CSI·F Ciudad Real.- Si en toda España los recortes contra los derechos de los trabajadores públicos han definido las políticas para cumplir el objetivo de mejorar el déficit público, en Castilla –La Mancha estas medidas han sido aún más duras, si cabe, ya que, además de las reducciones que han aplicado los gobiernos de Zapatero y de Rajoy, incluida la supresión de la extra de diciembre, el gobierno castellano-manchego de Cospedal ha añadido su propia rebaja autonómica del 3% a los empleados públicos.
A esto podemos añadir los despidos masivos de interinos, el cierre de centros, el deterioro de servicios públicos fundamentales, educativos y sanitarios, reducciones por bajas de incapacidad laboral transitoria, incrementos de horarios y días laborables, reducciones de vacaciones y permisos, etc.
Los empleados públicos se preguntan si no hay otro sitio donde recortar, ¿por qué no tenemos el ejemplo motivador de recortes en la clase política?, ¿por qué siempre nos hacen pagar a los que nos somos responsables de esta situación, mientras que a los verdaderos culpables no se le exige responsabilidad alguna?, ¿sabemos algún caso de asunción de responsabilidades políticas, económicas o penales en Castilla –La Mancha ?; todo se oculta, todo se solapa, se “mira para otro lado”?, ¿porqué?.
El gobierno regional justifica estos “hachazos” a los trabajadores en la ruinosa situación heredada, cierto, del gobierno socialista: 7.5% de déficit, pero CSI·F considera que este discurso está agotado porque no lo hacen pagar a los responsables que, con políticas manirrotas y, a veces, malversadoras y clientelistas, han malogrado el presente y el futuro de Castilla –La Mancha; ¿esto no tiene responsabilidad?. Si justifican sus injustas políticas contra los trabajadores en la “herencia”, deberían exigir responsabilidades a los culpables, no hacerlo les convierte en cómplices y troca en papel mojado su manido argumento.
También denunciamos, expresando nuestra repulsa, la actitud del gobierno regional que ha impuesto sus duras medidas, muchas veces carentes de rigor y sobradas de improvisación, sin negociación ni diálogo social, evidenciando un claro desprecio a la representación de los trabajadores. Esperamos que se deje esta actitud y se opte por el diálogo negociador.
CSI·F lamentamos igualmente los incumplimientos del gobierno regional, empezando por sus compromisos, en campaña electoral, sobre la televisión pública de CLM y la drástica reducción de empresas públicas, las responsabilidades que iban a exigir, en la línea con lo dicho anteriormente.
Algo que nos duele y decepciona especialmente es el incumplimiento de los compromisos del PP con la Función Pública y sus trabajadores, expresados en carta del 6 de abril de 2011, unos días antes de la Elecciones Autonómicas, garantizando el empleo de todos los trabajadores de la Junta, de todos los grupos y colectivos. Es evidente el total y absoluto incumplimiento, que descalifica gravísimamente a quiénes dieron esas garantías.
Algunas luces
Desde nuestra total independencia señalaremos algunas luces que se vislumbran en esta oscuridad: el compromiso de la Presidenta Cospedal, ante nuestra exigencia, de no realizar Expedientes de Regulación de Empleo entre el Personal Laboral fijo de la JCCM (6.000 personas) y el acuerdo firmado por el SESCAM con CSI-F, recogido en los Presupuestos, para no reducir las retribuciones de la carrera profesional de miles de enfermeros, médicos, auxiliares y celadores, o el compromiso de revisión de la reciente normativa sobre bajas de ILT, también ante nuestra demanda, y el compromiso de abrir Mesas de Negociación, pueden ser pequeñas, aunque importantes, pinceladas de esperanza en este desolador panorama.
Expresamos nuestro total rechazo y confrontación ante las medidas que agreden a los derechos de los trabajadores y hemos estado, y estaremos, en las movilizaciones que consideremos pertinentes, aunque, en nuestra actitud independiente, lejos de las motivaciones o manipulaciones políticas que pretenden obtener réditos de esta grave situación.
Esperamos el ejemplo motivador de los responsables políticos, de la clase política en general, aplicándose realmente, sin engaños, medidas de austeridad y rechazamos que siempre seamos los empleados públicos los que tengamos que sufrir estos sacrificios. Pedimos que acaben estas medidas y se alcance un Pacto de Estado para las Administraciones Públicas con una clara apuesta por los servicios públicos, gratuitos y de calidad, y por sus trabajadores.