Pedro Luna.- P- ¡Buenos días! M- Nos díaaas! P-¿Tiene demagogia? M-¡Mucha!, recién llegada, fresca y de calidad.
P- ¿Y de precio?
M- Barata, barata, estamos que lo tiramos.
P- Pues póngame un poco.
M- Tenemos una promoción: por cada kilo que se lleve, le regalamos medio de manipulación informativa y un ramito de intoxicación mediática, para condimentar o para decorar, como prefiera.
P- Pues póngame un lote de todo eso que dice. ¿Qué se debe?
M- Naaaaah, invita la casa.
P- ¿Seguro? Déjeme que le invite a unas cañas, o a unos trajes o algo…
M- Bién, pues haga algo por mí: deposite una papeleta cada cuatro años.
P-¡Hecho! ¿Cuál prefiere usted, la del PP o la del PSOE?
M- A mí cualquiera de las dos me valen igual. Yo seguiré con mi puesto…
P- ¡…Su puesto en el mercao!
M- Sí, en “este” mercao mejor dicho, el mercado libre y globalizado.
P- ¡Uy! Pues casi prefiero el otro, el mercado de abastos. Además, tengo que visitarlo para comprar membrillos, que estamos en temporada y mi madre hace un dulce que flipas.
M- ¡Membrillos! ¡Qué bueno! Además, se pueden usar de ambientador…
P- Y que lo diga… ¡Con la peste que echa usted!
M- ¡Ya estamos! Creo que le está sentando bien la demagogia…
P-¡Vaya usté a la porra!
M- Jejeje… Eso le digo yo a unos amigos míos ¡A la porra! ¡A la porra!
P- ¿No serán unos con mono y casco, que van sin etiqueta?
M- Pues sí, efectivamente, es a ellos a quienes me refiero. ¡Pero vaya! Buena mierda esta demagogia, ¿eh? Veo que le sube como un tiro.
P- Hombre, ahí me ha pillado. No sólo de castañas y nueces, que también son de temporada, vive el pueblo llano. Nosotros también necesitamos nuestra dosis de demagogia. Por cierto, veo que de cinismo, sarcasmo y recochineo va servido.
M- No faltan nunca en este puesto. ¿Le pongo un poquito?
P-No, no, ya voy servido.
M-Ya veo que os gusta guisar soso. Infelices… Pues nada, váyase al mercao de abastos a prolongar la agonía de esa especie en extinción.
P-¡Hideputa! ¡A usted habría que lapidarlo a membrillazos!
M-Ya salieron los radicales. ¡Ains, qué penica!
P- ¿Radicales? ?Pues sabe que le digo? ¡Que no voy a volver por aquí nunca más!
M- Eso… ¡Eso no te lo crées ni tú!