Aunque por lo visto deberíamos decir ‘Breyverías’ en loor y honor de don Mariano Rajoy Brey, presidente constitucional de España y como prolongación de las muy saboreadas ‘Greguerias’ de don Ramón Gómez de la Serna, que tampoco se llamaba Gregorio Gómez. Capaz don Mariano (Rajoy) Brey de competir a la gallega, con el presidente del absurdo, don Groucho Marx en su debate operístico y en los puros y cigarros que se aplican para rebajar la tensión del escenario y el canguelo ante los acontecimientos que se aproximan como disparos.
Si don Groucho, capaz fue de discutir el absurdo de un contrato y la superfetatoriedad de muchas cláusulas con el supuesto representante de un tenor escurridizo, don Mariano es capaz de producir un verso suelto de la lógica, de alto y oscuro significado. Y ese verso suelto sin significado es una auténtica ‘Breyvería’ de alto voltaje y de bajo amperaje.
Así, en la reunión del Grupo Parlamentario Popular del 13 de febrero fue capaz de afirmar sobre sus intenciones en la solicitud del rescate del Reino de España que “Mi decisión fue no tomar ninguna decisión, y eso es ya una decisión”. Por lo que, a lo visto, puede ser que “La parte contratante de la primera parte, puede dejar de decidir lo que tenga que decidir, y que esa indecisión sea ya una decisión”. Prodigio de exactitud lingüística y ejemplo de concisión de conceptos escurridizos.