El diputado Moragas

Felipe Medina Santos

   Un diputado del PP viaja a Cuba con visa turística y admite públicamente que iba a entrevistarse con familias de presos cubanos y a dar el mitin.

   Veo la frecuencia y el interés con que los parlamentarios de derechas y europeos se desplazan a Cuba a entrevistar opositores al régimen y familias de presos y me quedo sorprendido de esa tremenda especialización y fijación con los presos de Cuba.

   Estoy esperando ver a algún parlamentario español entrar en los EE.UU a entrevistarse con familias de condenados a muerte o con presos condenados a penas de 30 años por tres delitos menores consecutivos; o a exigir que se vuelva a implantar el derogado “hábeas corpús”, que existe en Cuba y no en EE.UU, o a exigir que el preso español en Guantánamo (y de paso todos los presos que allí hay) sean inmediatamente puestos en libertad y se les doten de todas las garantías procesales y jurídicas, de sus derechos humanos, en resumen. Y no veo ningún diputado. No los he visto tampoco en las puertas de Abu Graib, entrevistándose con familias de los iraquíes asesinados y torturados en esa espantosa prisión. Estoy, en fin, esperando que algún diputado, de esos honestamente preocupados por los derechos humanos en el mundo, se acerque con visa de turista a Colombia a entrevistarse con los familiares de las dos o tres mil personas que son asesinadas vilmente cada año por motivos políticos (¡ay, si en la Cuba de Castro se asesinase a dos o tres mil opositores anualmente!), porque aunque Colombia sea formalmente una democracia, seguro que estos diputados de alma límpida estarán también interesados en esas espantosas violaciones de los derechos humanos, mucho más graves que las cubanas.

   Menuda lista de viajes se puede ir preparando el diputado Moragas, con su visa de turista, ahora que sabe que no le dejan entrar en Cuba y sabiendo que todas las “democracias” latinoamericanas sí le dejarán entrar. De paso, se puede pasar por el Marruecos de Mohamed VI, donde el 50% de la población es analfabeta (y por tanto se le está violando el derecho humano a una educación mínima) y donde también miles de personas, entre ellas saharauis, sufren prisiones interminables, por su intento de ejercer los derechos políticos mínimos y la libertad de expresión. Tiene una lista el diputado Moragas, que le vamos a tener que eximir de sus obligaciones parlamentarias durante los próximos mil años, para que haga bien su labor de turista defensor de los derechos humanos.

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