La quiebra de Sanitarios Roca a causa de una multa de la Unión Europea de 38,5 millones de euros me llena de confusión y horror; ¿en quién podremos cagarnos ahora tranquilamente los españoles? Cierto que siempre tenemos Gobierno, Oposición, Judicatura y Papa de Roma, pero nosotros somos gente seria, que no caga en cualquier parte, ni mucho menos en estercoleros, corrales de gallinas y pozos ciegos de tal putrefacción. Como dice la coplilla manchega:
Una mierda en un camino
se tiene que respetar,
porque aquello representa
al hombre que fue a cagar.
Siempre hay gente inconsecuente, que ni siquiera hace una mierda consistente, sino pura diarrea. Y es que cagar no tiene precio, como sí lo tiene en Europa: en mis tiempos y en París, medio franco. Hasta había una respetable señora junto a la puerta del W. C. para llevar la contabilidad. Recuerdo los graffiti de mi no del todo perdida adolescencia/insolescencia, desde la rehecha cita de El cementerio marino de Paul Valéry:
La merde, la merde, toujours recommencée!
A los clásicos: «En este lugar sagrado / donde entra tanta gente / hace fuerza el más cobarde / y se caga el más valiente» o «si la mierda valiera dinero, los pobres nacerían sin culo». Recuerdo también el notarial que, en el cine Pleyel, recoge Camilo José Cela en su San Camilo 1936: «Aquí cagó José Sacristán Gutiérrez el 12 de febrero de 1936», por no mencionar la otra retahíla: «Caga tranquilo, caga contento, pero, hijoputa, cágate dentro. Cabrón el que lo lea, Más cabrón es el que lo escribió, Vivan las JSU, Caga el rey y caga el papa y en este mundo de mierda sin cagar nadie se escapa, Aquí se caga y aquí se mea y aquí el que tiene tiempo se la menea, No te cagues en la tapa maricón, Viva Falange Española. ¡Viva la República! No tirar de la cadena todo para el jefe etc…». Y es que eso de cagar es el colmo del egocentrismo mayestático: hacer lo que nadie haría en tu lugar. Decía Julio Iglesias en su autobiografía que se sentía raro cada vez que acudía al retrete, porque es bien sabido que los mitos no cagan. Y eso de no cagarse, para hacerlo todo después con harta dificultad, es un estreñimiento que en el caso de los políticos es mental. Los políticos, en vez de cabeza, tienen culo. Por eso solo se les ocurren mierdas y los llaman caraculos. ¿Darán la cara los que han dado el culo? Porque si lo dieran sus señorías, el panteón donde descansan las diversas esperanzas españolas, el Congreso de los Diputados, se quedaba vacío. Pero qué vamos a decir; esto de cagar es hasta cosmológico y existe por ahí la tremenda teoría de que el universo entero proviene de un agujero negro… No es cosa de risa: los planetas mayores de todos los sistemas solares, como lo son los del nuestro, son gaseosos, y la composición mayoritaria de su atmósfera es la misma que la del pedo: metano.
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¡Está que te cagas, de bien escrito!
La cuestión es que si no hubieran pactado los precios no tendrían ahora la multa… En sanitarios no sólo existe Roca,.. así que toca aprender la lección al resto de empresas por si se les pasa por la cabeza lo de pactar precios para joder a los usuarios «cagones» entre los que me encuentro. Por cierto desde que tengo encima del retrete las fotos de la Cospedal y el Rajoy cada vez cago mejor y más a gusto… ni bífudus ni ná.
Un cura:
Hermanos fieles, no os limpiéis el culo con papeles ni con trapos duros que se adolece el culo… Limpiarlo con cristales ,que hasta las lombrices salen!!!!
Muy ingenioso, Sr.Romera. Ay, la merde!!!, cuánto nos hace sonreír.