La primera pregunta que se hace el ciudadano es dónde están los parados de la capital y la provincia y las voces que se desgañitan pidiendo honradez política si cuando la cumbre social, nada más y nada menos que un compendio de un centenar de organizaciones, convoca una manifestación que debiera haber reventado por los cuatro costados de participativa, y a la que apenas fueron unos centenares. Hay quien apunta que es porque los sindicatos la monopolizaban. Bien, pues ni así, si estos son los criterios, casi colegiales, el Gobierno tendrá mano libre para hacer de su capa un sayo. Se trata de acudir en masa cuando se llama a la gente que peor lo pasa, convoque quien convoque si la causa es común. Triste reflejo el que se dio en Ciudad Real.
Sima Social
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