Tomás Mañas (Consejero de Bienestar Social)
La solidaridad, que en muchas ocasiones propugnamos como modelo de actuación, no es un concepto vacío y etéreo sino una sucesión de hechos concretos que llevamos a cabo día a día, en la vida cotidiana. La solidaridad es un valor real que no hay que buscar en libros ni diccionarios, sino en la labor altruista de muchas personas que realizan un trabajo voluntario en beneficio de los demás, sin esperar nada a cambio.
Ese es el espíritu de los voluntarios, un sentimiento solidario con el que estas personas tratan de cambiar la sociedad. Porque es con el trabajo diario y silencioso, con el contacto directo con aquellas personas que más necesitan, que menos tienen, con el que lograremos una sociedad más justa e igualitaria.
Para recordar esa labor callada y constante, para homenajear a los miles de personas de Castilla-La Mancha que se implican de esta manera celebramos el Día Internacional del Voluntariado. Un día que, sin embargo, se nos queda pequeño para recordar a las más de 26.000 personas que en nuestra región realizan algún tipo de labor altruista.
Unos voluntarios que son un reflejo de toda la sociedad castellano-manchega, pues entre este verdadero ejército de la solidaridad encontramos personas de todas las edades, condición social, profesiones, inquietudes…, tan sólo con una cosa en común: su dedicación desinteresada por los demás, por los que menos tienen, por los más desfavorecidos.
Así, entre estas 26.000 personas encontramos muchos jóvenes que trabajan con personas mayores, con discapacitados, con niños, con mujeres o en albergues de transeúntes. Pero también hay jóvenes solidarios que son capaces de desplazarse a miles de kilómetros para ayudar a hombres, mujeres y niños, a seres humanos que, de verdad, no tienen absolutamente nada:
Son esos jóvenes cooperantes los que llevan este espíritu solidario más allá de nuestras fronteras, son nuestros embajadores ante las personas y los pueblos más pobres del planeta.
Pero los jóvenes no son los únicos que se dedican a esta labor. Las personas mayores se han convertido en verdaderos protagonistas de este trabajo solidario, pues son múltiples las actividades de voluntariado que desarrollan, en muchas ocasiones, con aquellos otros mayores que peor se encuentran.
A todos ellos desde el Gobierno de Castilla-La Mancha queremos agradecer su trabajo, su ilusión, su esfuerzo y su dedicación, algo que nos hace a todos un poco mejores, algo que nos hace más justos y solidarios.