La Diputación de Ciudad Real pondrá en marcha una nueva iniciativa que sustituye al tradicional Plan de Cooperación a las Obras y Servicios Municipales, que venía funcionando desde el año 1976 e incluso antes de la etapa democrática en España, una vez que el Estado ha decidido suspender su financiación.
Se trata, según ha explicado el presidente de la institución provincial, Nemesio de Lara, de dotar de continuidad de manera «firme a la línea de apoyo a municipios» que viene manteniendo la Diputación, que proporciona ayuda, «ahora más que nunca», a los ayuntamientos como consecuencia de la crisis.
El nuevo Plan de Obras Municipales, a juicio de De Lara, está financiado al 100 por cien por la Diputación, lo que ha calificado de histórico, como también lo es, aunque en el plano negativo, «que el Estado no aporte ni un sólo euro a la financiación de obras e infraestructuras y a la adquisición de bienes inventariables, no fungibles, para la prestación de servicios». En total se han consignado 7.356.450 euros para poder ejecutar «un plan propio con marca y sello de la Diputación».
Se aplicará con carácter retroactivo al 1 de enero de 2012 y concluirá el 31 de octubre de 2013. Podrán acogerse todos los pueblos de la provincia y las EATIM, y el municipio que más dinero recibe es Ciudad Real capital, 414.150 euros, y el que menos Villar del Pozo, 19.500 euros, porque se aplica el criterio objetivo del tamaño poblacional, «sin distinción de color político».
De Lara, que ha estado acompañado por el vicepresidente José Luis Cabezas, ha explicado que reciben más recursos por habitante los pueblos de menos de 5.000 vecinos, 81 en la provincia. Y ha añadido que cree que debe ser ese el modelo, que es el listón más adecuado. Ha calificado a continuación de decimonónico el hecho de que se encargue la prestación de servicios de pueblos menores de 20.000 habitantes a las Diputaciones, tal y como pretende el Gobierno central. «No pretendemos sustituir a los Ayuntamientos, sólo a ayudar respetando su modelo de autogestión», ha dicho.
Ha precisado, por otro lado, que la forma de pago no perjudica el flujo de liquidez de tesorería de los ayuntamientos, porque se anticipará el 50 por ciento tras aprobar la resolución, cuando se justifique se adelantará el 48 por ciento y cuando se presente la liquidación de la obra se aplica «el residual» 2 por ciento restante. Considera el presidente de la Diputación que «es imposible dar más facilidades a los municipios, sabiendo como se encuentran».
Tras comentar que la tramitación será telemática, ha querido dejar claro que el Plan de Obras Municipales crea empleo indirectamente, «yo diría que directamente», y favorece a los pequeños empresarios y autónomos que van a proveer de servicios a los ayuntamientos como consecuencia de su ejecución.
Ha insistido en otro momento de su intervención en que este plan «no deja al libre albedrío» a los ayuntamientos que tienen aldeas porque cuentan con una asignación por pedanía de 4.000 euros hasta un máximo de 30.000. De ahí que haya precisado que «en política todo vale para criticar» en clara alusión a las mociones que viene presentando el Partido Popular con respecto a la supresión del Plan de Aldeas, «incluso cuando los gobiernos de España y de Castilla-La Mancha nos recortan y laminan».
Asegura De Lara que con la elaboración del Plan de Obras Municipales les «ha guiado la responsabilidad». Y ha explicado que hasta hace muy poco tiempo la Diputación tenía pactada con el Estado y los ayuntamientos una aportación de 4.407.783 euros. Sin embargo, como consecuencia de que afronta el solitario la inversión suma otros 2.948.667 euros más y mantienen los 4’4 millones de euros prometidos, también cubre los 301.312 que ya no aportan los pueblos y le da a los municipios 1.316.216 euros que ya no pone el Estado. Además, la Diputación añade 1.331.139 euros, por lo que en total incrementa la aportación en un 67 por ciento hasta llegar a los 7.356.450 euros.
Ha destacado, igualmente, que la institución provincial mantenga la normalidad en todos los programas a pesar de la crisis y ha precisado que algunos han sido ampliado «generosamente» como el Plan de Empleo, el Plan de Emergencia Social y los anticipos de recaudación transferidos a lo ayuntamientos, respetando la autonomía municipal, porque los consistorios pueden decidir libremente en qué inversiones aplican el dinero.
«Si alguien encuentra otra Diputación con algún programa de estas características, que lo diga», ha dicho para añadir que, posiblemente, «la única tabla de salvación de los ayuntamientos de esta provincia van a ser los planes de la Diputación de Ciudad Real, no de otras Administraciones, porque durante los cuatro años de crisis es cuando más dinero hemos dado, hemos sido a contracorriente».
De Lara ha dicho, por otra parte, que la Diputación ha ahorrado dinero, por eso está ayudando más que nunca a los ayuntamientos, pero ha querido dejar claro que desconocen si en 2013 y en 2014 van a poder seguir aguantando «estos ritmos porque dependemos de terceros en nuestros ingresos y no de nosotros mismos».
Ha añadido, no obstante, que «si el año que viene las cosas vienen peor, prescindiríamos de obras, de carreteras y otros gastos, y nos centraríamos en ayuda de emergencia social, para dar de comer a la gente que pasa hambre, y en programas de empleo». «Esos dos serían nuestros objetivos, nuestros centros de interés, aunque tuviéramos que prescindir de programas que ya son históricos en esta casa», ha concluido.