Enrique Rivas, Portavoz de la Asociación Plataforma en Defensa de la Ley de Dependencia en Castilla-La Mancha.- Muchas personas agrupan las palabras justicia y legalidad dentro del mismo contexto, lo cual puede llevar a la confusión de que ambas tienen el mismo significado, pero, sin embargo, nunca más lejos de la realidad. Menos aun en nuestro país, donde están tan equidistantes como Australia y España, o lo que es lo mismo, “ni todo lo justo es legal, ni todo lo legal es justo”.
Prueba de ello es la cruda actualidad, donde el gobierno y el Partido Popular actúan, según ellos, dentro del marco de la legalidad perdonando, por ejemplo, a los que defraudan a hacienda miles y miles de millones, inyectando dinero público a esas cajas de ahorro llenas de corruptos que han hundido el sistema financiero y, por supuesto, dirigiendo una comedia que podíamos enmarcar entre los géneros de drama y ciencia ficción llamada “comisión de investigación”, donde, con toda seguridad, los protagonistas se irán de rositas. Todo ello, a la vez que mandan a las fuerzas de seguridad para detener a esos que se han opuesto a un desahucio, han llevado a cabo la “expropiación” de carros de comida en un mercadona o, por qué no, que acampan en la calle porque es el único sitio que les queda para vivir. Curioso… ¿verdad?.
Pero lo más revelador de todo esto es, sin duda alguna, la facilidad que tienen algunos personajes de la farándula política, por ejemplo el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, para señalar lo que es legal y lo que no. Esto a algunos nos podría parecer una intrusión en el sistema judicial, pero no, es una intrusión en el significado real de la palabra “justicia” y, sobre todo, una inmoralidad, ya que este señor nos podría y debería explicar cómo un gobierno puede acusar a personas que roban para comer, después de que el mismo gobierno haya sido el responsable de llevarlos a dicha situación, porque como poco, y basándome en la misma legalidad ”SON COMPLICES NECESARIOS”.
Por supuesto, que robar no es legal, aunque sea para dar de comer a tus hijos. ¿Pero es justo?. ¿O es más legal y justo el dejarlos morir de hambre?.
En el Partido Popular son especialistas en gastronomía, al menos, en lo que se refiere a dar la vuelta a la tortilla, porque son capaces de convertir a los estafadores en jueces indiscutibles de la moralidad y a los, por desgracia, Robin Hood, en terroristas de Al Qaeda.
Lo que si es indiscutible es que, tanto lo justo como lo legal, van en paralelo con las palabras dignidad y moralidad, que son las únicas que pueden establecer un equilibrio entre el bien y el mal y, sin olvidar, que sin justicia, “por muchas leyes que haya”, nunca podrá haber libertad e igualdad, cuestiones que el gobierno ignora por completo, seguramente, porque carezcan de ello.
Por lo que mi conclusión es muy clara, me inclino hacia lo justo, aunque los moralistas de este país, todo hay que decirlo “de pacotilla”, se perdieran esta clase de derecho, clase, la cual, nunca existió, porque el sentido de la justicia, la libertad y la igualdad no se estudia, simplemente, se tiene o no se tiene.
El gobierno, aparte de demostrarnos su intelecto en leyes, podría aplicarse también en “gramática parda”, porque la necesidad de la ciudadanía es tal, que vamos a empezar a tener mucha confusión entre las palabras: “legalidad y justicia”.