Nota municipal.- El alcalde de Miguelturra, Román Rivero ha querido puntualizar las declaraciones que están surgiendo en los medios de comunicación, al darse a conocer la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, respecto al proceso de las obras de la depuradora de aguas residuales de Peralvillo.
«Al grupo del Partido Popular Municipal le ha faltado tiempo», manifiesta Román Rivero, «para agarrarse, como a un clavo ardiendo, a la reciente sentencia donde el juez da la razón a dos vecinos, al comprobar que, efectivamente, antes del inicio de las obras, en 2009, al expediente le faltaba la solicitud a la confederación Hidrográfica del Guadiana y la correspondiente respuesta del organismo».
«Pero hay sentencias y sentencias, y no es lo mismo», continua el alcalde, «poner una querella penal, como lo hizo en su día el grupo municipal del Partido Popular, acusando sin fundamento, de falsedad en documento público y abuso de poder, tanto al alcalde como a los técnicos municipales del Ayuntamiento; que un contencioso-administrativo, donde solo se analiza si el expediente iniciado está completo o le falta algún requisito».
«Pues bien, la querella interpuesta por el grupo municipal del PP, pese a la categórica desestimación por el Juez de Instrucción, la recurrieron ante la Audiencia Provincial que, nuevamente, volvió a desestimar y archivar definitivamente la querella, por inconsistente». «Quedando en evidencia que solo buscaban la rentabilidad electoral (la querella fue presentada unos meses antes de las elecciones) sin importarles el daño causado a la profesionalidad y buen nombre de los técnicos municipales, acusados injustamente», añade el edil.
«Todavía están esperando, los técnicos del Ayuntamiento, la rectificación pública que nos debe el grupo municipal del PP, por aquella grave e infundada acusación». «Para esto no llaman tan deprisa a los medios de comunicación». «Solamente, a instancias mías, la portavoz del grupo popular, María Ángeles Malagón, pidió disculpas a los técnicos del Ayuntamiento, en la sesión plenaria del pasado 6 de septiembre».
El alcalde manifiesta que respeta la sentencia, pero «no la comparte». «Con esta obra, lo único que se pretende es mejorar la calidad de depuración de las aguas residuales y, por ende, la calidad de vida de Peralvillo. Pues al contrario de la vieja depuradora que estaba al aire libre, esta nueva depuradora va soterrada, para evitar las molestias de olores que pudiera producir la vieja depuradora».
«Lo grave», entiende el alcalde, «no es que se hayan solicitado los permisos a la Confederación cuando se estaba ejecutando la obra, en 2009, sino que hasta la fecha, la citada Confederación, no haya resuelto la petición formulada por el Ayuntamiento. Estamos a finales de 2012».