Las orejas de Cunhal

José RiveroDías pasados, como recuento de las celebraciones que se avecinan en Portugal para festejar el centenario del nacimiento, en Coimbra el 10 de noviembre de 1913, de Álvaro Cunhal, un periódico hacía extensiva una reveladora anécdota de 1945.

Álvaro Cunhal, ya saben ustedes, el eterno Secretario General del Partido Comunista de Portugal (PCP) fallecido en 2005, y que cuenta con una leyenda propia de  fascinación y de odio, como tantos otros amados y temidos al unísono. Un Cunhal de estampa más propia de galán cinematográfico, capaz de esconder en su semblante las privaciones de ocho años de cárcel salazarista, igual que escondió su dimensión pública en el seudónimo con el que publicaba novelas, Manuel Tiago. Tan cercano a otro nombre de escritor verdadero, como el de Manuel Torga, con el compartió nacionalidad e ideología.

cunhalpunhoRepresentan esos seres inquebrantables  y un poco insondables como Cunhal, al mismo tiempo la fidelidad a unas ideas periclitadas y la ortodoxia que permanece incólume a pesar de los avatares diversos y de la erosión del tiempo histórico en esos mismos pensamientos. Y de ahí el carácter de ejemplo acertado y de muestra equivocada que encarna. Y así Cunhal, estalinista convencido, enrocado en la fe marxista ortodoxa, apoyó la invasión de Praga de 1968, años antes de retornar a la Lisboa de la Revolución de los claveles.

La anécdota referida, y extraída tal vez de las ‘Memorias’ de otro dirigente comunista, como fuera Santiago Carrillo, cuenta un encuentro clandestino entre ambos, en 1945 y en una apartada vía de circunvalación lisboeta. Eso es lo que se extrae de la lectura del texto en su página 373. Parece ser que Carrillo, tenía una tapadera diurna en Lisboa y un trabajo oculto, que él mismo cifra “como el de  militante clandestino”.

Esa cita nocturna en la periferia lisboeta, con Álvaro Cunhal,  le mostró a Carrillo, la extrema austeridad de las condiciones de vida de los compañeros portugueses y las dificultades de supervivencia en la postguerra europea. No sólo que Cunhal llegara a la cita nocturna montado en bicicleta, contraviniendo normas a seguir en la clandestinidad. Sino que “era tal la extrema delgadez de Cunhal, que las orejas eran traslúcidas”. Quizás, también, las orejas de Cunhal, en boca de Carrillo cuando redacta sus ‘Memorias’, como la orejas del lobo estalinista, en tiempos de promoción del Eurocomunismo, al que Cunhal renunció a sumarse.

Llama la atención el detalle captado por Carrillo, de improbable apreciación en el encuentro nocturno de una carretera periférica en los años cuarenta. Salvo que con esa nota se quiera señalar la entrega religiosa de la militancia comunista en esos años difíciles, que los lleva a las puertas de la desnutrición. Desnutrición que anticipan “la amargura de la derrota” como dijera Cunhal en las entrevistas del año 2000, para sintetizar su propio trayecto.

Relacionados

7 COMENTARIOS

  1. Yo. Yo no me acordaba. Hasta hoy que he leido tu artículo (para que veas que te sigo). Y al acordame de Cunhal me he acordado de mi. Hombre histórico, el; hombre intrahistórico, yo. Y del Comunismo, ideología-filosofía-religión, de impracticable praxis. Mi descreimiento intrahistórico es producto de la Historia-¿qué cosa es el comunismo a las luces del tercer milenio?- y de Malraux.

  2. Que se está nacionalizando la banca, para regalársela a los de siempre, que las diferencias sociales aumentan de forma alarmante, que el capitalismo hace aguas y que con la tecnología del siglo XXI la democracia participativa y socialista es más posible que nunca, me temo que la praxis cada vez está más cerca y es más y más necesaria.

    Pero claro, un hombre que considera necesaria la religión católica en la escuela difícilmente podrá comulgar con este planteamiento, encerrado en el caduco equilibrio de fuerzas del PPSOE y conti8nuando con el rancio argumento del marxismo-religión que tanto gustaba a los redactores de Arriba.

    • Las paradojas del Comunismo son, tal vez, las enunciadas por un conocedor del mismo, como fuera Jorge Semprún que había vivido los Procesos de Moscú y la Invasión de Hungría. Y qu ehabñía conocido el terror de Buchenwald. Ideología, la comunista triunfante, que pretendía la liberación de los oprimidos y que acabó siendo un argumento opresor a lo largo del siglo XX.
      Parte de ese conflicto, entre lo ideológico y lo personal, lo resumía Semprún con la visión de gentes valiosas que habían entregado sus vidas a una ideología que, al triunfar, se había desnaturalizado y había invertido las esperanzas de los oprimidos.
      Otro debate será sobre la idoneidad interpretativa del Marxismo, que no del Comunismo como realización práctica. ¿Liberan las ideología liberadoras? o ¿acaban cayendo en Dictaduras, aunque sean Proletarias?

    • No veo clara la identificación de una democracia tecnológica, cuyo concepto me inquieta, con una democracia socialista, quizá social por una derivada obvia. Una democracia tecnologica requiere además el acceso universal a los «medios de participación», que no de producción lo que a su vez conlleva una sociedad homologada en un standing envidiable. Y las NNTT no distinguen tampoco entre usuarios de modo que también pueden actuar con fruición ciudadanos ¿cómo decirlo? ¿de derechas? como una República advenida puede también ser de derechas pese a la perversión semiótica de indentificar hoy República con izquierdas. En cuanto a que el Marxismo como filosofía de imposible praxis liberadora -el comunismo creó el hombre nuevo desidentificándolo y auomatizándolo- fue divinizado en un perverso culto a la personalidad quasi religioso no hay más que releer la evolución del «sistema» durante el mandato de Stalin. O Hitler que para el caso es lo mismo y los extremos se tocan y pactan. Efectivamente los Juicios de Moscú, elogiados por algunos intelectuales, silenciados por otros y denunciados por muy pocos, fueron la inquisición del Estado trabajador que sustituyó la iconografía ortodoxa por el rostro omnipresente del Gran Hermano.

      • «Qué me estás contando» que se suele decir.

        Stalin como única forma de aplicación del socialismo. Por favor. Cómo está el PPSOE…

        El socialismo es ahora más posible gracias a las nuevas tecnologías que permiten a los ciudadanos controlas los procesos, conocerlos, participar, estar informados.

        Y bueno, lo de ciudadanos de derechas como impedimento para la existencia de una sociedad socialista… JOjojoojoj

        En fin. De la misma manera que un Estado más potente y una economía más pública (y democrática) proporcionan mayor bienestar, igualdad y democracia que una sociedad privatizada, donde la arbitrariedad privada sea mayor proporcionalmente; el socialismo es mejor que el capitalismo en general por mucho que este sea intervenido. Dicho de oro modo, de la misma manera que por «socializante» Francia está mejor organizada que España, Finlandía lo está mejor que Francia.

        Engañar a la gente haciendo creer con medios de comunicación propagandísticos que la gestión privada, los privilegios de la Iglesia o la plusvalía son algo natural e inevitable es algo cada ve más difícil.

        La modernización de las imprentas trajo consigo medio siglo de revoluciones. La llegada de Internet y de estos medios en los que la propaganda anticomunista barata puede recibir su consecuente respuesta también permitirá un cambio radical. Aquí radica la diferencia y la posibilidad de democracia socialista, de planificación ecológica de la economía. En que ahora los del PPSOE compiten en mayor igualdad de oportunidades comunicativas con los que no estamos de acuerdo con sus planteamientos. Con los que queremos, entre otras cosas:

        – Empezar por la dación en pago y la puesta en marcha de intereses moratorios máximos.

        Para seguir después con:

        – Nacionalización de la banca ya (de los otros 2/3)

        – Alquiler social de sus propiedades ya. Que no se vendan las casas que nos hemos comprado en bankia, parque público de viviendas.

        – Último tramo del IRPF y del impuesto de sociedades al 93 %. Expropiación de los bienes de los defraudadores.

        – Nacionalización-expropiación de Capio.

        – Nacionalización de Iberdrola, Teléfonica, Endesa….

        Y más….

        • El problema verdadero no es llamar a las cosas por su nombre: ya Democracia Social, ya Democracia Tecnológica; como propone Valero en su reflexión sobre Democracia y Nuevas Tecnologías, herederas en parte del debate de los 70 sobre la llamada ‘Revolución Científico-Técnica’. ¿Aportan más libertad las Nuevas Tecnologías, o prosiguen su marcha, indiferentes a las Relaciones de Producción? ¿No hay un fondo ambivalente en todo proceso de progreso tecnológico?
          El problema verdadero es saber si un programa de Economía Social, como el esbozado por ‘De veras’, un programa de apropiaciones de plusvalías y de expropiaciones de sectores estratégicos, sería consentido por el Oligopolio Económico Internacional.
          A partir de ahí, habría que constatar qué margenes de actución hay disponibles.
          El lugar común, que he expuesto como comentario en la entrada de Valero ‘Una nueva democracia, deja caer que en el proceso de Transición española la Economía no ha experimentado apenas transformaciones en sus detentadores; coincide con lo afirmado por Francesc Salgado en la presentación de la Obra Periodística de Vázquez Montalbán. Que no en balde se subtitula ‘Del humor al desencanto’.

ESCRIBE UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img