La Federación de Comercio de la provincia de Ciudad Real, que forma parte de la Confederación de Comercio de Castilla-La Mancha, ha participado en la presentación del documento de alegaciones al anteproyecto de Ley de medidas para la dinamización y flexibilización de la actividad comercial en Castilla-La Mancha, propuesta por el Gobierno regional.
Para esta organización empresarial, la «liberalización tan amplia» que se plantea desde la norma estatal pondrá en peligro la capacidad de competir o incluso la mera subsistencia de la gran mayoría de las empresas del sector del comercio en la región, «que ya vienen realizando desde hace tiempo un gran esfuerzo y atravesando numerosas dificultades debido a la situación económica actual».
«Esta liberalización perjudica directamente al pequeño comercio, el cual supone más del 90 por ciento del sector en la provincia de Ciudad Real y Castilla-La Mancha, a favor de las grandes superficies que cuentan con márgenes comerciales mucho mayores y recursos para afrontar los cambios contemplados en la norma», dice la Federación.
Según el colectivo, «la situación del pequeño comercio en la provincia está registrando una crisis sin precedentes, lo que está afectando también a la economía provincial, ya que son los verdaderos generadores de riqueza y empleo en este relevante sector».
La Confederación Regional de Comercio mantuvo una reunión con la Consejera de Empleo y Economía, responsable en la materia, y trasladó su preocupación por las nuevas condiciones impuestas por la normativa nacional que regirán el comercio, y que ahora deben complementarse a nivel autonómico. En dicha reunión, la Organización pidió que el Ejecutivo regional se acogiera a los mínimos posibles dentro de los escasos márgenes establecidos por la normativa nacional, y esto se contempla en determinados aspectos del anteproyecto, por lo que la Confederación expresa su satisfacción.
Entre las alegaciones presentadas, la Confederación ha solicitado la inclusión de ciertos límites en la regulación de la temporada de rebajas, que la normativa nacional deja totalmente sin regular, «para evitar así que las grandes superficies puedan vender durante todo el año a precio rebajado».