La Guardia Civil, en el marco de la operación “ENGINER”, ha detenido a nueve personas como presuntas autoras de robos en explotaciones agrícolas, recuperando 500 kilogramos de cable de cobre procedentes de la sustracción de tres transformadores eléctricos y esclareciendo un total de 120 robos perpetrados contra este tipo de explotaciones.
La actuación se enmarca dentro del Plan Operativo de respuesta al robo de cableado de cobre y es fruto de los dispositivos establecidos por la Guardia Civil para evitar dichos robos en la provincia de Ciudad Real.
Las actuaciones se iniciaron en el mes de agosto del presente año por el Grupo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Ciudad Real y el Área de Investigación del Puesto Principal de la Guardia Civil en Tomelloso, tras las denuncias presentadas por varias víctimas de robos de cable de cobre.
La Guardia Civil reaccionó ante estas denuncias con un incremento del número de dispositivos de vigilancia y control en las zonas afectadas, con objeto de localizar y detener a los autores de los robos.
Tras las primeras indagaciones se detectó la presencia de varios vehículos sospechosos en las zonas en las que se habían cometido los hechos. Entre los propietarios de estos vehículos fueron detectados varios delincuentes de la zona de Tomelloso que contaban con un amplio historial delictivo.
A medida que avanzaban las gestiones sobre los titulares de los vehículos investigados la Guardia Civil pudo determinar que los robos estaban siendo cometidos por dos grupos delictivos que estaban perfectamente organizados, centrándose las investigaciones en determinar la identidad de todos los integrantes de ambos grupos y su posible relación entre ellos, descartándose ésta posteriormente.
Los miembros de uno de los grupos se trasladaban desde Tomelloso hasta diversas zonas de explotaciones agrícolas y casas aisladas de toda la provincia y ocasionalmente fueron identificados por miembros de la Guardia Civil en las inmediaciones de los lugares de comisión de los delitos. Los delincuentes, pese a haber sido identificados, regresaban posteriormente al lugar para perpetrar sus acciones delictivas una vez se aseguraban de que la patrulla de la Guardia Civil había abandonado la zona.
Los miembros de este grupo delictivo sustraían principalmente cobre, aunque también hacían lo propio con cualquier efecto que les pudiera reportar algún beneficio, tales como televisores, electrodomésticos, herramientas, aperos de labranza, gasóleo, etc…
En días previos y con antelación a la comisión de sus delitos, los integrantes de este grupo realizaban un estudio exhaustivo de las casas de campo o de otros lugares en los que estuvieran instalados los transformadores y aprovechaban los días en los que se producían inclemencias climatológicas y la falta de luz diurna para consumar los robos.
Una vez en el lugar del hecho, uno de los integrantes del grupo permanecía en sus proximidades, controlando la presencia policial y el movimiento de otras personas que pudieran circular por la zona, mientras el resto procedían a robar en el lugar elegido.
Una vez se habían apoderado de los efectos que pretendían sustraer permanecían en el lugar o en sus inmediaciones hasta el inicio de la actividad agrícola en la zona para, de este modo, pasar desapercibidos entre los vehículos que circulaban con motivo del inicio de la actividad laboral.
Tras salir de la zona del robo mantenían los efectos en los vehículos, ocultos en garajes, hasta que los trasladaban a un desguace de Villafranca de los Caballeros (Toledo), donde finalmente los vendían.
El contacto entre todos los miembros del grupo se establecía a través de teléfono móvil.
Estas acciones eran realizadas por personas con buenas condicionas físicas y conocimientos precisos en el manejo de instalaciones eléctricas, con el fin de realizar el hecho en el menor tiempo posible.
La operación culminó con la detención de los cuatro integrantes de este grupo y el registro de dos domicilios en la localidad de Tomelloso y del desguace de Villafranca de los Caballeros donde se vendían los efectos, siendo intervenidos una furgoneta y dos turismos que los delincuentes utilizaban para sus desplazamientos y para la recogida de material sustraído.
Por su parte, un segundo grupo, totalmente independiente del anterior, perpetraba sus robos en empresas de la localidad de Tomelloso, fundamentalmente por la noche.
Tras cometer sus robos, utilizaban varios vehículos para transportar el material sustraído hasta dos chatarrerías de Tomelloso y Alcázar de San Juan, actuando uno de ellos como vehículo lanzadera para, de esta forma, evitar una posible identificación policial.
Los cuatro integrantes de este grupo fueron detenidos en la localidad de Tomelloso tras ser sorprendidos por la Guardia Civil cometiendo un robo en un establecimiento público de la citada localidad.
Detenidos.-
El primer grupo estaba integrado por cuatro personas de nacionalidad rumana, V.P.N., de 33 años de edad, G.A.H., de 24 años de edad, F.V.L., de 20 años de edad y G.A.U. de 20 años de edad, todos ellos vecinos de Tomelloso. Junto a los anteriores la Guardia Civil también detuvo a E.T.P., de 26 años de edad y vecino de Villafranca de los Caballeros (Toledo), por un delito de receptación.
En la segunda actuación se procedió a la detención de J.G.A., de 21 años de edad, J.M.B., de 21 años de edad y F.J.G.T., de 27 años de edad, todos ellos vecinos de Tomelloso, así como de C.A.T., de 21 años de edad, vecino de Tomelloso y de nacionalidad rumana.
Las diligencias instruidas junto con los detenidos han sido entregadas en los juzgados de Instrucción números 2 y 3 de Tomelloso.
La Guardia Civil agradece la colaboración ciudadana, determinante para evitar estos hechos delictivos e identificar a los autores y recuerda que dispone del teléfono de atención permanente, 062, para comunicar cualquier tipo de incidencia o vicisitud.
