Comienzo una nueva singladura por los mares electrónicos ciudadrealeños con la intención de comentar semanalmente las marejadas, borrascas y temporales educativopolíticos que amenazan con hundir el barco de la igualdad de oportunidades que solo una educación de calidad puede garantizar. Pretendo exorcizar mis demonios que se impacientan por manifestarse animados por la preocupante situación de la educación en esta provincia, maltratada por el gobierno anterior y humillada, vapuleada y vilipendiada por los actuales gobernantes, presos de unas mafias financieras ante las que se muestran incomprensiblemente serviles. Espero que alivie esta cura por la palabra.
Mi estado de constante irritación por las tropelías que se padece en el ámbito educativo castellano-manchego viene marcado por ocurrencias tales como la que hemos conocido esta semana: una empresa de cosméticos, ropas de marca y cosas varias se ha hecho con parte del negocio educativo de Castilla-La Mancha. Quien conozca el asunto de las tecnologías educativas con cierta profundidad percibirá, tras leer dicha noticia, el carcajeo cínico de Diógenes de Sínope desde su tumba-tonel, acompañado de una mueca horripilantemente fea dirigida a quienes desean lucrarse con el negocio de los contenidos educativos y que -¡oh, ignorantes!- desconocen la existencia de materiales didácticos de primera calidad disponibles en la red gratis-total-tía.
¿Conocen estos hombres de gris -mercachifles y politicastros- el proyecto de Textos Marea Verde? ¿Han oído hablar de los conocimientos compartidos por la asociación Ciberespiral o desde DiM? O, sencillamente, han disfrutado de la lectura de libros de texto magníficos y gratuitos como el del profesor Santa Olalla, o han leído las reflexiones sobre tendencias educativas como las del profesor Jordi Adell o Santos Guerra?
Propalan ahora los advenedizos, para justificar sus recortes, que invertir mucho en educación no garantiza un mejor rendimiento académico, lo cual quizá sea cierto; pero su arbitrariedad en el manejo de los fondos públicos les impide comprender que lo abyecto es malgastar decenas de miles de euros en pizarras digitales interactivas (disculpen la autocita con el hipervínculo) y en presuntas comisiones para el recién nacido, y tristemente ya obsoleto, proyecto-negocio al que nos referíamos anteriormente. En ello y similares estriba el verdadero lastre educativo que impide levar anclas.
Sin duda Internet ha cambiado la forma de entender el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero algunos soslayan que también ha transformado el modelo de negocio asociado a este proceso. Solo pido que no pierdan el poco dinero asignado a las arcas castellano-manchego en chapuzas repletas de palabrería, vistosidad y propaganda pero carentes de efectividad educativa. Que dejen hacer el trabajo a quienes verdaderamente lo saben hacer: los docentes innovadores que llevan muchos años aplicando las TIC en el aula.
Diógenes se burlaría de esos menesterosos que, sin pudor, practican la falacia ad novitatem y trataría de iluminarlos con su conocida linterna. Yo prefiero la antorcha para, además de iluminar, protegerme.
Grande Rafael, como siempre!!
[…] sabrán perdonarme) “La antorcha de Diógenes”. El primer artículo se titula “El corte mangas“ y empieza así: Comienzo una nueva singladura por los mares electrónicos ciudadrealeños […]
Buen artículo y de acuerdo. Los hombres de gris se limitan a firmar balances de cuentas, sin contar el criterio de los profesionales, y de quienes están en contacto con la realidad educativa de nuestra región. Estos se creen que CLM es una provincia de Madrid.