La recuperación económica que pretende el Gobierno de Cospedal pasa irremisiblemente por confiar en el dinamismo de los intrépidos emprendedores de la región. Los empresarios de todas las comarcas de la meseta sur están comprometidos en el afán privatizador de la popular presidenta (cada vez menos popular). Una prueba irrefutable de la capacidad de los tiburones de las finanzas castellano-manchegas es la CEOE de Ciudad Real, todo un ejemplo de gestión eficiente: una organización al borde del concurso de acreedores.