Ana Sierra Medina (Secretaria de Movimientos Sociales y relacion con ONG´s CEP PSOE Ciudad Real)
De todos es sabido que el día 7 de Febrero ha comenzado un proceso de normalización de trabajadores extranjeros que se encuentren en España desde al menos 6 meses, y que tengan una oferta cierta de empleo de 6 o más meses de duración. Es este un colectivo de personas que permanecen en situación de irregularidad y que, en gran parte pueden ser integrados ya que el proceso se ciñe a quienes tengan una vinculación cierta y comprobable con nuestro mercado de trabajo.
El partido socialista de Ciudad Real ha venido denunciando la nefasta política que en materia de inmigración hemos heredado durante los años de gobierno popular, una política sin voluntad, una política que no era política sino abandono, un descontrol absoluto cuyos frutos fueron el mayor numero de inmigrantes irregulares en la historia de nuestro país.
Siempre hemos manifestado que para abordar con rigor el fenómeno de la inmigración, debíamos actuar sobre los cimientos, y no empezar la casa por el tejado; debíamos dar solución y respuesta a la inmensa bolsa de inmigrantes irregulares que se encontraban sin salida, en el más absoluto abandono, sin posibilidad de regularizarse y a merced de mafias y empresarios sin escrúpulos; una bolsa de inmigrantes irregulares que de hecho se encontraban trabajando, pero dentro de una economía clandestina que en nada beneficiaba al Estado ni evidentemente al inmigrante.
Hoy, el gobierno socialista, tantas veces acusado injustamente de no tener una visión clara sobre el fenómeno de la inmigración ha demostrado tener VOLUNTAD POLÍTICA:
– Primero: Para solucionar los problemas derivados de la irregularidad y clandestinidad de estas personas
– Segundo: Para dar una respuesta clara tanto a trabajadores como a empresarios
– Tercero: Para alcanzar un amplio consenso no solo con sindicatos y empresarios, sino también con Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, organizaciones sociales y profesionales.
La política socialista en materia de inmigración, aprobada el 30 de Diciembre a través del Reglamento que regula la Ley orgánica sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, es absolutamente consensuada y realista, considerando las necesidades de nuestro mercado de trabajo. Los que la critican, fueron los mismos que miraron hacia otro lado cuando tenían la responsabilidad de gobernar, utilizando de nuevo la alarma social, la demagogia y la cabezonería, y evidencian que no actúan con la talla y la altura política ante una situación importante para la estabilidad y el futuro de nuestra sociedad.
El proceso de normalización (normalización porque se normaliza la situación de personas que de facto ya se encontraban trabajando sin ninguna garantía) es la punta del iceberg de una política ambiciosa que también contempla el control de la inmigración irregular y la mejora de la gestión de los flujos de inmigración legal, en un esfuerzo por perseguir de manera más eficaz la inmigración irregular; una política más ordenada, más ágil, con más garantías y con menos discrecionalidad de la administración, y una política que no debe dar lugar a un efecto llamada porque los inmigrantes que quieran desarrollar una actividad laboral, deberán venir en origen con un visado que les habilite para trabajar o para buscar empleo.
Cuando concluya el proceso de normalización, que será en Mayo, los únicos mecanismos para acceder a una autorización de residencia serán los establecidos en el Reglamento, que da un especial protagonismo a las Comunidades Autónomas y a los agentes sociales que informarán sobre los catálogos de ocupaciones de difícil cobertura, catálogos base para el establecimiento de contingentes más cercanos a la realidad de nuestro mercado de trabajo.
Queremos por tanto, desde el Partido Socialista de Ciudad Real, valorar de manera extraordinariamente positiva el conjunto de la política inmigratoria del gobierno, que ha hecho nuevamente del diálogo, del compromiso y de la voluntad política una seña de identidad.