Eduardo Muñoz Martínez.- «La oración es siempre bien recibida,/ es querer orar al Señor Dios,/ por lo bueno y por lo malo,/ es querer entregar el halo del sol,/ saber que es luz verdadera tan sincera/ cómo tan real fue y será la venida de Cristo/ al mundo tan inmundo… (De poemas del alma)
Por su relevancia histórica es un día muy importante en la cultura cristiana. También es conocido como «Lunes de Autoridad». Cristo manifiesta su poderío al pueblo y a la naturaleza.
Hablando de poderío, cuando Jesucristo vuelve a Nazaret, de casa de su amigo Lázaro y llega al templo, se supone que es cuando dice: «Mi casa, casa de oración será llamada, pero la han convertido en cueva de ladrones».
También nos hacemos eco hoy de la traición de Judas a Jesucristo, y de la unción de María de Betania.