Neuropediatras y expertos procedentes de varios hospitales de Castilla-La Mancha, Madrid y Valencia abordarán en el Hospital General de Tomelloso (Ciudad Real), los métodos de detección y diagnóstico de los trastornos del neurodesarrollo en los niños, entre los que destacan el déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el autismo o las altas capacidades.
Según explica la doctora Raquel Almendral, neuropediatra del Hospital General de Tomelloso, las últimas estadísticas demuestran que “actualmente un 7% de los niños presenta trastornos por déficit de atención e hiperactividad”.
Las patologías por neurodesarrollo infantil son cada vez más numerosas y llegan a ocupar casi la mitad de las consultas de neuropediatría, explica Almendral.
Esto, unido al interés que puede suponer para los familiares y asociaciones de personas afectadas por este tipo de trastornos es lo que “nos ha llevado a poner en común con expertos de distintos hospitales de España nuestras experiencias y puntos de vista respecto al diagnóstico y tratamiento de estos trastornos”, cuyo resultado será la celebración de las II Jornadas sobre Neurodesarrollo el próximo 30 de noviembre en el Hospital General de Tomelloso.
Detección
Los trastornos del neurodesarrollo “no son una enfermedad, pero sí actúan como un condicionante que obliga al individuo a adaptar su modo de vida a su ritmo de comprensión y aprendizaje”.
Esto implica, añade la doctora Almendral, que existan numerosas dificultades en el diagnóstico y tratamiento, tanto desde un punto de vista farmacológico como emocional.
Uno de los aspectos fundamentales es la detección y el diagnóstico precoz, donde cumplen un papel fundamental los docentes y los médicos de atención primaria.
En muchos casos son los propios padres quienes intuyen que puede existir un trastorno, aunque “existen muchos tipos de problemas del desarrollo, no es lo mismo un niño que tiene un déficit cognitivo que uno psicomotor”, explica la neuropediatra.
En cada caso existen unos tipos de “alertas”, aunque generalmente los padres se guían por “comparación”. Por ejemplo, si un niño con “20 meses aún no camina solo o no pronuncia sus primeras palabras”, los padres suelen plantear esta preocupación a su pediatra, quien determina la necesidad de derivar el caso al especialista.
Tras una valoración inicial y las pruebas correspondientes se recomienda la terapia de estimulación infantil y otras técnicas de atención temprana que favorecen el desarrollo de habilidades.
“Cuanto antes se actúe con estos niños, el resultado será mejor” y este es el mensaje que queremos dejar claro con la celebración de las Jornadas
Buenos días,
soy director del grupo de investigación MAmI de la uclm. Me gustaría contactar con usted y el Dr. Alfonso Verdú porque estamos comenzando una tesis en autismo y es posible que podamos encontrar posibilidades de colaboración.
Gracias