Como cada año desde hace 28, la iglesia de San Francisco acogió el Pregón de la Navidad, que este año ha sido pronunciado por Sebastián Mora Rosado, secretario general de Cáritas. El pregón aportó «razones para la esperanza desde la fe cristiana, pero partiendo de una situación actual de crisis estructural».
Antes del Pregón de Navidad, es costumbre que el alcalde dirija a los asistentes unas palabras previas de saludo, que este año estuvieron dedicadas a valorar el trabajo que realiza Cáritas Española (a través de Cáritas Interparroquial y Cáritas Diocesana), un trabajo que Diego Ortega calificó de “ejemplar” sobre todo en los momentos de crisis, una crisis económica que el alcalde considera relacionada con la crisis de valores.
Diego Ortega señaló que, en el tiempo de Adviento previo a la Navidad hay razones para la esperanza, dedicando una mención especial al voluntariado y a su trabajo con los parados, los enfermos, las mujeres maltratadas, ancianos, niños y personas marginadas. El punto final de su intervención fue el lema de Cáritas de este año: “vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir”.
De la presentación del XVIII Pregón de Navidad se encargó la profesora de Educación Secundaria Lola Fernández Villacañas, quien introdujo la figura del pregonero, destacando el compromiso con lo social y con la igualdad de este licenciado en filosofía, nacido en 1963, casado y padre de tres hijos. Sebastián Mora inició intervención aludiendo a anteriores pregoneros, como el padre Ángel, el cardenal Amigo o Paloma Gómez Borrero, desde el entendimiento de que esta invitación no lo era tanto a su persona como al colectivo que representa y a los marginados y excluidos que Cáritas trabaja para proteger. Los tiempos actuales son “tiempos de turbación” según los calificó el secretario nacional de esta organización.
El pregonero abrió también una puerta para la esperanza, sobre todo en estas fechas, «en las que la Anunciación de la venida de Cristo llama a escuchar el rumor de Dios en sus criaturas”, lo que convierte a la Navidad en un “camino de compromiso”. Especial emoción tuvieron las palabras de Sebastián Mora cuando señaló que «el propio Cristo nació fuera de las ciudades, en una noche en la que la Sagrada Familia no encontró posada y, por tanto, ya desde su nacimiento su lugar estaba con los excluidos y marginados, como lo estuvo 33 años más tarde, en el momento de su muerte en la Cruz, también fuera de la ciudad».
El broche de oro fue la actuación del coro de San Francisco que como siempre supo ofrecer un programa de altura.
