El Museo Municipal de Valdepeñas acoge desde ayer hasta el próximo 18 de febrero, con motivo del Año Jubilar Trinitario, la exposición “San Juan Bautista de la Concepción: Una llama viva”, que conmemora el 400 aniversario de la muerte del santo reformador. Durante el acto de inauguración, el alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, recordó que “los pueblos son la historia que les han forjado” y añadió que «si no somos capaces de mantener viva esa historia y trasladarla a nuestros sucesores, estaremos perdiendo parte de esa historia y, por lo tanto, estaremos perdiendo identidad y un pueblo sin identidad es un pueblo por hacer y este pueblo está bien hecho porque tiene buena historia”. 
El primer edil también quiso destacar que Valdepeñas “tuvo buenos mecenas como el Marqués de Santa Cruz, tiene buenos trinitarios como el padre Pascual, y porque en esa comunidad tuvo un valdepeñeros de adopción que fue San Juan Bautista de la Concepción a quien yo le agradezco que 400 años después nos convoque para saber que el mundo no nació ayer».
Por su parte, el Padre Pascual Villegas, Ministro Superior de la Casa Trinitaria de Valdepeñas, señaló que la exposición que recoge 36 cuadros de la vida de San Juan Bautista, entre otros, es “la memoria del pasado histórico de la ciudad de Valdepeñas”, que es denominada como “la cuna de la reforma”. En este sentido, el Concejal de Cultura y Turismo, Manuel López Rodríguez, coincidió en señalar que San Juan Bautista “fundó la orden Trinitaria y parte de la historia de la ciudad, que ha realizado una importante labor educativa”.
Un recorrido por la historia Trinitaria
La exposición está divida en cuatro salas en las que se muestra la vida descrita al detalle con el pincel del trinitario P. Miguel Ángel Castillo García, que refleja pasajes de la vida de San Juan Bautista entre los que se encuentra la premonición de Santa Teresa de Jesús, y se preside con una reliquia de San Juan Bautista de la Concepción.
San Juan de Mata, que inició junto a San Félix de Valois la Orden de la Santísima Trinidad, también es protagonista en este espacio que aborda su vida a modo de grabados de Michele Giorgio sobre la idea original de Angelo Cipollone. Les acompaña también una clara alusión a la redención de cautivos sobre las jornadas realizadas en el norte de África.
Por otro lado, Valdepeñas también tiene una zona destacada en la que se muestra como la ciudad fue elegida para el inicio de la reforma, distinguida por Juan Bautista de la Concepción tras la conversación que mantuvo con el marqués de Santa Cruz camino a Almagro y el contacto que el Santo Trinitario mantuvo con la feligresía de Valdepeñas en su sermón de la cuaresma en el año 1591. Sugerencia personal, intuición e inspiración divina del reformador, que hacen de Valdepeñas la ciudad elegida desde donde fructificaría la orden en numerosas fundaciones, siendo igualmente la base de otras muchas órdenes religiosas.
Por último, la exposición se cierra con alusiones a la fecha del regreso de la comunidad a Valdepeñas y del duro camino recorrido, que retoman por segunda vez con la voluntad de seguir hasta su definitivo establecimiento en Valdepeñas.
