El sector provincial de Sanidad de CSI·F denuncia, cuando se cumple un año del Gobierno Cospedal en Castilla-La Mancha, «una sanidad en situación crítica, sin planificación alguna, desorganizada, con los profesionales desesperados y los pacientes mendigando asistencia por los centros de salud y los hospitales».
«Ante esta situación de caos asistencial, CSIF ha intentado negociar con el SESCAM las medidas de recorte para tratar que el ahorro fuera más racional. Este sindicato ha intentado aportar soluciones, trabajar para mejorar la productividad, disminuir los costes y no perjudicar la asistencia», asegura el sindicato.
CSI·F advierte de que ha ofrecido colaboración a todos los sindicatos «porque creemos que estos momentos de crisis debemos afrontarlos todos unidos, de forma reiterada y pública para compartir con la CESM las reivindicaciones sobre el colectivo médico». «Tristemente -prosigue- la respuesta del SESCAM ha sido la mentira, la hipocresía y la deslealtad. Nos han recibido para no escucharnos, para entretenernos, reírse de nuestras propuestas y mentir sobre sus intenciones y las nuestras. Y todo mientras impone con la amenaza y el terror una ley marcial a los trabajadores, saltándose continuamente sus derechos y obligándolos a trabajar casi como esclavos».
«Por su parte, la CESM ha rechazado nuestro ofrecimiento y negocia sólo con el SESCAM. En ningún momento acepta reunirse con CSIF para acordar un conjunto de propuestas. Y no nos permite convocar juntos movilizaciones y la huelga. De hecho, nos enteramos por los medios de comunicación de su ruptura de negociaciones con el SESCAM. Cuando, sorprendentemente, el Director Gerente del SESCAM nos mentía descaradamente afirmando que iba a firmar un acuerdo con la CESM, con el único objetivo de que nosotros se lo firmásemos y reventar la convocatoria de huelga de CESM», dice CSI·F.
CSI·F considera que «es el momento de trabajar unidos frente a un gobierno que trata de explotarnos, que rehúsa aceptar ninguna propuesta; que se niega a facilitar al trabajador sus días y horarios o que reclama a un trabajador que ha estado enfermo que devuelva las horas de trabajo además de descontarle los días de su sueldo. Una desorganización que obliga a los profesionales a denegarse entre ellos las vacaciones y permisos o imponerse nuevas jornadas y excesos de cargas de trabajo cada vez que algún profesional falta. Esto provoca en los equipos y servicios una continua guerra de intereses personales, genera enfrentamientos diarios y un ambiente de trabajo insano que dificulta el trabajo en equipo, quema a los profesionales y deteriora seriamente la asistencia».
CSIF propone «la unidad de todos los sindicatos y todos los colectivos para enfrentarnos a esta dictadura, con un plan de medidas que haga frente a 4esta situación» ya que está convencido de que «de las crisis se sale juntos y unidos, con paciencia e inteligencia. Sin desesperarse y sin hacer el kamikaze. Y sobre todo, teniendo claro que el objetivo es evitar el desmantelamiento de la sanidad pública».
