Luis Conde Pescador, presidente de la Plataforma de Afectados por las Preferentes en Villanueva de la Fuente.- Más de medio centenar de personas con gesto serio y rostros de amargura y rabia contenida se reunían el pasado lunes día 3 a las puertas de la oficina que la entidad de Bankia tiene en Villanueva de la Fuente para reclamar lo que todo ellos consideran el “timo de la estampita en el siglo21”.
Una vez dentro de la oficina solicitaron explicaciones al director, a la vez que le exigían soluciones, pues todos coinciden en que su confianza hacia él ha sido la razón para verse en la situación en la que actualmente se encuentran. Tras no haber obtenido soluciones de este representante se emplazan a una futura reunión con el delegado de zona de dicha entidad, acordando esta para el próximo miércoles, día 5 de este mismo mes. Todos abandonaron la oficina, tras vivir momentos de gran tensión entre los afectados y el director de la entidad (sigue).
La mañana del día 5 se volvía a ver a las puertas de la entidad un grupo de personas que cada día va en aumento, al ir comprobando más clientes de Bankia que lo que pensaban que era una imposición a plazo, normal y corriente, son productos de los que ellos consideran el «timo del siglo».
Después de esperar al delegado de zona largo rato, que no es lo mismo que (“esperar al largo de rato”), este no se presenta, aludiendo que no se reuniría en grupo, aumentando la rabia de esta plataforma, que lo que intenta es precisamente iniciar una senda de reuniones mediante uno o dos interlocutores que representen el sentir de todos.
A la puerta de la entidad se escuchaban los relatos estremecedores de personas que han puesto todos sus ahorros en estos productos y hoy, teniendo algunos más de cien mil euros en estos fondos, viven de la caridad de familiares y amigos, sufriendo una situación desesperante.
Otros relatos escalofriantes mostraban la realidad de familiares de personas que han ahorrado toda su vida para que en el tramo final de esta pudiesen ser atendidos en una residencia, y hoy se ven impotentes, pues al necesitarlo no cuentan con los recursos que, como una hormiga, fueron depositando en su entidad de confianza.
Los afectados coinciden en que, teniendo los fondos en diferentes bancos, al hacerles la declaración de la renta el personal de esta entidad y saber donde tenían los fondos de ahorro depositados, los retiraron de otras entidades y los agruparon en ésta ante la insistencia de su director, ofreciéndoles el mejor producto por tratarse de «clientes vip o preferentes»… Personas incluso que no saben ni leer ni escribir.
Un rosario de situaciones con connotaciones diferentes, pero con un denominador común: la merma o pérdida de unos fondos que en unos casos necesitarían para que puedan seguir estudiando sus hijos o ayudarles a iniciar sus proyectos vitales; y en otros la retención o pérdida de unos fondos que les son de importancia crucial para ser atendidos dignamente en el tramo final de sus vidas, con el agravante de que estos fondos aparecen en sus rentas, perjudicándoles o impidiéndoles acceder a una plaza pública de residencia y a la vez no pueden hacer uso de ellos para pagarse una plaza privada.
Es triste la situación de los dueños de estos recursos económicos, ahorrados a lo largo de largos años de privarse en muchas ocasiones de lo más elemental o básico, por no hablar de lujos que no conocieron, ahorrando a base de dejarse la vista en una confección durante toda una vida, o arrastrando el cuerpo por la blanca y fría escarcha recogiendo aceituna y otros trabajos más duros, como dice alguna persona mayor; o quitándoselo a sus hijos de la boca para que los de Rato y compañía estén bien lustrosos…
Este es el sentir generalizado de una crónica que debe de remover conciencias, pues como en Villanueva de la Fuente está el panorama general del país, y este es un agravante mas para que los recursos depositados en los bancos sigan dormidos y en otros casos muertos de por vida, creando la parálisis total en la actividad de nuestros queridos pueblos y ciudades.