El concejal del Grupo Municipal Socialista Alberto Lillo, ofrecía hoy una rueda de prensa con motivo de la Semana de la Movilidad, en la que analizaba la situación actual de la ciudad en relación con este asunto y reclamaba a la alcaldesa proyectos reales y no sólo declaraciones de intenciones.
Se refirió a las nuevas medidas que han entrado en vigor para intentar una ciudad más amable y calmada en cuanto a movilidad, que reconoció necesarias para procurar una mejor convivencia entre los vehículos y el peatón así como más sostenible, pero echaba en falta una campaña de información a los ciudadanos sobre el por qué de estas medidas, lo que significan las nuevas señales y los nuevos usos de las vías.
Lillo manifestaba que “estamos en la ciudad de las promesas incumplidas y Rosa Romero es la Alcaldesa del quiero y no puedo”, juicio motivado por “la actuación del Ayuntamiento, la actitud pasiva de la primera edil y las declaraciones que ésta hacía en prensa en días pasados con expresiones como vamos a hacer una ciudad sostenible, vamos a dotar de carriles bici, cuando tengamos financiación peatonalizaremos calles, cuando tengamos dinero, daremos accesibilidad a nuestras calles, aceras, pasos de peatones, …”
Continuaba su crítica considerando esta ciudad “la ciudad del despilfarro” porque cuando ha habido financiación, por ejemplo con el Plan E, se han dedicado cuantiosas aportaciones económicas para realizar rotondas gigantescas, avenidas extensas que unirían en el futuro cercano los alrededores de la ciudad con el centro o estatuas dignas de megalómanos. “Pero a nadie se le ocurrió que en esos espacios diáfanos, grandes, con un poco de criterio sostenible, podían haber introducido mejores políticas medioambientales y de movilidad alternativa y ahora, hay que quebrarse la cabeza para ver cómo podemos introducir movilidad sostenible y segura para las personas”.
Para el concejal socialista, la ciudad ha ido creciendo en épocas de bonanza, sin pensar en los transportes alternativos, los carriles bici, la accesibilidad universal, ha sido hecha a golpe de ocurrencia –ponía como ejemplo el proyectado tranvía del programa electoral del PP-.
Repasó además los proyectos inconclusos, mencionando algunos como el teatro auditorio, el edificio del ferroviario, el museo del Quijote, el parking del torreón, la segunda ronda, el polígono SEPES o los silos.
Criticó además que la gestión económica del PP en el Ayuntamiento haya hecho que no sea posible inversión: “esta es la ciudad rescatada, ha sido rescatada al ser aprobado el Plan de Ajuste Municipal, que nos hipoteca el futuro hasta el 2020, ¿con que vamos a invertir, si no tenemos dinero, no podemos conseguirlo y la Junta de Castilla La Mancha no aporta nada? Este es el panorama que nos deja el gobierno popular de esta ciudad de los últimos 15 años”.
Sin embargo, anunció que el Grupo Socialista seguirá presentando propuestas en el Ayuntamiento. Entre ellas, planificar la peatonalización de calles de la capital, primar el carril bici, calmar el tráfico u ofrecer campañas continuadas de formación y sensibilización en educación vial.
El Grupo Socialista propone proyectos de carril bici que con «muy poca» inversión podrían ejecutarse facilitando la conexión de varios puntos de la ciudad, de modo que prácticamente pudiera recorrerse a pedal. Así, plantea por ejemplo unir los tramos de carril bici existentes bien utilizando toda la zona moderna de la ciudad para poder llegar a la zona del Hospital General y a la vía verde, con lo cual se posibilita la llegada hasta el municipio vecino de Poblete, o bien habilitar la calle Toledo para circular con bicicleta por todo el centro de la ciudad hasta llegar al Parque de Gasset, peatonalizando toda la calle. Esto permitiría la unión del norte y el sur de Ciudad Real.
Alberto Lillo finalizaba su comparecencia brindando una vez más la colaboración de su grupo al equipo de gobierno tanto en este como en cualquier otro asunto para intentar una salida a la situación actual de esclerosis en la que se encuentra la ciudad y para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
EN PRINCIPIO DE ACUERDO CON TODO…
Puede ser factible hacerlo técnicamente por decirlo de alguna manera(a mi me vendria genial, me animaria a ir al trabajo en bicicleta sin tantos reparos ni peligros!), pero culturalmente no es viable en Ciudad Real. Los carriles bicis se llenarian de gente mayor paseando, pensando que eso es suyo, o la cantidad de gente y asociaciones de vecinos, que catetamente, se opondrian a que en su calle hubiera un carril bici(No se porque alguien pensaria algo asi, pero estoy seguro que pasaría)
A lo mejor saldria mejor si retomaran la idea de la red de tranvia que queria hacer Rosa Romero cuando salió de alcaldesa por primera vez jajajaja. ¿Nadie se acuerda de eso ya?