La consejera de Agricultura, de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha anunciado la presentación de una solicitud para que la Unión Europea amplíe un año el plazo de ayudas a la producción ecológica, que en la actualidad se conceden para 5 años, de forma que los productores que comenzaron la actividad en la campaña 2008 y hayan concluido su período no dejen de recibir ayudas en 2013 por dicho concepto.
Lo ha avanzado esta mañana durante la inauguración de la “XVII Conferencia Agraria” organizada por la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) en Ciudad Real, en la que ha querido tranquilizar a los productores ecológicos que, ante la delicada situación que traviesa el sector, habían solicitado a la Junta la prórroga de las ayudas.
La consejera ha indicado que confía en que Bruselas acepte esta ampliación excepcional a un sexto año. Eso supondría habilitar unos fondos extra de 16,6 millones de euros –cofinanciados por la UE, el Ministerio y la Junta de Comunidades-, que se sumarían a los 64 millones iniciales previstos para 2013 para la agricultura y ganadería ecológicas de Castilla-La Mancha.
Los 16,6 millones beneficiarían a 1.921 productores. De estos, 1.611 son de agricultura ecológica; 190 de apicultura; 61 de razas autóctonas en peligro de extinción y 59 de ganadería ecológica. La Junta de Castilla-La Mancha, ha explicado Soriano, espera una respuesta de la Unión Europea antes del mes de marzo.
Plan de reestructuración y transformación del olivar
Uno de los sectores más beneficiados por la posible ampliación de las ayudas sería el del olivar, cultivo en el que Castilla-La Mancha es líder nacional en superficie ecológica, y al que ha estado dedicada la “XVII Conferencia Agraria” de ASAJA.
En este sentido María Luisa Soriano ha explicado que, a pesar de representar el 16 por ciento de la superficie nacional, la región sólo concentra entre el 7 y el 8 por ciento de la producción de aceite. Por ello, ha expuesto la necesidad de que el olivar castellano-manchego pase de su actual modelo de producción extensivo a otro más intensivo, para lo que la Junta de Comunidades trabaja en su Plan de reestructuración y transformación.
Esa intensificación conlleva “un mayor número de árboles por hectárea, con marcos de plantación más pequeños y con olivos a un solo pie que faciliten la recolección mecanizada, para tener así un olivar más rentable”, ha detallado.
En lo que respecta a la comercialización, Soriano ha insistido en la necesidad de integrar la oferta a través de la fusión de cooperativas, “al menos en su vertiente comercial”, ya que eso les permitirá “ganar fortaleza de cara a los mercados y mejorar la internacionalización del producto embotellado, que tiene mayor valor añadido”.