La Guardia Civil de Ciudad Real desarticula un grupo organizado dedicado a la comercialización ilegal de carne de caza

La Guardia Civil de Ciudad Real ha detenido a once personas y ha imputado a otras dos más en la denominada operación “DELOS”, desarticulando un grupo organizado dedicado a la comercialización de carne de caza mayor sin cumplir con las condiciones higiénico-sanitarias establecidas por la ley.

Entre los detenidos hay cuatro veterinarios, los cuales omitían las inspecciones post-morten de las piezas de caza, falsificando la documentación que acreditaba que eran aptas para consumo humano. Igualmente se ha podido demostrarse la implicación de cuatro salas de tratamiento de carne de caza, una en Ciudad Real, dos en Toledo y una en Sevilla, en las que han sido inmovilizadas cincuenta toneladas de carne.

El origen de esta actuación se remonta al mes de diciembre del pasado año, cuando los servicios de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha en Ciudad Real alertaron a la Guardia Civil de que habían detectado la entrada de tres partidas de carne de caza en una sala de tratamiento de El Viso del Marqués amparadas por documentos que presentaban gran número de irregularidades y que omitían determinada información obligatoria para conocer su trazabilidad, estableciéndose por ello su inmovilización y ordenándose su posterior destrucción.

Como consecuencia de esta comunicación, el SEPRONA de la Guardia Civil de Ciudad Real inició una investigación al sospechar que se estaban cometiendo distintos delitos contra la salud pública y de falsedad documental en relación con el tratamiento de esta carne y su documentación, respectivamente. En el desarrollo de la investigación, la Guardia Civil descubrió que el proveedor de la carne inmovilizada era un veterinario residente en Navarra que, junto con otros dos hermanos, había constituido una sociedad dedicada a la comercialización de carne de caza.

Esta empresa navarra adquiría la carne de caza en la zona norte de España, concretamente en las provincias de Navarra, Huesca, Barcelona y Gerona, hasta donde desplazaba furgonetas y camiones de pequeño tamaño para poder acceder a los lugares donde se encontraban las piezas abatidas, sin que a estas se les realizasen las inspecciones post-mortem obligatorias para detectar posibles enfermedades que pudieran afectar a la salud publica, toda vez que estaban destinadas al consumo humano.

Una vez recogida esta carne se trasvasaba a un camión de gran tonelaje en unas condiciones higiénico-sanitarias inapropiadas, trasladándose hasta la sala de tratamiento correspondiente, valiéndose de documentos falsos con los que daban apariencia legal a sus actividades, evitándose la detección de la procedencia de la caza en un posible control del transporte realizado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

La Guardia Civil comprobó, en el desarrollo de sus investigaciones, que, en algunas ocasiones, los responsables de las salas de tratamiento que procesaban la carne de caza para su incorporación a la cadena alimentaria falseaban sus condiciones higiénico-sanitarias, al permitir la entrada de carne en malas condiciones, en connivencia con responsables de la empresa proveedora, todo ello para evitar su decomiso por los inspectores de salud pública.

La explotación de la operación “DELOS” se precipitó cuando la Guardia Civil detectó que los participantes en esta actividad irregular intentaban introducir en la cadena alimentaria varios lotes de carne decomisada que habían sido declarados no aptos para consumo humano y cuyo destino debía ser su destrucción, ya que parte de la carne presentaba signos de putrefacción y otra parte había arrojado resultados positivos en indicadores de enfermedades graves para la salud.

Después de intervenir el camión que iba a transportar la citada partida de carne en malas condiciones higiénico sanitarias, la Guardia Civil llevó a cabo dos registros en dos instalaciones de una sala de tratamiento situadas en las localidades de Santa Cruz de Retamar y Alcolea de Tajo, ambas localidades de la provincia de Toledo, donde se incautó material informático, numerosa documentación y gran cantidad de carne que fue inmovilizada y decomisada.

Para el éxito de esta operación ha resultado fundamental la colaboración de la Consejería de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha en Ciudad Real.

La explotación de la operación “DELOS” se ha saldado con la detención de once personas: J.E.Z.E., de 47 años vecino de Artica-Berrioplano (Navarra), I.Z.E., de 42 años, A.L.C., de 44 años vecinos de Pamplona (Navarra), , J.L.Z.E., de 46 años vecino de Ezcabarte (Navarra), F.A.B.S., de 40 años, D.B.S., de 37 años, ambos vecinos de Viso del Marques (Ciudad Real), M.S.R., de 43 años vecino de Las Navas de la Concepción (Sevilla), E.L.M., de 37 años, J.C.M.G., 24 años ellos dos vecinos de La Torre de Esteban Hambrán (Toledo), C.M.B., de 44 años, A.C.G.P., de 48 años, ambos vecinos de Huesca y la imputación de otras dos, J.M.S., de 47 años vecino de Folgueroles (Barcelona) y J.M.O.M., de 56 años vecino de Vilanova de Sau (Barcelona) por delitos contra la salud pública y falsedad documental.

La Guardia Civil ha inmovilizado 50 toneladas de carne en mal estado, quedando a disposición judicial, para su destrucción.

Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción número 2 de Valdepeñas.

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