Rocío de Toro Díaz*.- Estimados futuros turistas sin experiencia: Mientras quedo paralizado ante la belleza infinita de estas coreografías de armaos dibujando molinos, caracoles, y estrellas, he de confesaros que debéis acudir a este rincón del centro de España sin dudarlo. Merece mucho la pena.
Como buen guiri, siempre aprovechaba mis vacaciones de Semana Santa para perseguir ese sol casi siempre obstinado en esconderse por mis tierras del norte de Europa. En este viaje, cambié la estrategia de dejarme acariciar por el calorcito costero, a fin de escaparme a un insólito destino digno de ser conocido gracias a cientos de buenas razones. Una región que acaba metiéndosete en las venas cuando te atreves a conocerla.
Si quieres piedras, tienes castillos y un sinfín de patrimonio. Y si la que te llama es la madre naturaleza, sus parajes lunares y cuajados de volcanes abiertos en canal, te dejarán sin palabras.
Por cierto, y de apetito ¿qué tal andas? Por estos lares te hartarás de probar platos con sabores auténticos que quedarán incrustados en la memoria de tu estómago. Y una vez te encuentres rodeado por sus habitantes amables, no te quedará más remedio que aprender a decir “sí”, siempre que intenten llenar tu copa vacía a base de sus vinos autóctonos y con sello de calidad.
Quien viene a Calatrava se sentirá sin esfuerzo como en CASA. Me atrevo a asegurar que harán lo imposible para que comulgues con la Ruta de la Pasión Calatrava, una Fiesta que camina ya sin vacilar hacia un merecido “Interés Turístico Internacional” debido al incansable esfuerzo colectivo.
Habrá quien como Pablo “el Monago”, a la hora de las cañas en el bar de la esquina, quiera enseñarte a tocar la corneta de los armaos usando tus dedos sobre la boca hasta conseguir el sonido deseado. ¡Menuda risa! Tampoco descarto que pretendan salirse con la suya para convertirte en hermano de una de sus cientos de cofradías, convenciéndote para que te vistas de nazareno.
Aún recuerdo cuando mi buena amiga de Irlanda, la sobrina del reconocido cineasta Sheridan, acabó camuflándose en una procesión bajo un capirote y una túnica mientras yo todavía la seguía buscando. Mi recomendación es que te prepares para sorprenderte constantemente, dejándote llevar sin preguntar demasiado. Aquí se viene a SENTIR Y CONSENTIR. Ándate con ojo, o podrías acabar con mantilla de refinado encaje sobre tu cabeza y tu foto subida en Instagram a modo de atracción exótica #calatrava’spassionaroundtheworld. ¡Qué gran honor para los artífices de esta celebración verte así tan integrado como un paisano más de los de toda la vida!
Explotan los sentidos. Cada Semana Santa, 10 municipios de esta comarca se empeñan en pasear por sus calles engalanadas, imponentes carrozas con imágenes santas para recrear episodios de la Pasión y Muerte de Jesucristo. Una sucesión plástica de instantes únicos que te invito a presenciar en cada hito destacado de este apasionado recorrido. Saltarás de un pueblo a otro, sin perder detalle, dejándote impresionar por cada una de sus escenificaciones. Composiciones independientes con identidad propia que, ensambladas a base de una cadena de relatos con un hilo conductor común, dotan de pleno sentido a la totalidad de la Ruta.
Te conviertes automáticamente en un espectador atrapado por estampas de ancestral fervor religioso a pie de calle. ¡Algo insólito en mi país a esas horas de la mañana, tarde o madrugada! No necesitas butaca. Gírate y verás a una madre tirando de la manita de su recién estrenado penitente, apurándose hacia la salida de la procesión. Embelésate con las emotivas lágrimas resbalándose por la mejilla de esa chica enfundada en su recién estrenado blazer mirando la carita de su Virgen. La Magia aparece y ya no hay vuelta atrás: tratando de empatizar con este auténtico sentir tan arraigado y hasta ahora para ti desconocido, terminarás identificándote plenamente con el territorio.
Tal vez ahora te plantees repetir el año próximo, y hasta comiences por recomendar a tus compatriotas “vikingos” poner rumbo al escenario que tanto te ha tocado la fibra sin previo aviso.
Las piezas de este espectáculo asombroso van encajando de miércoles a domingo mediante ritos diversos: últimas cenas, traiciones, ventas, prendimientos, sentencias, crucificados, entierros y resucitados. Infinitos elementos que irás desgranado al empaparte de las vivencias desprendidas por un evento, nada comparable a los que acostumbras en otras latitudes quizás algo menos “apasionadas”. Una teatralidad que te dejará sin palabras. Por momentos te trasladas al antiguo Imperio Romano. ¡Son ellos otra vez! No han dejado de escucharse desde la madrugada. Con paso firme, los escuadrones militares con brillantes armaduras, acechan dirigiéndose a cumplir su encomienda: prender y crucificar a Jesús. El estruendo de sus tambores y cornetas retumbarán tan fuerte dentro de ti que ya no podrás renunciar al “Son de Calatrava”.
Entre las callejuelas de estos municipios, respirarás un incesante trasiego de viandantes correteando sin parar, colocándose en el mejor encuadre para no perder detalle.
Resultado: El espíritu de la Pasión de Calatrava te ha vencido, te somete con estímulos infinitos. No sabes adónde mirar, qué flor oler, cómo denominar ese intenso aroma flotando en el aire, cuándo es oportuno callar para escuchar el silencio de la penitencia a medianoche, o si has de aplaudir al ver la imagen de María Santísima volar mientras irrumpe el desgarro inesperado de una saeta.
No puedes quedarte indiferente a nada, porque cada minuto del día cuenta, arrastrándote a exprimir la jornada, cronológicamente ordenada y dando paso a la siguiente emoción. ¡Recuerda no dormirte en los laureles porque debes darte prisa para llegar en punto a cada uno de los hitos!
Respeto hacia un pueblo entregado. Te estremecerás con tan solo observar a los más jóvenes tratando de imitar a sus mayores. No necesitas conocer el idioma o los pasajes del Nuevo Testamento. Quienes tejen esta magna puesta en escena se encargan de acercártelo, consiguiendo transportarte a tu infancia. Gentes entusiasmadas que aparcan sus vidas cotidianas durante la semana más especial del año, y cuya principal misión es volcarse en una Pascua de inolvidables encuentros, lágrimas, risas, y profunda renovación. Bajo la intensa mirada de esas tallas con ropajes al viento, tiñendo de emociones el azul cegador del cielo en primavera, te convertirás en uno de sus protagonistas. Contagiado andas ya a estas alturas de esta PASIÓN colectiva y rebosante de vida.
Comprenderás la aclamación de la multitud a sus Cristos y Vírgenes, atisbando en sus miradas el brillo permanente de sus antepasados. Aquéllos que vivieron mimando cada una de sus vestimentas, colocando cada clavel en su justo hueco, ornamentando con esmero su carroza, mirando al cielo con fe para ausentar la lluvia, aprendiendo a amasar rosquillos con la tía Ezequiela, o dejando las casas escamondadas como jaspes porque estaban absolutamente inmersos en arrancar su SEMANA GRANDIOSA. Por su culpa, aguardaban con ansia la llegada de sus familiares retornando enardecidos a sus añorados orígenes. Algo parecido a lo hoy sigue vigente desde entonces, como cuando Marisol, tras tres años de ausencia, se empecina en escoger este momento idóneo para volver de las antípodas a reencontrase una vez más con los suyos.
También los forasteros como yo nos vamos aficionando con gusto. ¡Tal vez un día no muy lejano, lanza en mano, vaya y me aliste con los romanos junto a mis compatriotas #armaodeflandes, #internationalarmaosofcalatrava,… menudo nivel!
Consejitos de forastero para visitantes primeriz@s. Ni se te ocurra negar al estilo de San Pedro si, allá donde vas, te ofrecen dulces para chuparse los dedos. Si tu vecina Lola te agasaja con torrijas, barquillos, tortillas de rodilla, flores o huevos moles, te insto a limpiar la fuente sin pensar en dietas. Ya retomarás el gimnasio cuando vueles a casa. Aquí todo se prueba por si acaso. Igual no vuelves a olerlos y es peor quedarse con las ganas. Sé lo que digo.
Tráete un buen calzado para andar cómodo de aquí para allá durante todas las jornadas. Eso sí, de cintura para arriba ponte tus mejores galas: fíjate en lo guapa que va la gente y mimetízate con ellos. Este evento lo requiere, sobre todo el Viernes Santo, un día señalado para estrenar siempre algo. Si te gustan los colores, ponte los más vibrantes; en plena sintonía con las fervientes tonalidades del frenesí impregnado en el ambiente.
Fundamental llegar al pueblo entre volcanes de Calzada sin perder tiempo para asistir a un casino improvisado en plena vía pública. Déjate seducir por el vuelo de las monedas tiradas al cielo entre los círculos atestados de gente, billete en mano, esperando con nervios a que caigan “bien” (cruces) para doblar su dinero. Sin perder la cabeza con las apuestas, y siempre con un presupuesto limitado, pon a prueba tu suerte hasta la hora del Entierro de Cristo. Desde este instante, este Juego de las Caras, emparentado con la rifa de la túnica de Jesús al pie de la Cruz por los soldados romanos con unos dados, quedará suspendido hasta la Semana Santa próxima.
Tras las pérdidas o ganancias, os recomiendo que corráis a coger fuerzas a vuestro restaurante de cabecera. Esta jornada se os va a hacer eterna. Por eso, la mejor garantía para no morirse de hambre ni de sed, es contar con la buena disposición de amigos como Reyes o Juanito. A ellos no se les pasa ni una. Desde hace meses están pendientes de reservar la mejor mesa para que a nadie le falte ni gloria.
Ring, ring. Suena mi movil … Me vais a perdonar pero me están llamando. Hallo! Hoe gaat het? …Es mi amigo peguntando si en lugar de descansar en España me había marchado a la ciudad eterna. Y es que, al girar la pantalla del teléfono mostrándole la plaza de España donde estoy disfrutando de “La Caída”, he imaginado el reflejo de estos centuriones desfilando con garbo en el fondo celeste de sus claras pupilas. Tampoco dudo de su cara de asombro creyéndome a estas horas de vacaciones en Italia. Le he dejado claro que estos aguerridos romanos de Bolaños de Calatrava, ya pueden jactarse de ser figuras de peso internacional desde su hazaña de marchar con sus regias corazas ante el Papa Francisco en pleno Vaticano. Empuñando sus lanzas contra el cielo de la Ciudad de las Siete Colinas, han demostrado la sobrada internacionalidad de la Pasión Calatrava. Una rica festividad cuyo lenguaje sin límites, es capaz de traspasar cualquier frontera por enrevesada que sea, pero, por encima de todo, de conquistar a la más universal e infinita de todas: la del mismísimo CORAZÓN.
Nos vemos en las procesiones.
¡Sed bienvenidos y a disfrutar de la Ruta!
Un abrazo apasionado de vuestro influencer, el guiri calatravo converso,
Toon R.
*Rocío de Toro Díaz: Viajar, comunicar y empatizar son algunas de mis grandes pasiones. Tras licenciarme en Publicidad, tuvo la suerte de colaborar como redactora en el gabinete Multimedia, rodeada de inspiradores profesionales, y de la mano de mi maestra Pepa Campillo. De ahí pasó al equipo de la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava, hecho que marcó por siempre y hasta hoy mi destino. Entre otros quehaceres, creé y dirigí la revista Calatrava Turística, además de poner en marcha diversos productos y servicios turísticos y culturales. Así es como me convertí en una Calatrava de pro.
A lo largo de los ocho años siguientes, Miguel Ángel Valverde me otorgó su confianza encargándome la Comunicación en el gabinete de prensa del Ayuntamiento de Bolaños. En lo relativo al área turística, gestioné actividades para seguir poniendo en valor nuestro Castillo de doña Berenguela, y tuve la oportunidad, con la ayuda inestimable de quienes estuvieron siempre a mi lado, de sentar las bases principales del proyecto encaminado a conseguir la posterior declaración como Fiesta de Interés Turístico Regional de la “Procesión de las Alabardas del Cristo de la Columna”. Un hito del que me siento plenamente satisfecha.
Por otro lado, mi interés por los idiomas desde bien joven, me inspiró a continuar formándome sin parar. Mi postgrado de especialización como docente de español para extranjeros, junto a otros cursos impartidos en algunas sedes del Instituto Cervantes repartidas por el mundo, me han llevado a difundir nuestra bella lengua entre estudiantes de todo el planeta. Una labor que, a día de hoy, continúo desarrollando desde mis comienzos durante mis años de residencia tanto en Bélgica como en Alemania.