jóvenes a la violencia”. Solo una mente enajenada y una organización política decadente, paranoica y desesperada puede consentir y aplaudir tamaña majadería. Pretenden hacer política disfrazándose de Lamias asustaniños y de Parcas espantaviejas que dobleguen a los ciudadanos y se vean obligados a recurrir a ellos en busca de protección. Creen que con el mensaje del miedo ganarán la confianza de la ciudadanía, pero actitudes tan estrafalarias y esa vanidad partitocéntrica sólo consiguen su animadversión. ¡Falsarios!
Dado que este tipo de actos proselitistas e irracionales sólo calan entre sus domesticados afiliados y no entre la población normal y decente, ambos partidos se ven obligados a ejercer la violencia y la coacción para imponer sus delirios. Ignoran que es imposible obtener la simpatía del pueblo vomitándose mutuamente, arrojándose vísceras, escupiéndose a la cara y lanzándose trapos sucios. Es así que la miseria moral predomina en ambos bandos dejando claro que el espíritu de la Ilustración se encuentra en los movimientos de protesta social y no en estos ominosos y repugnantes partidos plagados de charlatanes que solo representan los intereses de la clase a la que pertenecen.
Sin embargo no es el alipori ni el ridículo de ambos partidos lo que les separa dramáticamente de la ciudadanía. Existe un insalvable escollo para estrechar vínculos con el pueblo consistente en que ambas formaciones practican la hipergamia con las -para ellos angelicales- mafias financieras. Es tan enfermizo y destructivo este amor que llega a transformar a los miembros del #PPSOE en criminales implacables para satisfacer su ciega pulsión y sentirse amados con cada acometida, cada bofetada, cada chantaje y cada amenaza que, como alimento exquisito, reciben de los banqueros-estafadores. Es por ello que, motivado por el desdén y promiscuidad de su amante maltratador, el #PPSOE sublime su dificultad de fornicar con el gran capital en forma de desahucios fraudulentos, amedrentamientos, subyugaciones, mentiras, violaciones sistemáticas y coacciones contra los ciudadanos.
La nit del foc fue la semana pasada.
Hiperbólico y colocando la lupa del esperpento, como casi siempre, sr. Robles, pero pletórico de verdades. Hipergamia, falsarios, domesticados afiliados. La verdad duele o debería dolerles si no estuvieran bajo los efectos de la anestesia que les provoca su propia verbosidad huera.
Los lunes al sol se sobrellevan algo mejor con sus artículos.
Con frases cortas y contundentes, Robles se aleja de todo lo que huele a la naftalina del oficialismo. Oficialismo en política, en el periodismo, en las charlas-coloquio y en la vida cotidiana, en general. Me gusta este tío.
Sólo estoy en desacuerdo con el epíteto empleado para calificar a los afiliados. Revela magnanimidad y falta de conocimiento llamarlos domesticados. Presuponer que alguna vez fueron adorablemente salvajes constituye un desconocimiento palmario de la verdadera naturaleza de casi todos los afiliados, auténticas ovejas modorras, en origen y en el devenir de los tiempos. Se lo dice de primera mano una afiliada desajustada , en el sentido camusiano del término.
Un saludo.
Fenomenal Rafael. Verdades como puños! El continuo ridículo del PPSOE culipardo en los medios es algo a lo que, desgraciadamente, estamos más que acostumbrados. No hay nivel intelectual, no hay democracia interna, no hay crítica interna y, no hay ideología interna, solamente orejeras para los que quieren ser algo dentro del staff mohoso que impone su propia existencia anodina en la provincia.
Hasta que los afiliados no se rebelen e impongan una verdadera democracia en sus partidos, esto que escribes es una verdad como un templo. Seguramente saldrá alguien que, de forma agria, criticará el texto, identificándose como afiliado que no está de acuerdo pero, solamente hay que ver la estructura del PPSOE local, sus mandatarios y sus actividades, para darse cuenta que así es.
Yo, personalmente, incito a todo el mundo a la revolución en las urnas, a poner en marcha la guillotina del voto. Con lo que, para el PPSOE soy un violento. Pues nada, lo acepto, soy un violento intelectual, pero no un CABRÓN como llaman los de Génova a Bárcenas, o como los pájaros de los ERES de Andalucía que me estomagan cada vez que pongo la tele.
Siempre alegra leer comentarios amables y bien escritos como los vuestros. También me alegran los comentarios críticos si están bien argumentados, pero deben de estar de vacaciones. Un saludo cordial.
Jajaja, no olvides que es Semana Santa….ejem…
No es posible tanta unanimidad amable y bien escrita de gente que se unta mantequilla mutua y recíprocamente. Mucho me huelo que aquí hay alguno con más de un nick o varios con un pensamiento único, que es peor todavía.
Suponer que las ideas de Keynes son socialdemócratas es mucho suponer. Con el pasar del tiempo y las diferentes formas de capitalismo es curioso ver como los planteamientos de un señor que pretendía mejorar el capitalismo son asociados a alguna de las ramas del socialismo.
Más curioso es aún ver como ahora quien defiende a Keynes sea Izquierda Unida, dado el escoramiento a la derecha de todos los partidos políticos.
El tiempo pone a todos en su sitio, todos perdieron el ideal para el que nacieron, ¿todos?… bueno los que estuvieron al servicio de si mismos, conservadores convertidos a neo-liberales quizás no tanto.
Los únicos que no perdieron la vista de sus objetivos han sido, son y serán los herederos de la primera internacional, los anarquistas, que no han olvidado que el movimiento obrero nació para acabar con el trabajo asalariado. El verdadero invento del capitalismo, venderse a uno mismo por un salario.
Y si no me creen, lean un poquito de historia.
Siento un gran aprecio intelectual por el anarquismo, como también lo siento por el liberalismo (no lo confundamos con el neoliberalismo). Sin embargo para llevarlos a buen puerto se precisa de la responsabilidad moral de todos los miembros de la sociedad, algo inalcanzable sin peligrosas medidas coactivas que contradicen ambos sistemas. El zigzagueo hegeliano, las decisiones políticas «ad hoc» y las protestas sociales van configurando la política actual, hasta que llegue un momento de equilibrio perfecto que, como dice Fukuyama, acabe con la historia. Nuestro orden es el desequilibrio. Este tema da para un largo ensayo.
Eres más profundo que una mierda, Robles.