El pasado sábado, en la localidad ciudadrealeña de Pedro Muñoz, las personas del propio municipio nacidas en 1980 realizaron la Gran Quedada de la Generación del 80. Todo el proceso se inició varios meses atrás desde finales del 2024, con el objetivo de homenajearse y tener los ochenteros su gran día. De una pequeña ilusión de una mujer, se alcanzó un movimiento de toda una generación.
La elección de este día no fue por casualidad. Para darle mayor empaque, se puso el sábado anterior a la gran fiesta del pueblo, Los Mayos.
La quedada comenzaría oficialmente a las 14.00 h. con una comida concertada y magistralmente preparada por el Hostal La Parada de la localidad. Antes, para que fuera llegando la gente, se les citó a las 13.00 h. a una caña en el Mesón el Majano, donde fueron atendidos de categoría. Después y para seguir con la fiesta, el tardeo sería concentrado en el Bar el Chateo, donde se adecuó el local para la ocasión. En los momentos de más afluencia, se superó la cifra de 50 personas ochenteras.
La fiesta para los más valientes terminó a altas horas de la madrugada. Incluso algunos participantes la anexaron a las jornadas gastronómicas del domingo en el parque viejo. Como anécdota a reseñar, algunos grupos de amistades más cercanos entre sí, empezaron la jornada extraoficialmente con almuerzos en diferentes bares de la localidad, para disfrutar más aún de este gran día.
Tal y como se desarrolló la idea podría consistir perfectamente en un movimiento ciudadano sin precedentes que se recuerden en la localidad, puesto que no es muy común que una generación de solo un año en concreto alcance esas dimensiones de tal magnitud, consiguiendo reunir a más de medio centenar de personas en una población de 7500 habitantes. El efecto fue de tal calibre, que se personaron pedroteños residentes en Asturias, Islas Canarias, Madrid, Valencia, etc., lo que habla por sí solo del éxito conseguido en esta quedada.
Mamen Cano que fue la principal ideóloga e impulsora de la quedada, inició el efecto llamada corriendo la voz de unos a otros, y para ello, se organizó un grupo de Whatsapp. Los ochenteros lograron reunir a más de 50 personas en una comida y un tardeo, que sin duda para esta generación pasará a la historia y a su recuerdo. Durante el perfeccionamiento de la Quedada, Mariví Garay y Saúl Sánchez de la Morena tuvieron un peso importante en la organización del evento, ayudados por todos los integrantes, que empujaron de lo lindo para que aquella idea llegase a destino.
Un punto clave, fue la inmortalización del momento, repartidos en varias fases, destacando con especial nostalgia cuando los ochenteros al finalizar la comida se fotografiaron por colegios, recordando lo más profundo de su añorada infancia. El María Luisa Cañas (conocido como la Copa), el Maestro Juan de Ávila y el Nuestra Señora de los Ángeles (conocido como el 18). Se recordó mucho a profesores, a los ochenteros que no pudieron venir, y por supuesto se echó de menos a alguna perdida que hubo por el sendero de estos 45 años.
En la quedada, destacaron un sinfín de emociones, recuerdos, nostalgia, donde la alegría y el buen rollo predominó la tarde-noche pedroteña. Los ochenteros pudieron compartir experiencias, muchísimos diálogos, bailes, abrazos, y sobre todo, muchas ganas de pasarlo bien. Entre todos los ochenteros se estableció un fuerte compromiso para volver a realizar una segunda quedada para próximas fechas y aumentar el número de participantes y que tenga la experiencia a aquellos que por diferentes motivos no pudieron asistir en la primera cita. Sin duda, la generación de los nacidos en 1980 tiene una personalidad muy marcada y especial.
