La Escuela de Minas de Almadén desmiente al rector: «Las propuestas suponen el cierre inminente»

Carta bierta al Rector

Señor Rector, no tengo el gusto de conocerlo; pero como dice el refrán «Por sus obras os conocerán» y usted, se ha dado a conocer en muy poco tiempo, en nada. Ha prometido, para llegar a su cargo, cosas que sabía que no podría cumplir o mejor dicho ha mentido deliberadamente sobre lo que no iba a hacer. Aunque esto parece ser la tónica general de nuestros políticos en estos días amparados en la excusa de la crisis, es inadmisible y todavía es mucho más inadmisible en un cargo como el de Rector de una Universidad. De una Institución encargada de mejorar el futuro de una nación, un pueblo y de velar por su entidad histórica. Y dígame, señor Rector, ¿cuál de esas dos cosas ha olvidado usted en su decisión de cerrar la EMIA? Yo se lo diré: las dos. ¿Acaso no sabe que esa escuela es en gran parte el motor económico y cultural de toda una comarca?, ¿no sabe que forma parte de la historia de nuestro país?, que es el único signo visible que le queda a ese pueblo de su esfuerzo de siglos, que la escuela está ubicada al lado de una mina y no de cartón piedra precisamente. ¿Se ha molestado antes de tomar tan injusta decisión en informarse de las repercusiones que esta puede tener? ¿de que su decisión, más política, que académica, educativa o social puede abocar a toda una comarca a la involución? No creo que no, tenía que servir una cabeza en bandeja y en este caso no ha optado por la de Sansón, si no por la del más débil. Es triste, pero cualquier otra autonomía se sentiría orgullosa de una escuela como la EIMIA, la protegerían y mimarían y, sin embargo, en nuestra querida Castilla La Mancha, optan por sacrificarla.
Reflexione, señor rector, moléstese en visitar esa comarca, ese pueblo y rectifique si no quiere convertirse en el destructor de las esperanzas de muchos jóvenes que por su decisión verán truncadas sus expectativas de futuro y de un pueblo para el que esa escuela no sólo es su historia si no también su presente y su futuro. Y si no DIMITA, deje el camino libre a quien de verdad sepa lo que supone regir una Universidad, sepa al servicio de quien o quienes está realmente.

La Junta da los presupuestos y este señor decide cómo aplicarlos, se supone que después de un estudio financiero, académico y social. Pues eso es lo que no ha hecho, el ha querido mostrar su seguidismoa a la Junta siendo más papista que el papa y para eso ha decidido sacrificar la escuela de Almadén, con sus casi 300 años de historia, porque piensa que es la decisión que menos le afectará en su carrera política. Por cierto, con gran desconocimiento y sin ningún tipo de análisis a decidido «cargársela». Dice que solo elimina las enseñanzas que están duplicadas en la autonomía (derecho, medicina…(esta última introducida con caldazor pese a carecer de sede) ¿no lo están?. Por cierto, ¿el rector no conoce la norma nacional que haría que con las enseñanzas que pretende dejar la escuela fuese inviable? Sí, si lo sabe y esa es su jugada para poder lavarse las manos como Pilatos. ¿¡Que no nos tomen por tontos!