De ermita a basílica

Recuperando lo pasadoEstanislao Z.Navas.- El tiempo siempre deja huella en nuestro patrimonio, tanto cronológico como meteorológico. Este último no sólo dañó recientemente una cornisa del edificio de la Casa del Arco (“La casa del judío” de nuestro primer artículo), sino que previamente había afectado al edificio religioso más representativo de nuestra ciudad: la Catedral de Santa María del Prado.

… Cuéntase que, en 1088, en el día de San Urbano, aparecióles la Virgen a unos lugareños del Pozuelo Seco de don Gil, en este lugar llamado prado, bajo la imagen que portaba el capellán del rey Alfonso VI, Marcelo Colino, y que despertó gran fervor. En dicho lugar, la primitiva iglesia románica, dedicada a la Virgen María, recibió su advocación del prado en que fue levantada. Sin embargo, los anhelos de sus devotos exigieron la construcción del templo actual. En 1531 el Cardenal de Astorga concedería la licencia para su construcción, siendo una de las tres únicas iglesias góticas, junto con las de Coria y la de Santiago el Real, de Logroño, de una única nave, con proporciones considerables (24 metros de altura, 53 de longitud y 18 de latitud), dotada de tres puertas románico-góticas, y un retablo de corte renacentista. Arquitectónicamente, el templo comparte los estilos gótico decadente y Renacimiento. El material predominante en los muros es una piedra caliza de mala calidad, que quizá se obtuviese de las canteras de Ciudad Real. El aparejo de los muros, en su mayoría, son sillares muy bien labrados, de forma rectangular y unidos entre sí con poca argamasa, de grandes proporciones. Su ábside monumental y sus capillas colaterales formaban esta iglesia, a la que se entraba por un postigo. Se amplió después con su grandiosa nave, cerrándose sus bóvedas en 1580, y colocándose su armadura y tejado en 1764. La torre antigua estaba al lado del Norte. La Iglesia de Santa María la Mayor actúa como Catedral de Ciudad Real desde 1875, por Bula papal de Pío IX (siendo Basílica Prioral de Ciudad Real y teniendo el Obispado del Priorato de las Órdenes Militares) y está bajo la advocación de Santa María del Prado, patrona de Ciudad Real.

Entre sus reformas destacan: cercado del atrio del Prado con verja de hierro; cierre con verja entre los contrafuertes de la puerta de la calle de los Reyes; construcción de las capillas de Santo Tomás, y del Sagrado Corazón; sustitución del chapitel de la torre por la actual cúpula rodeada de balaustrada; vidrieras de los ventanales del ábside, suprimiendo los parteluces y bella tracería; etc.; se pican cuidadosamente los revoques de columnas, nervaturas y muros; se levanta el piso de granito artificial, para colocar una nueva pavimentación; se quitan los pórticos que deformaban la entrada a las capillas, así como el construido a principios de siglo en la puerta del Prado siendo sustituido el último por otro de piedra más a tono con el estilo del templo; se construye el coro para el órgano y los cantores a los pies de la iglesia; el nuevo y amplio presbiterio con su artística sillería coral; se adornan las capillas de Santo Tomás y penitencial y se renueva totalmente la techumbre; la sillería coral es trasladada desde los pies de la iglesia al presbiterio primero; desde el presbiterio a los pies en la vacante de la postguerra y de los pies al presbiterio de nuevo en nuestros días.

Como aspectos a destacar de este templo señalar: sus portadas (la puerta del Perdón considerada, por muchos, como del siglo XIII, por haber sido la que dio entrada a la iglesia ampliada por Alfonso X; la del mediodía, por la parte del Prado, se encontraba una portada de estilo ojival decadente; la actual, de la que destaca una especie de atrio o pequeño pasillo que nos conduce a la puerta de acceso; y la de Umbría o Norte, de principios del siglo XVI, con un arco ojival conteniendo otro adintelado y flanqueados ambos por graciosos pináculos), sus capillas (hoy tan sólo dos abiertas a los fieles, de construcción moderna), el coro (de 1970, a espaldas de la Puerta del Perdón, se accede mediante una escalera), el Camarín de la Virgen (por la calle de Azucena aunque suele estar cerrado al público), el Retablo Mayor (se levanta cubriendo tres lados del ábside y llenando el frente completo de la ancha nave, siendo los representantes de Juan de Villaseca quienes contrataron la obra de Giraldo de Merlo, escultor, y Juan de Asten, pintor, vecinos de Toledo, terminada en julio en 1616 y declarada monumento nacional), y la imagen de la Virgen (en plena guerra civil, supuestamente desapareció o fue destruida; siendo construida en Barcelona por el escultor Vicente Navarro, y policromada por el pintor Carlos Vázquez; el 24 de mayo de 1940, llegaron los comisionados a Ciudad Real, evocando la aparición milagrosa de 1088; más tarde, se deterioró y se realizó una tercera imagen, por los escultores Rausell y Llorens, que también hicieron las imágenes del retablo mayor de la S. I. Prioral, y el 5 de abril de 1950 fue bendecida por Obispo Prior Sr. D. Emeterio Echevarría, la tercera imagen y colocada en su Camarín).

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2 COMENTARIOS

  1. GRACIAS CABALLERO POR SU ALIENTO Y AÚN MÁS SI CABE EN ESTA ÉPOCA DE CRISIS EN LA QUE TODO LO QUE SUENA A CULTURA Y PATRIMONIO SÓLO SE MIDE CON CRITERIOS ECONÓMICOS

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