María Laguna de Dios presidía este martes, 18 de diciembre, la sesión extraordinaria del Pleno de Argamasilla de Calatrava. Esta joven estudiante de Secundaria fue por unos momentos la alcaldesa de la localidad, en el transcurso de un acto dirigido a alumnos de primer curso de la ESO en el IES ‘Alonso Quijano’ para que conocieran de primera mano, metiéndose en su piel, el papel de los munícipes y una de sus funciones más relevantes con la participación en la gestión de la cosa pública en la reunión plenaria.
De los pormenores de lo que entraña un cargo público dio buena cuenta el teniente de alcalde José Antonio García Serrano, quien refirió a los presentes, en total una treintena de alumnos acompañados por varios profesores. A todos ellos les dijo que el Pleno es, de los órganos municipales, “el más importante, porque es donde están representados los vecinos del pueblo a través de los distintos concejales” de sus respectivos partidos.
Tras compararlo en funciones al Congreso de los Diputados, especificó algunas de ellas, como el hecho de que las sesiones plenarias son “donde se debaten, se aprueba o se rechaza los temas más importantes que afectan a los vecinos y vecinas”. Aludió así a presupuestos, a las inversiones y gastos que se llevan a cabo en un municipio, o a los posicionamientos oficiales que el Ayuntamiento toma en cuestiones de interés general. “Sí quiero que os llevéis este mensaje, la alcaldesa y los concejales, estamos aquí por y para vosotros y que cada decisión que se toma es para mejorar la calidad de vida de todos los vecinos de Argamasilla”.
Luego, uno a uno, los compañeros de curso juraron o prometieron primero sus cargos como concejales. Eran Aitana Redondo Ruiz, Daniel Segura Monroy, María Mónica Torres Rodríguez, Juan Ruiz Paz, Sergio Martín Cañizares, Andrea Muñoz López, Sergio Escobar Molina, Laura García Solís, Miguel Ángel Canales Valle, Luna Calero Villa, David Rivera Martínez y Alberto Racionero Mazoteras.
La última en hacerlo fue la joven regidora incidental, que iría dando la palabra a sus jóvenes compañeros de Corporación para que expusieran desde sus escaños breves referencias en torno al respeto entre los seres humanos, el uso de expresiones de cortesía, el buen compañerismo o, entre otras cosas, el respeto a la educación porque “somos el futuro y sólo ciudadanos y ciudadanas cultos engrandecen su tierra”.
Durante su turno de palabra, que sería previo al cierre de la sesión extraordinaria del Pleno, María Laguna de Dios pronunció también en voz alta un alegato en torno al respeto como “valor fundamental de las relaciones humanas” y lo definió como “la consideración, atención o deferencia que se debe a una persona por el mero hecho de ser persona”. También hizo hincapié en la importancia de la dignidad de la persona, en el sentido de que “no somos ni más ni menos que el otro; somos iguales y ello se demuestra en el respeto que nos merecemos unos y otros”. Y concluyó señalando, que “el respeto a los demás es la primera condición para saber vivir y poner las bases para una auténtica convivencia en paz”.