Paula Fernández Pareja. PSOE de Puertollano.- No ha pasado un año del acceso al poder del partido Popular y hay noticias que son especialmente preocupantes como la del “Informe Global sobre desigualdad de Género 2012” que elabora anualmente el Foro Económico Mundial, y es que España ha caído 14 puestos (del 12 al 26) en el índice sobre igualdad de género.
Y este retroceso no es casual, las crisis está sirviendo de excusa una vez más para modificar de forma sustancial los avances que en igualdad de género se habían venido construyendo en los últimos años.
La crisis económica ha acabado con el discurso y con el lugar central que había ocupado la consecución de la igualdad real entre mujeres y hombres en la agenda política y en la obra legislativa del anterior gobierno; la igualdad ha quedado relegada a un segundo o tercer plano sin que empape ya como hacía antes la acción de gobierno
Castilla-La Mancha se había consolidado durante los últimos 20 años como uno de los modelos más avanzados en materia de igualdad; con la aprobación de normativas pioneras que fueron sirviendo de ejemplo en muchos casos a la normativa nacional que se aprobó con posterioridad, como fue el caso de la aprobación de la primera Ley contra la Violencia de Género; fuimos la primera comunidad autónoma que pusimos en marcha el registro de “cotitularidad para las explotaciones agrarias” que beneficiaban a las mujeres rurales, subvencionando las cuotas a la seguridad social de las mujeres que se dieran de alta en dicho registro, y con la aprobación de la Ley de Igualdad de Castilla la Mancha se ampliaron derechos de los recogidos en la ya importante ley de Igualdad nacional de 22 de marzo de 2007.
Hoy desgraciadamente con Mª Dolores de Cospedal en la presidencia de Castilla la Mancha, muchos de estos avances se han convertido en papel mojado, con intentos a los pocos meses de llegar al poder de desmantelar hasta las Casas de acogida para mujeres víctimas de violencia de la Comunidad o de cerrar la mayoría de Centros de atención a la mujer. Si esta decisión no llegó a buen puerto fue por el escándalo que supuso y la repercusión nacional que tuvo la noticia.
Otras decisiones como la del Registro de cotitularidad han corrido mejor suerte, eso sí primero se anularon los decretos del anterior gobierno y al poco tiempo se aprobaron decretos nuevos y los “voceros” del PP “vendieron” la noticia de la creación de dicho registro como una iniciativa de la insigne presidenta, para su mayor gloria.
¿Cuál es el panorama al que nos enfrentamos hoy en materia de igualdad?
Lo primero como he comentado antes es el cambio de actitud ante la igualdad de género del gobierno del PP, y este cambio de actitud tiene un reflejo nítido en las partidas presupuestarias destinadas a fomentar la igualdad de oportunidades, con recortes de hasta el 84% en los programas de formación y fomento del empleo femenino que realizaban las CCAA.
Pero además la batería de medidas legislativas que el Gobierno del PP está poniendo en marcha tiene una incidencia muy negativa en los avances de igualdad conseguidos en los últimos años, para muestra valen algunos ejemplos sencillos.
La paralización de la aplicación de la Ley de Dependencia, supone en si misma un retroceso importante de los derechos de las personas que más necesitan el apoyo del Estado, pero junto a ello un gran número de mujeres, que son las cuidadoras generalmente, han visto truncada la posibilidad de incorporarse al mercado laboral al tener que retomar su papel de cuidadoras a tiempo completo y en otros casos han perdido parte del pequeñísimo sueldo que recibían por su labor,(alrededor de 300€) y lo que es más grave desde enero el estado dejará de pagar las cuotas de la Seguridad Social, por lo que perderán también el derecho a una jubilación .
La reforma laboral de 2012, junto a otros muchos aspectos negativos, supone la ruptura definitiva con las políticas de igualdad de mujeres y hombres dentro del mercado de trabajo. El incremento del poder empresarial en la organización del trabajo tiene un reflejo inmediato en la ordenación del tiempo de trabajo y por tanto en las posibilidades de trabajadoras y trabajadores ( casi siempre de las trabajadoras) para combinar los tiempos dedicados a la profesión con el tiempo dedicado a los cuidados familiares; se da marcha atrás en la concepción de los derechos de conciliación de la vida familiar y laboral supeditando totalmente el tiempo de trabajo a las necesidades de la empresa. Una vez más las mujeres, el 52% de la población son doblemente víctimas de las leyes profundamente injustas de este gobierno.
La nueva ley de Educación bendecirá entre otras cosas la segregación por sexos que hoy existe en determinados centros, financiándolos con fondos públicos nos devuelve a la educación de hace más de 40 años.
Las decisiones del Sr. Ministro de Justicia merecen un análisis especial: desde su propuesta de cambiar profundamente la conocida como “ley del aborto”, volviendo a planteamientos ya superados en la ley de 1985, hasta la propuesta de la nueva ley de tasas judiciales. Ambos son decisiones altamente perjudiciales para las mujeres.
La nueva Ley de tasas judiciales va a afectar «muy significativamente» a las clases bajas y medias y sobre todo a las mujeres que forman parte de la clase más desfavorecida, muchas de ellas, que se encuentren en proceso de separación, divorcio, que reclamen pensiones compensatorias o denuncien casos de violencia de género, se van a ver «muy perjudicadas».
Y de lo que vamos conociendo del proyecto de reforma del Código penal, podemos intuir que los avances logrados en materia de violencia de género se van a ver afectados, las “mejoras técnicas” que propone el Ministerio implican que el término de “violencia de género” desaparezca de la redacción del mismo.
Y es que el Gobierno del PP ha decidido prestar menos atención a la violencia de género, actuando de forma irresponsable, primero por recortar el presupuesto dedicado a la lucha contra esta forma de violencia ejercida sobre las mujeres, y en segundo lugar pero no menos importante por romper el consenso parlamentario en esta materia, una actitud que es muy peligrosa para las mujeres.
Desde el Gobierno se justifica la reducción arguyendo que sólo se recorta en “propaganda”, lo que es un verdadero despropósito y un sinsentido; llamar propaganda a las campañas de prevención, sensibilización e información sobre violencia de género que se han demostrado como un instrumento eficaz para que las mujeres denuncien y rompan el círculo de la violencia machista.
El próximo domingo 25 de noviembre se “celebra” una vez más el Día internacional contra la violencia de género, y seguro vamos a ver a los y las responsables del gobierno participando en actos y lanzando “sentidos” discursos frente a esta lacra de nuestra sociedad. Este es el momento y la oportunidad de que las mujeres y los hombres progresistas les digamos que la única forma de acabar con ella es seguir apostando fuerte por las políticas que habían empezado a dar sus frutos y que ellos han truncado.
Hemos perdido las elecciones, pero no la palabra y en este tema podemos estar muy orgullosos de las acciones puestas en marcha por los gobiernos del PSOE .